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Charla «¿Qué tan cerca estamos de erradicar el VIH? – Philip A. Chan» de TED-Ed en español.
Mirar la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/how-close-are-we-to-erradicating-hiv-philip-a-chan
Cada vez estamos más cerca de lograr uno de los objetivos de la salud pública más importantes de nuestros tiempo: erradicar el VIH. Para lograrlo, ni siquiera tenemos que eliminar la enfermedad. Simplemente, tenemos que evitar que se transmita hasta que desaparezca. Philip A. Chan examina tanto las medidas preventivas que pueden auxiliarnos para combatir el VIH como la posibilidad de acabar con la epidemia.
Lección de Philip A. Chan, dirigida por Antimatter.
- Autor/a de la charla: Philip A Chan
- Fecha de grabación: 2019-06-10
- Fecha de publicación: 2019-06-10
- Duración de «¿Qué tan cerca estamos de erradicar el VIH? – Philip A. Chan»: 272 segundos
Traducción de «¿Qué tan cerca estamos de erradicar el VIH? – Philip A. Chan» en español.
Estamos a punto de cumplir uno de los objetivos más importantes de la salud pública: erradicar el VIH.
Ni siquiera necesitaremos una cura contra la enfermedad.
Solo tenemos que evitar que el VIH se propague, hasta que desaparezca.
Antes, esto parecía imposible.
El VIH ha provocado millones de muertes y es una de las enfermedades más devastadoras de la historia.
Sin embargo, hoy en día existen avances como los fármacos que se toman una vez al día, que nos permiten combatir el VIH efectivamente.
El VIH es un retrovirus.
Es decir, se multiplica dentro del ADN de una célula infectada, y así se propaga e infecta otras células.
El VIH evolucionó de formas múltiples para evadir al sistema inmunológico.
Por eso es tan difícil de curar.
Sin embargo, hay formas de evitar que el VIH se multiplique, y así evitar que se transmita.
Y es ahora que los antirretrovirales, o TAR, entran en escena.
Los TAR son fármacos que funcionan de distintas maneras para combatir el VIH.
Algunos impiden que el VIH ingrese en las células inmunológicas mientras que otros evitan que el virus se multiplique.
Los TAR también funcionan como método de prevención.
A este método se le conoce como profilaxis preexposición, o bien, PPrE.
La PPrE se acumula en el cuerpo y evita que el VIH se asiente.
Es decir, personas seronegativas para VIH con riesgo de contraer la enfermedad pueden tomar los TAR para protegerse antes de entrar en contacto con la enfermedad.
Y esto es lo más interesante: Para las personas que tienen VIH, los TAR también disminuyen transmisiones.
Es el «tratamiento como prevención».
A una escala global, podría acabar con la epidemia del VIH.
Se basa en la idea de que si alguien con VIH toma TAR, estos bajarán la cantidad de virus en su cuerpo hasta que ya no se detecten.
Es decir, el virus no desaparece; sigue en las células y se reactiva de suspenderse el tratamiento.
Siempre y cuando se mantenga pasivo mediante los fármacos, el VIH es indetectable.
Cuando no es detectable, tampoco se puede transmitir.
En teoría, de hacerle pruebas a aquellos en riesgo de contraer VIH, y de darle tratamiento a los positivos, se podría evitar que se transmita y eventualmente se erradicaría.
Sin embargo, ponerlo en práctica es mucho más complicado.
Muchas personas sin VIH que se encuentran en riesgo de contraerlo no tienen forma de obtener TAR ni PPrE.
También se pueden encontrar fuera del alcance de las personas con VIH.
Este tipo de problemas ocurren con más frecuencia en los países con índice más alto de VIH.
Para conseguir estos fármacos, es necesario un buen sistema de salud, cosa que no tienen muchos países.
Si queremos lograr que no se transmita el VIH, debemos invertir en los sistemas de salud.
Según un estudio del ONUSIDA, se necesitarían entre 20 y 30 mil millones de dólares por año para reducir en casi 90 % el número de transmisiones de VIH para el año 2030.
Con tal inversión, más gente se haría pruebas, y más podrían iniciar y darle continuidad a tratamientos.
Lograr este objetivo y mejorar el sistema de salud en general le conviene a todos, desde las personas como individuos hasta la sociedad en conjunto.
Ya existen los planos que permitirían acabar con la epidemia del VIH en un futuro próximo, también existe la posibilidad de erradicar la enfermedad por completo dentro de un par de generaciones.
Entre 1996 y 2017, hemos reducido casi a la mitad las transmisiones de VIH, y para los millones que aún viven con la enfermedad, los TAR permiten a la mayoría vivir vidas largas y sanas.
De incrementar y darle continuidad a inversiones, podríamos reducir las transmisiones a tal medida que desaparecería el VIH.
Ya no es inconcebible un mundo sin VIH: está más cerca que nunca.
https://www.ted.com/talks/philip_a_chan_how_close_are_we_to_eradicating_hiv/