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Charla «Revelaciones de toda una vida de baile» de TED2019 en español.
«El baile puede elevar nuestra experiencia humana más allá de las palabras», dice Judith Jamison, directora artística emergente del Alvin Ailey American Dance Theater. Entre representaciones de extractos de las obras clásicas del Alvin Ailey: «Revelations» y «Cry», Jamison reflexiona sobre el poder perdurable de la danza para transformar la historia en arte que emociona al público de todo el mundo.
(Actuaciones de Solomon Dumas, Samantha Figgins y Constance Stamatiou)
- Autor/a de la charla: Judith Jamison
- Fecha de grabación: 2019-04-15
- Fecha de publicación: 2019-10-11
- Duración de «Revelaciones de toda una vida de baile»: 1025 segundos
Traducción de «Revelaciones de toda una vida de baile» en español.
(Música: «Wade in the Water» por Ella Jenkins) Camina por el agua Caminen por el agua, niños Camina por el agua Dios va a molestar al agua Oh,
¿por qué no caminas por el agua?
Caminen por el agua, niños Camina por el agua Dios va a molestar al agua Mira a ese hombre enteramente vestido de blanco Dios va a molestar al agua Se parece a un hombre de Israel Dios va a molestar al agua Camina por el agua Caminen por el agua, niños Camina por el agua Dios va a molestar al agua Mira a ese hombre enteramente vestido de rojo Dios va a molestar al agua Parece el hombre que dirigió a Moisés Dios va a molestar al agua Camina por el agua Caminen por el agua, niños Camina por el agua Dios va a molestar al agua
¿Acaso mi Señor no entregó a Daniel?
Daniel, Daniel
¿Acaso mi Señor no entregó a Daniel?
Entonces,
¿por qué no a todos los hombres?
¿Acaso mi Señor no entregó a Daniel?
Daniel, Daniel
¿Acaso mi Señor no entregó a Daniel?
¿Por qué no a todos los hombres?
El hombre bajó al río El hombre bajó al río El hombre bajó al río Fue allí para rezar El hombre bajó al río El hombre bajó al río El hombre bajó al río Para lavar sus pecados Se lavó todo el día, se lavó toda la noche Se lavó hasta que le dolieron las manos Se lavó todo el día, se lavó toda la noche Hasta que no se pudo lavar más El hombre bajó al río El hombre bajó al río El hombre bajó al río (La música se desvanece)
(Aplausos)
(Juliet Blake) Ahora, demos una calurosa bienvenida a la directora artística emergente del Alvin Ailey American Dance Theater, Judith Jamison.
(Aplausos)
Judith Jamison: Gracias.
¿Cómo están todos?
(La audiencia vitorea) JJ: Sí,
¿saben que acaban de ir a la iglesia?
(Risas)
¿Acaban de ver un bautizo, no?
Esto es de una maravillosa obra que el Sr.
Ailey creó en 1960, llamada «Revelations».
El Sr.
Ailey tenía 29 años cuando coreografió esta obra maestra.
Se ha bailado en todo el mundo y entendido universalmente, porque él comprendió la humanidad en todos nosotros.
«Revelations» es un reflejo de un viaje que todos hacemos en la vida, y, con suerte, triunfantes.
Esa fue la magia de Alvin Ailey.
Era capaz de verlos, en el público, verme a mí, como la bailarina, y ver la conexión entre nosotros, y coreografió obras que nos conectaban a todos.
Uds.
sintieron que contaban su historia, mientras yo sentía que bailaba la mía.
Comencé a bailar cuando tenía 6 años en Filadelfia.
Era delgada…
(Risas)
Chocolate oscuro, y una niña con piernas hasta las axilas.
Y la primera actuación que tuve, en la escuela de danza Judimar, fue en una camisa roja a cuadros, peto, zapatillas de baile rosas, y estábamos bailando «I’m a Old Cowhand from the Rio Grande».
Amé cada minuto.
Quiero decir, literalmente amé cada minuto, especialmente cuando escuché el aplauso, y lo supe allí mismo, cuando tenía 6 años, dije: «Esto es lo mío»
(Risas)
A los 6, no estás pensando que va a ser la carrera para toda tu vida, pero era perfecta en ese momento.
Bailé en el colegio y en la universidad, y todavía no me daba cuenta de que eso era lo que quería hacer.
Fui a una audición, en la que estuve espantosa, es la única audición que he tenido en mi vida, y cuando me dejaron irme de esa audición, porque pensé que cuando me dijeron «Muchas gracias» significaba que me quedaría.
(Risas)
Subí corriendo las escaleras, y había un hombre sentado en los escalones.
Y apenas lo noté.
Era un observador.
Tres días después, ese hombre me llamó y me preguntó si me gustaría unirme al Alvin Ailey American Dance Theater.
Así es como sucedió, amigos, eso es todo.
No hay dramas ni traumas.
(Aplausos)
Así que pasé 15 años bailando con la compañia y luego la dirigí durante unos 21 años.
Si fueran negros, afroamericanos y bailarines en cualquier momento entre los años 40 y 70, tendrían mucho que decir, porque tu auténtica voz no se escuchaba.
Y no estabas siendo representado como realmente eras.
Alvin Ailey tuvo el coraje, justo en mitad del Movimiento por los Derechos Civiles, para presentar la verdad sobre quiénes éramos, que nuestra creatividad, belleza, nuestra inteligencia, talentos, eran una parte intrínseca de la panoplia de la cultura norteamericana.
Nuestro mantra siempre ha sido educar, entretener, y elevar a nuestro público.
El Sr.
Ailey creyó que el baile venía de las personas y necesitaba ser devuelto a las personas.
No bailábamos en vano.
Nuestra misión era servir a las personas.
Lo llamamos divulgación ahora, pero siempre ha sido parte de quiénes éramos y quiénes somos hasta el día de hoy, 60 años más tarde.
Ser inclusivo con el público siempre ha sido una parte importante de la compañía.
Nos preguntamos:
¿para quién bailamos?
¿Por qué bailamos, si no es para mostrar a la gente qué es ser humano y para conectar con el público para el que bailamos?
Siempre nos sentimos responsables de asegurar que la comunidad entendiera que lo que hacemos es parte de nuestra herencia.
No hacemos esto solo en Estados Unidos, lo hacemos en todo el mundo.
Hacemos más giras que cualquier compañía de danza en el mundo Después de que Nelson Mandela fuera liberado de la prisión, pensé: «Bueno, este es el momento de ir a Sudáfrica».
Y eso fue algo de alcance.
Fuimos a Johannesburgo, Soweto, y algunos otros municipios que estaban en una situación desesperada.
Y caí en la cuenta, ya que estábamos allí, era como: «Aquí estamos, en el corazón de la Madre África,
¿tratando de enseñar a estas personas a bailar?
»
(Risas)
Pero era nuestra ascendencia afroamericana lo que les interesaba, y la cultura que habíamos desarrollado en los últimos 400 años.
Recorrimos todo el mundo muchas veces, y ya sea que estamos en Europa, Sudamérica o Asia o en algún otro lugar, el público queda fascinado y emocionado.
Uds.
suenan fascinados y emocionados.
A veces con lágrimas en sus ojos, porque esta comunicación no verbal realmente funciona.
Y trata sobre abarcar a todos.
Alvin no necesitó explicarnos lo que sucedía en ese momento en los años 60 y 70; era obvio por qué hacíamos su obra.
Él supo de qué trataba la verdad de esa época, y no tenía miedo de revelarlo a través del baile.
Aprovechó cada emoción que tenía y que teníamos, y de la ira a la felicidad, al dolor y todo lo demás, él nos conocía.
Tomó nuestra historia y la convirtió en una danza poderosa.
Él y yo nos superponíamos generacionalmente.
No teníamos que hablar tanto sobre las cosas, porque comprendimos implícitamente nuestras responsabilidades compartidas.
Cuando me pidió que me hiciera cargo de la compañía antes de que falleciera en 1989, Me sentí preparada para sacarla adelante.
Alvin y yo éramos como partes del mismo árbol.
Él, las raíces y el tronco, y nosotros éramos las ramas.
Fui su musa.
Todos fuimos sus musas.
El ballet «Cry», que algunos de Uds.
pudieron haber visto, van a ver un extracto de él, fue hecho para mí, y Alvin lo dedicó a todas las mujeres negras, especialmente a nuestras madres.
Cuando Alvin y yo fuimos al estudio, por supuesto, él no pensaba: «Aquí estoy, creando una obra icónica».
¿Conocen a algún artista que haga eso?
No van al estudio a crear nada sino lo que viene con sinceridad desde tu corazón y espíritu.
Y confías en que tienes a un bailarín con el que puedes compartirlo.
El espacio de ensayo es un espacio sagrado, no puede ser molestado, porque es sobre conversar con el otro a través del espíritu.
Será mejor que tengas algo de técnica además para que puedas bailar.
(Risas)
Él aportó su Alvin a «Cry» y yo aporté a mi Judy.
Solo hice los pasos.
Y este fue un regalo de cumpleaños para su madre, porque no podía darse el lujo de darle un regalo tangible.
Cuando lo realicé por primera vez, fue agotador física y emocionalmente.
Aún no había repasado la obra completa de principio a fin.
El ballet dura 16 minutos.
Trata de una mujer orgullosa que en su viaje a través del Atlántico pasó por el infierno y sobrevivió.
Ella está exhausta, es una reina, y en esta sección, verán que está triunfante.
Lo consiguió, y ella está, en ese último paso que hace, superando cualquier cosa negativa, con su tremenda fuerza.
Y en el paso final, cava en la tierra y alcanza el cielo…
porque está despejando el espacio para el próxima viaje.
Lo interpreté en 1971, y aún seguimos despejando el espacio.
Permítanme dejarlos con una última reflexión.
Aquí estamos, en el siglo XXI, aún luchando por derechos civiles.
No pasa un día sin que nos demos cuenta de que la lucha continúa.
Creo que bailar puede elevar nuestra experiencia humana más allá de las palabras.
Y cuando están sentados en la oscuridad, en el teatro, teniendo una experiencia personal, no se sienten bloqueados e incomprendidos.
Se sienten expuestos, vivos, y, esperamos, inspirados.
Gracias.
(Aplausos)
(Música: «Right on.
Be free» por East Harlem) Quiero ir a donde sopla el viento del norte Quiero saber lo que sabe el halcón Quiero ir donde va el ganso salvaje Volando alto, volando alto, volando alto Quiero las nubes sobre mi cabeza No quiero una cama comprada en la tienda Voy a vivir hasta estar muerta Madre, madre, madre salva a tu hija Continúa, sé libre Continúa, sé libre Continúa, sé libre No quiero una cama comprada en una tienda Continúa Quiero las nubes sobre mi cabeza Sé libre No tengo tiempo para estar asustada Madre, madre, madre Salva a tu hija (Música) No quiero una cama comprada en una tienda Continúa Quiero las nubes sobre mi cabeza Continúa No tengo tiempo para estar asustada Madre, salva a tu hija Quiero ver un arcoiris en el cielo Quiero ver pasar las nubes Puedo hacer que mi carga sea un poco más ligera Señor, Señor, Señor
¿dondé estaré mañana por la noche?
Continúa Sé libre Continúa, sé libre Continúa, sé libre Continúa, sé libre Continúa, sé libre Continúa, sé libre Continúa, sé libre (La música se desvanece)
(Aplausos)
(Vítores)
(Aplausos)
(Vítores)
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/judith_jamison_and_members_of_the_alvin_ailey_american_dance_theater_revelations_from_a_lifetime_of_dance/