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Charla «Robert Ballard: Explorando los Oceános» de TED2008 en español.
El explorador oceánico Robert Ballard en un alucinante viaje a los mundos submarinos escondidos, en donde junto a otros investigadores está encontrando vida, recursos e incluso montañas inesperadas. Expone los argumentos a favor de una exploración seria y la creación de mapas. ¿Google Ocean?
- Autor/a de la charla: Robert Ballard
- Fecha de grabación: 2008-02-29
- Fecha de publicación: 2008-05-20
- Duración de «Robert Ballard: Explorando los Oceános»: 1099 segundos
Traducción de «Robert Ballard: Explorando los Oceános» en español.
La primera pregunta es ésta.
Este país tiene dos programas de exploración: Uno es la NASA, con la misión de explorar la gran lejanía, los cielos, a donde todos queremos ir si tenemos suerte.
Podeis ver que tenemos el Sputnik y el Saturn y otras manifestaciones de la exploración espacial.
También hay otro programa de otra agencia del gobierno, en exploración oceanográfica.
Es la NOOA, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
Y mi pregunta es ésta:
¿Por qué ignoramos a los océanos?
La razón es, o no la razón, pero sí el motivo de mi pregunta.
Si comparamos el presupuesto anual de la NASA para explorar los cielos, ese presupuesto de un año financiaría a la NOAA para explorar los océanos durante 1600 años.
¿Por qué?
¿Por qué miramos hacia arriba?
¿Porque es el cielo?
¿Y el infierno está aquí abajo?
¿Es por una cuestión cultural?
¿Por qué se teme a los océanos?
¿O es que asumen que el océano es sólo un lugar oscuro y deprimente sin nada que ofrecer?
Voy a llevarles en un viaje de 16 minutos por el 72% del planeta, así que abróchense los cinturones.
Lo que haremos es sumergirnos en mi mundo.
Y voy a intentar…
Espero explicar lo siguiente.
De hecho lo haré ahora por si me olvido, Todo lo que les voy a enseñar no estaba en mis libros de texto cuando yo iba al colegio.
Ni siquiera estaba en los libros de mi universidad.
Soy geofísico y cuando era estudiante, en mis libros de ciencia de la tierra tenía que dar la respuesta equivocada para sacar un 10.
Soliamos ridiculizar el movimiento de los continentes.
Nos reíamos de ello.
Aprendimos el ciclo geosinclinal de Marshall Kay, que son un montón de tonterías.
En nuestro contexto actual son un montón de tonterías, pero era la ley de la geología, los movimientos tectónicos verticales.
Todo lo que nos encontramos en nuestras exploraciones y descubrimientos de los oceános son en su mayoría descubrimientos accidentales.
Descubrimientos hechos por casualidad.
Estábamos buscando algo y encontramos otra cosa.
Y todo de lo que vamos a hablar representa la décima parte del 1% de una ojeada, porque eso es todo lo que hemos visto.
Tengo una representación.
Esta es la representación de lo que veríamos si pudiéranos quitar el agua.
Da la falsa impresión de que es un mapa.
No es un mapa.
De hecho tengo otra copia en mi oficina y le pregunto a la gente,
¿por qué hay montañas aquí en esta área pero no hay ninguna aqui?
Y ellos dicen, «bueno, eeh, no lo se».
¿Es una fractura?
¿Un punto caliente?
» No, ésa es la única zona donde ha estado un barco.
La mayor parte del hemisferio sur está inexplorado.
Teníamos mas buques de exploración ahí abajo durante la época del capitán Cook que ahora.
Es increíble.
Así que nos vamos a sumergir en el 72 por ciento del planeta porque es muy ingenuo pensar que el conejo de Pascua puso todos los recursos en los continentes.
(Risas)
Es simplemente ridículo.
Estamos constantemente jugando al juego de suma cero Lo vamos a sacar de algún otro sitio.
Yo creo en enriquecer la economía.
Y estamos dejando tanto encima de la mesa, el 72 por ciento del planeta.
Y como mencionaré más adelante en la presentación, el 50 por ciento de los Estados Unidos yace bajo el mar.
el 50 por cien de nuestro país, que poseemos con total jurisdicción, con todos los derechos para hacer lo que queramos, yace bajo el mar y tenemos mejores mapas de Marte que de ése 50 por ciento.
¿Por qué?
Bien.
Yo comencé mis exploraciones de la forma difícil.
Por entonces..
en realidad en mi primera expedición fue cuando tenía 17 años.
Hace 49 años.
Calculen, tengo 66.
Y me hice a la mar en un barco sencillo y casi nos hundimos con una ola gigante e inesperada, yo era demasiado joven…
¡Pensaba que era genial! Yo era surfista y pensé «¡qué ola tan increíble!» Y casi hundimos el barco, pero me quedé embelesado con la preparación de expediciones.
Durante los últimos 49 años he hecho unas 120,121…
y sigo haciéndolas…
Pero al principio la única forma de llegar al fondo era arrastrarse al interior de un submarino, uno muy pequeño y bajar hasta el fondo.
Me sumergí varios tipos de sumergibles de immersión profunda.
Alvin, Sea Cliff y Cyana, y todos los mejores sumergibles profundos que tenemos, unos ocho.
De hecho, en un día bueno puede haber cuatro o cinco personas a la profundidad media de la tierra…
cuatro o cinco de los billones que somos.
Y es muy difícil llegar allí si lo haces físicamente.
Pero estaba embelesado y en mis años de universidad era el amanecer de las placas tectónicas.
Y nos dimos cuenta de que la mayor cordillera de la tierra yace bajo el mar.
La dorsal oceánica sobresale como la costura de una pelota de béisbol.
Ésta está en una proyección de Mercator.
pero si la pusiéramos en una proyección de área real veríamos que la dorsal oceánica ocupa el 23% de la superficie total de la tierra.
Casi la cuarta parte de nuestro planeta es una única cordillera y no entramos en ella hasta después de que Neil Armstrong y Buzz Aldrin fueran a la Luna.
Fuimos a la luna, jugamos al golf allí, antes de ir al mayor accidente de nuestro planeta Nuestro interés en esta cordillera, como científicos de la tierra, no era sólo por su enorme tamaño que domina el planeta, sino por el papel que juega en la génesis de la corteza terrestre.
Porque es el eje de la dorsal oceánica donde las grandes placas se separan.
Y como un organismo vivo, si se rasga sangra líquido fundido, que se alza para curar esa herida desde la astenosfera, se endurece, forma nuevo tejido y se mueve lateralmente.
Pero realmente nadie había ido al sitio mismo del borde de creación, como la llamamos, dentro del Rift Valley, hasta que siete de nosotros nos deslizamos en nuestros submarinitos en el verano de 1973/1974 y fuimos los primeros seres humanos en entrar en el Gran valle del Rift Bajamos dentro del valle del Rift Es así excepto por una cosa: está totalmente oscuro.
Está totalmente oscuro porque los fotones no pueden llegar a la profundidad media del oceáno que es de 4 kilómetros.
En el valle del Rift es de unos 3 km.
La mayor parte del planeta no siente el calor del sol.
La mayor parte del planeta está siempre a oscuras.
Y por eso no hay fotosíntesis en las profundidades.
Y sin la fotosíntesis no hay vida vegetal y como consecuencia hay muy poca vida animal en el mundo submarino.
O eso creíamos.
Por eso en nuestras primeras exploraciones nos centramos totalmente en el borde de creación buscando rasgos volcánicos a lo largo de esos 70.000 Km.
A lo largo de esos 70.000 km.
hay decenas de miles de volcanes activos.
Decenas de miles de volcanes activos.
Hay más volcanes activos bajo el mar que sobre la tierra por dos órdenes de magnitud.
Así que es una zona increíblemente activa, no sólo un sitio oscuro y aburrido, es un sitio muy vivo.
Y se estaba abriendo.
Pero estábamos enfrentándonos a un asunto científico concreto.
No podíamos entender por qué había una montaña bajo tensión.
Por la teoría de las placas tectónicas sabíamos que si había colisión de placas, tenía sentido, podían chocar unas con otras, podían engrosar la corteza, ésta se elevaría.
Por eso hay conchas en el monte Everest.
No fue una inundación, fueron elevadas hasta allí.
Entendíamos que hubiera montañas bajo compresión pero no por qué había montañas bajo tensión.
No debería haberlas.
Hasta que uno de mis colegas dijo: «Me parece una burbuja térmica, la dorsal oceánica debe ser una curva de refrigeración».
Dijimos: «Vamos a averiguarlo.» Incrustamos un puñado de sondas térmicas.
Todo tenía sentido excepto en el eje, que faltaba calor.
Faltaba calor.
Estaba caliente, pero no suficiente.
Así que vinimos con múltiples hipótesis, hay hombrecillos verdes llevándosela allí abajo.
Hay muchas cosas diferentes sucediendo.
Pero la única lógica era que fueran aguas termales.
Así que debían de ser aguas termales submarinas.
Organizamos una expedición para buscar el calor desaparecido.
Y fuimos a lo largo de esta cordillera en una área en la falla de Galápagos, y encontramos el calor perdido.
Fue increíble.
Estas chimeneas gigantes, descomunales.
Llegamos hasta ellas con nuestro sumergible.
Queríamos obtener una muestra de la temperatura, nos metimos allí, la observamos…
se fue de escala El piloto hizo su gran observación: «Está caliente».
(Risas)
Y luego nos dimos cuenta de que la muestra estaba hecha del mismo material.
Se podía haber fundido.
Pero resulta que la temperatura de salida era de 343 ºC, temperatura suficiente para derretir plomo Así es como se ve uno de verdad en la cresta de Juan de Fuca Lo que están viendo es un increíble órgano de tubos de productos químicos saliendo del océano.
Todo lo que ven en esta imagen es, de pureza comercial, cobre, plomo, plata, zinc y oro.
Así que el conejo de Pascua sí puso cosas en el suelo del océano, y hay depósitos enormes de metales pesados, y eso es lo que hicimos en esa cordillera.
Hicimos grandes descubrimientos de yacimientos de calidad comercial a lo largo de esta cordillera, pero fue pequeño comparado con lo que descubrimos.
Descubrimos una profusión de vida en un mundo en el que no debería haberla.
Gusanos de tubo gigantes de 3 metros.
Recuerdo haber usado mi propio vodka para conservarlo porque no llevábamos formaldehído.
Encontramos estos increíbles almejares sobre roca estéril…
almejas grandes, y cuando las abrimos no parecían almejas.
Cuando las abrimos no tenían la anatomía de una almeja.
Sin boca, intestinos, aparato digestivo.
Sus cuerpos habían sido reemplazados por otro organismo, una bacteria que había averiguado como reproducir la fotosíntesis en la oscuridad mediante un proceso que ahora llamamos quimiosíntesis.
No había nada de eso en nuestros libros de texto.
No sabíamos nada sobre este sistema de vida.
No lo habíamos predicho.
Nos lo encontramos buscando el calor desaparecido.
Así que quisimos acelerar este proceso.
Queríamos salir de ese tonto viaje de arriba a abajo en un submarino.
A una media de 4 km de profundidad, dos horas y media para llegar al trabajo cada mañana.
Dos horas y media para volver a casa.
Cinco horas de viaje para trabajar.
Tres horas para llegar al fondo, distancia media recorrida: 1,6 km.
(Risas)
En una cordillera de 68.000 km.
Gran seguridad de trabajo, pero no la manera de hacerlo.
Así que empecé a diseñar una nueva tecnología de telepresencia usando sistemas robóticos para replicarme a mí mismo, de manera que no tuviera que conducir mi vehículo.
Empezamos a introducir eso en nuestras exploraciones, y continuamos haciendo grandes descubrimientos con nuestra nueva tecnología robótica.
Otra vez, buscando otra cosa, moviéndonos de una parte a la otra de la dorsal oceánica.
Los científicos estábamos fuera observando y encontramos formas increíbles de vida.
Encontramos criaturas nuevas nunca vistas antes.
Pero aún más importante, descubrimos edificios ahí abajo que no entendíamos.
No tenía sentido.
No estaban encima de una cámara magmática.
No deberían estar allí.
La llamamos la Ciudad perdida.
Y la Ciudad perdida se caracterizaba por estas increíbles formaciones calizas y pozas dadas vuelta.
Miren eso.
¿Cómo harían eso?
Es agua patas arriba.
Bajamos, tomamos muestras y descubrimos que tenía el pH de la lejía.
Un pH de 11, y tenía una bacteria quimiosintética viviendo en ella, en este medio tan extremo.
Las fuentes hidrotermales estaban en un medio ácido.
Y en el otro extremo en un medio alcalino en un pH de 11, hay vida.
Así que la vida era mucho más creativa de lo que creíamos.
Otra vez, descubierto por accidente.
Hace sólo dos años trabajando en Santorini, en donde la gente tomaba el sol en la playa, sin saber que tenían una caldera cerca, encontramos sistemas chimeneas hidrotermales increíbles y más sistemas de vida.
Esto estaba a tres kilómetros de donde la gente se bronceaba, y eran ajenos a la existencia de ese sistema.
Nuevamente, paramos en la orilla del agua.
Recientemente, sumergiéndonos en el Golfo de Méjico, buscando pozas de agua esta vez no lo de abajo arriba, el lado correcto arriba.
Bingo.
Crees que estás en la superficie hasta que pasa un pez.
Buscando pozas de agua de mar formados por diapiros de sal.
Cerca había metano.
Nunca había visto volcanes de metano.
En vez de escupir lava escupían grandes burbujas de metano.
Y estaban creando esos volcanes, y había corrientes, no de lava, sino de lodo saliendo de la tierra impulsado por…
No lo había visto nunca.
Sigamos, no hay sólo historia natural bajo el mar.
Historia humana.
Nuestros descubrimientos del Titanic.
El descubrimiento de que el fondo marino es el museo más grande del mundo.
Contiene más historia que todos los museos del mundo juntos.
Y sin embargo aún ahora estamos entrando en él.
Encontrando el estado de conservación.
encontramos en Bismarck a 4,9 km.
Luego el Yorktown.
La gente siempre pregunta: «
¿Encontrasteis el barco correcto?
» Ponía Yorktown en la popa.
(Risas)
Más recientemente, encontramos historia antigua.
¿Cuántos antiguos navegantes tuvieron un mal día?
Un millón.
Los hemos estado descubriendo en las antiguas rutas comerciales donde no deberían estar.
El naufragio sucedió 100 A.C.
Este naufragó llevando un templo romano prefabricado a la Home Depot.
Y este se hundió en tiempos de Homero en el 750 A.C.
Más recientemente, hicimos exploraciones en el Mar Negro.
Como no hay oxígeno es la reserva más grande de ácido sulfídrico de la tierra.
Los naufragios se conservan perfectamente.
Todos los materiales orgánicos se conservan perfectamente.
Empezamos a excavarlos.
Esperamos empezar a recoger los cuerpos en perfectas condiciones con su ADN.
Miren el estado de conservación.
Aún se ve la marca del carpintero.
Miren el estado de estos artefactos Aún se ve la cera goteando.
Cuando se hundían se sellaban.
Este barco se hundió hace 1500 años.
Afortunadamente pudimos convencer al Congreso.
Empezamos yendo a la colina y al pasillo.
Y hace poco robamos un barco de la Marina de EE.UU.
El Okeanos Explorer en esta misión.
Esta misión es la mejor que se consigue.
Esta misión es ir a dónde nadie ha ido antes de la Tierra.
Y estaba mirándolo ayer, allí, en Seattle.
(Aplausos)
Empezará a funcionar este verano y empezará su viaje de exploración.
Pero no tenemos ni idea de lo que vamos a encontrar cuando salimos allí con nuestra tecnología.
Pero seguro que va a ser un viaje a la América desconocida.
Esta es la parte de los Estados Unidos que yace bajo el mar.
Poseemos todo ese azul y, sin embargo, como dije, particularmente la zona del territorio oeste.
No tenemos mapas de ese territorio.
No tenemos mapas.
Tenemos mapas de Venus y no del territorio oeste.
De la manera en que vamos a hacerlo no tenemos ni idea de qué vamos a descubrir.
No tenemos ni idea de qué vamos a descubrir.
Vamos a descubrir un antiguo navío, una estatua fenicia en Brasil, nuevas formaciones de roca, una nueva vida.
Vamos a hacerlo como en urgencias en un hospital.
Vamos a conectar nuestro puesto de control con un satélite de banda ancha a un edificio que estamos construyendo en la Universidad de Rhode Island llamado el Interspace Center.
Y dentro de eso vamos a dirigirlo como un submarino nuclear, un equipo blue gold, encendiéndolo y apagándolo, funcionando 24 horas al día.
Se hace un descubrimiento y se ve enseguida en el puesto de control centralizado un segundo después.
Pero después se contecta por internet también…
la nueva carretera de Internet que hace que Internet parezca un camino sucio en la carretera de la información…
con 10 gigabits de amplitud de banda.
Iremos a áreas de las que no tenemos conocimiento.
Hay una gran sábana negra sobre nuestro planeta.
Haremos un mapa en pocas horas, difundiremos mapas a las grandes universidades.
El 90 por ciento de la inteligencia oceanográfica de este país está en 12 universidades.
Está todo en 12.
Podemos entonces crear un puesto de control centralizado.
Éste es un puesto de control de la Universidad de Washington.
Ella está hablando con el piloto.
Está a 8000 Km pero está al mando.
Pero lo bonito de esto también es que podemos difundirlo a los niños.
Podemos difundirlo.
Pueden seguir esta expedición.
He empezado un programa…
¿Dónde estás Jim?
Jim Young me ayudó a empezar un programa llamado el Proyecto Jason.
Hace poco empezamos un programa con the Boys and Girls Clubs of America para poder usar la exploración, y el entusiasmo por la exploración de la vida para motivarles y animarles y después darles algo para lo que ya están preparados.
No dejaría a un adulto conducir mi robot.
No tenéis suficiente experiencia en videojuegos.
Pero dejaré que un niño sin licencia tome el control de mi vehículo.
(Aplausos)
Porque queremos crear…
Queremos crear las aulas del mañana.
Tenemos una competición muy dura, necesitamos motivarles y ya se está haciendo.
Ganamos o perdemos a un ingeniero o científico en octavo.
El juego no está perdido.
Se pierde en octavo…
no está empezando.
Necesitamos estar orgullosos no sólo de los universitarios.
Sino de los estudiantes de secundaria.
Y cuando tengamos a los mejores estudiantes del mundo tendremos a los mejores niños saliendo de ese sistema.
Porque esto es lo que queremos.
Esto es lo que queremos.
Esta es una jovencita, no está viendo un partido de fútbol, ni uno de baloncesto.
Está viendo una exploración de vida a cientos de kilómetros, y sólo está naciendo en ella lo que está viendo.
Y cuando tienes una boca abierta puedes informarle.
Puedes poner tanta información en esa mente, está en modo recepción completo.
(Aplausos)
Espero que ella sea una futura ingeniera o científica en la batalla por la verdad.
Y mi pregunta final es…
¿Por qué no queremos movernos al mar?
¿Por qué tenemos programas para construir asentamientos en Marte y para colonizar la luna pero no para colonizar nuestro planeta?
Y la tecnología está ahí.
Muchas gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/robert_ballard_the_astonishing_hidden_world_of_the_deep_ocean/