Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » Si los superpoderes fueran reales: Vuelo – Joy Lin – Charla TED-Ed

Si los superpoderes fueran reales: Vuelo – Joy Lin – Charla TED-Ed

Charla «Si los superpoderes fueran reales: Vuelo – Joy Lin» de TED-Ed en español.

Ver la lección completa en: http://ed.ted.com/lessons/if-superpowers-were-real-flight-joy-lin

¿Qué pasaría si el vuelo humano no fuera solo tema de las historietas épicas? ¿Es científicamente posible volar? En esta serie, Joy Lin aborda seis superpoderes y revela, desde la ciencia, cuán realista pueden ser para nosotros los simples mortales.

Lección de Joy Lin, animación de Cognitive Media.

  • Autor/a de la charla: Joy Lin
  • Fecha de grabación: 2013-06-27
  • Fecha de publicación: 2019-02-12
  • Duración de «Si los superpoderes fueran reales: Vuelo – Joy Lin»: 273 segundos

 

Traducción de «Si los superpoderes fueran reales: Vuelo – Joy Lin» en español.

Si los humanos pudiéramos volar, sin herramientas ni máquinas, ¿a qué velocidad lo haríamos? Hasta 2012, la plusmarca mundial de velocidad en distancias cortas es de unos 43 km por hora.

La velocidad de carrera depende de la cantidad de fuerza que ejercen las piernas del corredor, y de acuerdo a la segunda ley del movimiento de Newton, la fuerza es el producto de la masa por la aceleración.

Y tercera ley de Newton dice que para cada acción, hay una reacción igual y opuesta.

Eso significa que correr requiere un suelo con el cual impulsarse, y el suelo empuja contra el pie del corredor.

Así, volar sería en realidad más parecido a nadar.

Michael Phelps es actualmente el hombre más rápido en el agua y el atleta olímpico más laureado de todos los tiempos.

Adivina a qué velocidad nada.

La respuesta podría sorprenderte.

Su mayor velocidad registrada es de menos de 8 km por hora.

Un niño en el suelo puede superar fácilmente a Michael Phelps en el agua, pero, ¿por qué? Bueno, volvamos a la tercera ley del movimiento de Newton.

Cuando corremos, avanzamos presionando contra el suelo con nuestros pies y el suelo empuja hacia atrás, impulsándonos hacia adelante.

El suelo es sólido.

Por definición, eso significa que las partículas están firmes en un lugar y deben devolver el empuje, en vez de hacerse a un lado, pero el agua es líquida y fluye con facilidad.

Cuando nos movemos, nuestras extremidades empujan hacia atrás en el agua, parte de las moléculas de agua se deslizan unas sobre otras en vez de devolver el empuje.

Ahora, pensemos en volar.

El aire tiene mucho más espacio libre para que las partículas se muevan unas sobre otras de modo que se derrocharía más energía.

Habría que impulsar mucho aire hacia atrás para poder avanzar.

Los astronautas se mueven en los transbordadores en gravedad cero cuando están en el espacio tirando de manijas instaladas en las paredes del techo y del piso del transbordador.

Supongamos que tuvieras la capacidad de flotar.

¿Cómo te moverías en medio de la calle? Bueno, no llegarías muy lejos nadando en el aire, ¿no? ¡No, no lo creo! Pero suponiendo que pudieras flotar y desplazarte de manera eficiente, hablemos de la altura del vuelo.

Según la ley de los gases ideales, PV = nRT, presión y temperatura tienen una correlación positiva; o sea, aumentan y disminuyen juntas.

Esto se debe a que el aire se expande en volumen con menos presión, y así las moléculas tienen más espacio para moverse sin chocar unas contra otras y crear calor.

Como la presión atmosférica es mucho más baja en altitudes elevadas, haría mucho frío si volaras sobre las nubes.

Tendrías que abrigarte para mantener la temperatura corporal por encima de los 35°C, de otro modo empezarías a templar abruptamente, gradualmente perderías la conciencia, hasta que al final caerías del cielo por la pérdida del control muscular ¡de la hipotermia! Ahora bien, la ley de los gases ideales implica que conforme la presión disminuye, el volumen de gas aumenta.

Por lo tanto, si volaras hacia arriba demasiado rápido, el gas inerte de tu cuerpo se expandiría rápidamente como la soda burbujea cuando la sacudes.

El fenómeno se conoce como «embolia gaseosa», síndrome de descompresión, o «enfermedad de los buzos» dado que los buzos experimentan esto cuando suben demasiado rápido.

Esto produce dolor, parálisis, o la muerte, en función de lo espumosa que se ponga la sangre.

Bien, digamos que quieres volar solo unos metros sobre el piso, seguir viendo las señales de tránsito y respirar oxígeno con facilidad.

Aún así necesitarás gafas y un casco para protegerte de pájaros, insectos, señales de tránsito, cables de electricidad, y otros humanos voladores, incluyendo a los polis aéreos dispuestos a emitir boletas si no sigues la reglas de navegación, amigo.

Y, recuerda, si tienes un choque en el aire que te deje inconsciente, descenderás en caída libre hasta impactar en el piso.

Sin la sociedad o las leyes de la física, volar sería una capacidad totalmente increíble.

Pero, incluso si pudiéramos simplemente flotar unos pocos metros sobre el suelo y solo movernos a paso de tortuga, te digo, de todos modos sería algo genial, ¿no crees? Sí, creo que sí.

¿Qué otra clase de física de superpoderes explorarás a continuación? Cambio en tamaño y contenido del cuerpo, súpervelocidad, vuelo, súperfuerza, inmortalidad e invisibilidad.

https://www.ted.com/talks/joy_lin_if_superpowers_were_real_flight/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *