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Charla «¿Quién decide qué significa el arte? – Hayley Levitt» de TED-Ed en español.
Mira la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/who-decides-what-art-means-hayley-levitt
Hay una pregunta que ha sido considerada por filósofos y críticos de arte durante décadas: ¿cuánto debería afectar la intención del artista tu interpretación de la obra?; los planes y motivaciones del artista ¿afectan su significado, o queda completamente a criterio del espectador? Hayley Levitt analiza la compleja red de la interpretación artística.
Lección de Hayley Levitt, dirigida por Avi Ofer.
- Autor/a de la charla: Hayley Levitt
- Fecha de grabación: 2018-11-26
- Fecha de publicación: 2018-11-26
- Duración de «¿Quién decide qué significa el arte? – Hayley Levitt»: 261 segundos
Traducción de «¿Quién decide qué significa el arte? – Hayley Levitt» en español.
Imagina que paseas con un amigo por una exhibición de arte y una pintura espectacular te llama la atención.
El rojo intenso te parece un símbolo de amor, pero tu amigo está convencido de que es un símbolo de guerra.
Y lo que tú ves como estrellas en un cielo romántico, tu amigo lo interpreta como contaminantes responsables del calentamiento global.
Para resolver el debate, recurres a Internet, donde lees que la pintura es la réplica de un proyecto de primaria del artista: el rojo era su color favorito y los puntos plateados son hadas.
Ahora conoces las intenciones exactas que inspiraron esta obra.
¿Estabas equivocado al disfrutarlo como algo distinto a lo que el artista pretendía? ¿Lo disfrutas menos ahora que sabes la verdad? ¿Qué tanto debería la intención del artista afectar tu interpretación de la pintura? Es una pregunta que ha sido considerada por filósofos y críticos de arte durante décadas, sin consenso hasta la fecha.
A mitad del siglo XX, el crítico literario W.
K.
Wimsatt y el filósofo Monroe Beardsley argumentaron que la intención del artista era irrelevante.
Llamaron ‘falacia intencional’ a la creencia de que valorar las intenciones del artista era erróneo.
Su argumento fue doble: primero, los artistas que estudiamos ya no están vivos, nunca explicitaron sus intenciones, o simplemente no están dispuestos a responder preguntas sobre su obra.
Segundo, incluso si hubiera suficiente información relevante, nos distraería de las cualidades del trabajo mismo, según Wimsatt y Beardsley.
Ellos compararon el arte con un postre: cuando lo saboreas, las intenciones del chef no determinan si disfrutas su sabor o textura.
Todo lo que importa, sostenían, es que el postre ‘funcione’.
Por supuesto que lo que ‘funciona’ para una persona, puede no funcionar para otra.
Y, ya que diferentes personas prefieren aceptar diferentes interpretaciones, sería razonable interpretar los puntos plateados en la pintura como hadas, estrellas o contaminantes.
Según la lógica de Winsatt y Beardsley, la interpretación del artista de su propia obra sería una entre muchas otras posibilidades igualmente aceptables.
Si esto te parece problemático, estarías de acuerdo más con Steven Knapp y Walter Benn Michaels, dos teóricos literarios que rechazaron la falacia intencional.
Argumentaron que la intención del artista no era tan solo una posible interpretación, sino la única interpretación posible.
Por ejemplo, supongamos que caminas por una playa y llegas a una serie de marcas en la arena que forman el verso de un poema.
Knapp y Michaels sostenían que el poema perdería todo significado si descubrieras que estas marcas no son obra de un ser humano, sino una extraña coincidencia producida por las olas.
Afirmaban que es la intención de su creador lo que permite comprender el poema en realidad.
Otros pensadores abogan por un punto medio y sugieren que la intención es solo una pieza de un enigma mayor.
El filósofo contemporáneo Noël Carroll adoptó esta postura y argumentó que las intenciones del artista son relevantes para su público del mismo modo que las intenciones del hablante son relevantes para la persona con la que está conversando.
Para entender cómo funcionan las intenciones en la conversación, Carroll propuso imaginar a alguien que sostiene un cigarrillo y pide fuego.
Responderías dándole un encendedor, pues asumes que su intención es encender el cigarrillo.
Las palabras que se usaron para formular la pregunta son importantes, pero las intenciones detrás de la pregunta determinan tu comprensión y, en última instancia, tu respuesta.
Entonces, ¿hacia qué extremo del espectro te inclinas? ¿Crees como Wimsatt y Beardsley, que, al igual que un postre, el arte debe degustarse a nivel personal? ¿O crees que los planes y las motivaciones del artista afectan el significado de su obra? La interpretación artística es una telaraña compleja que probablemente nunca ofrezca una respuesta definitiva.
https://www.ted.com/talks/hayley_levitt_who_decides_what_art_means/