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Charla «Rita Pierson: Todo niño necesita un campeón» de TED Talks Education en español.
Rita Pierson, maestra durante 40 años, una vez escuchó a una colega decir: «No me pagan para querer a los niños». Su respuesta fue: «Los niños no aprenden de la gente que no les gusta». Un llamado conmovedor para instar a los educadores a creer en sus alumnos y para que se conecten verdaderamente con ellos a nivel personal y humano.
- Autor/a de la charla: Rita F. Pierson
- Fecha de grabación: 2013-05-07
- Fecha de publicación: 2013-05-03
- Duración de «Rita Pierson: Todo niño necesita un campeón»: 468 segundos
Traducción de «Rita Pierson: Todo niño necesita un campeón» en español.
He pasado mi vida entera ya sea en la escuela, en el camino a la escuela o, hablando de lo que pasa en la escuela.
Mis padres eran educadores, mis abuelos maternos eran educadores, y, durante los últimos 40 años, también me he dedicado a ello.
Entonces, sobra decirlo, durante esos años tuve la oportunidad de ver la reforma educativa desde muchas perspectivas.
Algunas de estas reformas han sido buenas.
Otras, no tanto.
Y sabemos por qué los niños abandonan la escuela.
Sabemos por qué los niños no aprenden.
Ya sea por la pobreza, el bajo nivel de asistencia o, las influencias negativas de los compañeros, sabemos el porqué.
Pero una de las cosas de las que nunca hablamos, o que rara vez hacemos, es el valor y la importancia de la conexión humana, de las relaciones.
James Comer dice que ningún aprendizaje significativo puede ocurrir sin una relación significativa.
George Washington Carver dice que todo aprendizaje es entender las relaciones.
Todos en esta sala han sido influenciados ya sea por un profesor o por un adulto.
Durante años, he observado a la gente enseñar.
He observado a los mejores, así como a algunos de los peores.
Una colega me dijo una vez: «No me pagan para querer a los niños.
Me pagan para enseñar una lección y que los niños la aprendan.
Debo enseñarla.
Ellos aprenderla.
Caso cerrado».
Le dije: «Bueno, ya sabes que los niños no aprenden de la gente que no les gusta».
(Risas)
(Aplausos)
Dijo: «Eso es sólo una sarta de tonterías».
Y yo le dije: «Bueno, tu año va a ser largo y arduo, querida».
Sobra decir que lo fue.
Algunas personas piensan que se puede tener, o no, lo que se necesita para construir una relación.
Creo que Stephen Covey tenía la idea correcta.
Dijo que sólo debes intentar algunas cosas simples como tratar de entender primero, antes de ser entendido, o cosas simples, como disculparse.
¿Alguna vez han pensado en eso?
Discúlpense ante un niño y lo dejarán en shock.
Una vez enseñé una lección sobre proporciones.
Realmente no soy buena con las matemáticas, pero estaba trabajando en ellas.
Al regresar miré la guía del maestro.
Había enseñado mal toda la lección.
(Risas)
Así que volví a la clase al día siguiente, y les dije: «Miren, chicos, necesito disculparme.
Enseñé mal toda la lección.
Lo siento muchísimo».
Me dijeron: «Está bien, maestra Pierson.
Estaba tan emocionada, que la dejamos seguir».
(Risas)
(Aplausos)
He tenido clases de un nivel tan bajo, tan deficientes académicamente que he llorado.
Me preguntaba,
¿cómo voy a llevar a este grupo en nueve meses desde donde están hasta donde tienen que estar?
Y fue difícil.
Fue muy duro.
¿Cómo elevo la autoestima de un niño junto con su rendimiento académico?
Un año se me ocurrió una idea brillante.
Les dije a todos mis alumnos: «Fueron elegidos para estar en mi clase porque soy la mejor maestra y Uds., los mejores estudiantes.
Nos han juntado para así mostrarles a los demás cómo se hace».
Uno de los estudiantes dijo: «
¿En serio?
»
(Risas)
Le dije: «En serio.
Tenemos que mostrarles a las otras clases cómo se hace, así que cuando caminemos por el pasillo noten nuestra presencia aún sin hacer ruido.
Basta con mostrarse orgullosos».
Y les di un frase que dice: «Yo soy alguien.
Yo era alguien cuando llegué.
Y seré un mejor alguien cuando me vaya.
Soy fuerte y poderoso.
Merezco la educación que aquí recibo.
Tengo cosas que hacer, gente a la que impresionar y, lugares donde ir».
Y dijeron: «¡Sí!» Si lo repiten lo suficiente empezará a ser parte de Uds.
Y entonces…
(Aplausos)
Les di un examen; 20 preguntas.
Un estudiante tuvo mal 18.
Le puse un «+2» en su hoja y una carita sonriente.
Me dijo: «Maestra Pierson,
¿esto es reprobado?
» Le dije: «Sí».
Dijo: «Entonces,
¿por qué me pone una carita sonriente?
» Le dije: «Porque estás en una racha.
Acertaste dos.
No tuviste todo mal».
Y dije: «Y luego que lo revisemos,
¿no lo harás mejor?
» Me dijo: «Sí, señora, puedo hacerlo mejor».
Miren, un «-18» te arruina la vida.
«+2», dijo, «no está nada mal».
(Risas)
(Aplausos)
Durante años vi a mi madre tomarse el recreo para revisar, las tardes para visitar a los alumnos, comprar peines y cepillos y mantequilla de maní y galletas y dejarlos en su escritorio para los niños que necesitaban comer, y una toalla y jabón para los niños que no olían tan bien.
Es difícil enseñar a los niños que apestan.
Y los niños pueden ser crueles.
Así que ella tenía esas cosas en su escritorio, y años más tarde, después de que se retiró, he visto a algunos de esos mismos niños venir y decirle: «Sabe, maestra Walker, Ud.
marcó una diferencia en mi vida.
Me ayudó a hacer algo de ella.
Me hizo sentir que era alguien, cuando en el fondo, sabía que no lo era.
Sólo quiero que vea en lo que me he convertido».
Cuando mi mamá murió hace dos años en el 92, había tantos ex-alumnos en su funeral, que lloré, no porque se había ido, sino porque dejó un legado de relaciones que nunca desaparecerán.
¿Podemos entablar más relaciones?
Absolutamente.
¿Te gustarán todos los niños?
Por supuesto que no.
Sabes que los niños más difíciles nunca faltan.
(Risas)
Nunca.
No te van a gustar todos, y los difíciles aparecen por una razón.
Es la conexión.
Las relaciones.
Y aunque no te gusten todos, lo importante es que nunca se enteren.
Así que los maestros son grandes actores y actrices, que venimos a trabajar aún cuando no sentimos ganas y obedecemos a una política sin sentido, pero seguimos enseñando.
Enseñamos porque es lo que hacemos.
La enseñanza y el aprendizaje deben traer alegrías.
¿Qué tan poderoso sería nuestro mundo si tuviésemos niños que no temiesen asumir riesgos, que no tuviesen miedo de pensar, y que tuviesen a un campeón?
Cada niño merece tener a un campeón, un adulto que nunca dejará de creer en ellos, que entienda el poder de la conexión, y les insista en que llegarán a ser lo mejor que pueden llegar a ser.
¿Es difícil este trabajo?
Les apuesto que sí, por Dios, que sí.
Pero no es imposible.
Podemos hacerlo.
Somos educadores.
Nacimos para marcar la diferencia.
Muchísimas gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/rita_pierson_every_kid_needs_a_champion/