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Charla «Simon Berrow: ¿Cómo salvar a un tiburón del que no sabes nada?» de TEDxDublin en español.
Es el segundo pez más grande del mundo, está casi extinto y no sabemos casi nada de él. En TEDxDublin, Simon Berrow describe al fascinante tiburón peregrino («leviatán del sol», en irlandés) y nos muestra la forma excepcional —y maravillosamente casera— como está aprendiendo lo necesario para salvarlos.
- Autor/a de la charla: Simon Berrow
- Fecha de grabación: 2010-03-29
- Fecha de publicación: 2012-02-16
- Duración de «Simon Berrow: ¿Cómo salvar a un tiburón del que no sabes nada?»: 1006 segundos
Traducción de «Simon Berrow: ¿Cómo salvar a un tiburón del que no sabes nada?» en español.
Los tiburones peregrinos son criaturas increíbles.
Son simplemente magníficos.
Alcanzan los 10 metros de largo, o incluso más.
Llegan a pesar dos toneladas.
Y dicen que hasta cinco toneladas.
Es el segundo pez más grande del mundo.
Son animales inofensivos que se alimentan de plancton.
Y se cree que pueden filtrar un kilómetro cúbico de agua por hora y comer 30 kilos de zooplancton al día para sobrevivir.
Son criaturas fantásticas.
En Irlanda tenemos la suerte de tener muchos de ellos y muchas oportunidades para estudiarlos.
También fueron muy importantes para las comunidades costeras, desde hace cientos de años, especialmente en la zona aledaña a Claddagh, Duff, Connemara, donde los agricultores de subsistencia solían navegar en sus barcazas y botes.
A veces iban lejos de la costa, quizás al «Banco de Peces Luna», que queda a unos 50 km al oeste de la isla de Achill, a matar tiburones peregrinos.
Este es un grabado antiguo de los 1700-1800.
Fueron muy importantes por el aceite de sus hígados.
El hígado representa un tercio del tamaño del tiburón peregrino y está lleno de aceite.
Se obtenían muchos litros de aceite de su hígado.
Principalmente se usaba para iluminación, pero también para curar heridas, entre otros usos.
De hecho, el alumbrado público en 1742 de Galway, Dublín y Waterford funcionaba a base de aceite de pez luna.
Y «pez luna» es una de las denominaciones del tiburón peregrino.
Así que eran animales muy importantes.
Llevan aquí mucho tiempo, han sido muy importantes para las comunidades costeras.
Quizá el caladero de tiburones peregrinos mejor documentado del mundo sea el de la isla de Achill.
Esta es la bahía Keem en la isla de Achill.
Los tiburones solían entrar a la bahía.
Y los pescadores ataban una red en una punta y la enlazaban a otra red.
Cuando venía el tiburón, se metía en la red y quedaba enredado en ella.
A menudo el tiburón se asfixiaba.
O a veces iban remando en sus botes y los mataban enterrándoles una lanza en el pescuezo.
Luego remolcaban a los tiburones hacia Puerto Purteen, los hervían y usaban su aceite.
También solían usar la carne como fertilizante y cortarles la aleta.
Esta quizá sea la mayor amenaza para los tiburones del mundo: el cercenamiento de las aletas.
Gracias a «Tiburón» a menudo les tememos.
Los tiburones matan quizá a 5 ó 6 personas al año.
Hace poco murió alguien; hace un par de semanas.
Nosotros matamos 100 millones de tiburones al año.
No se cuál es el saldo pero creo que los tiburones tienen más derecho a temernos que nosotros a ellos.
Era un caladero bien documentado y, como pueden ver aquí, alcanzó su máximo en los 50 cuando faenaban 1500 tiburones al año.
Y descendió muy rápido; un ciclo clásico en la pesca, lo que sugiere que se agotaron las reservas o que las tasas de reproducción son bajas.
Mataron unos 12 000 tiburones en este período, simplemente tendiendo una cuerda en la punta de la bahía Keem, en la isla de Achill.
Esto continuó hasta mediados de los 80, sobre todo en lugares como Dunmore East en el condado de Waterford.
Y hasta el año 85 seguían matando entre 2500 y 3000, muchos a manos de barcos noruegos.
Eso negro no puede verse bien pero son barcos noruegos cazando tiburones y la línea negra en la cofa significa que es un barco tiburonero en vez de un barco ballenero.
La importancia de los tiburones peregrinos para las comunidades costeras se refleja en el idioma.
Sin presumir de mis dotes para el irlandés sé que en Kerry se los conocía como «Ainmhide na seolta», el monstruo con velas.
Y otro nombre sería «Liop una lapa da», la bestia deforme de dos aletas.
«Liabhan mor», un animal grande.
O mi favorita, «Liabhan chor greine», el leviatán del sol.
Y ese es un nombre precioso, evocador.
En Tory Island, lugar extraño, se los conocía como muldoons y nadie parece saber por qué.
Espero que no haya nadie de Tory aquí; precioso lugar.
Pero por toda la isla se les conoce comúnmente como pez luna (pez sol, en inglés) dado su hábito de salir a la superficie cuando está soleado.
Hay gran preocupación por la merma de tiburones peregrinos en todo el mundo.
Algunos dicen que no es una disminución de la población.
Podría ser un cambio en la distribución del plancton.
Y se piensa que los tiburones peregrinos podrían ser indicadores fantásticos del cambio climático, ya que van midiendo el plancton continuamente al ir nadando con la boca abierta.
Ya han sido definidos como vulnerables por la UICN.
Hay iniciativas europeas para tratar de detener su pesca.
y hoy se prohíbe pescarlos o incluso sacarlos del agua aún si son pescados en forma accidental.
En Irlanda no están protegidos.
De hecho, no existe ninguna ley que los ampare en Irlanda, a pesar de nuestra preocupación por la especie y por el contexto histórico de los tiburones peregrinos.
Sabemos muy poco sobre ellos.
Y gran parte de lo que sabemos se basa en su hábito de salir a la superficie.
Tratamos de adivinar qué hacen a partir de su comportamiento en la superficie.
Recién el año pasado, en una conferencia en la Isla de Man, presencié lo extraño que es vivir en un lugar en donde estos tiburones salen a la superficie con frecuencia y regularidad previsible a «tomar sol».
Tener la experiencia de verlos es una oportunidad científica fantástica ya que son criaturas increíbles.
Es una oportunidad fantástica para estudiarlos y tener acceso a ellos.
Por eso desde hace un par de años, y en especial el año pasado, empezamos a etiquetar tiburones como para hacernos una idea de la fidelidad visual, de los movimientos, etc.
Nos concentramos principalmente en North Donegal y West Kerry por ser mis principales zonas de actividad.
Los etiquetamos de manera muy sencilla, casera, con un palo grande y largo.
Esta es una caña de pescar con una etiqueta en el extremo.
Vamos al frente del bote y etiquetamos al tiburón.
Fuimos muy eficaces.
Etiquetamos 105 tiburones el verano pasado.
Etiquetamos 50 en tres días en la Península de Inishowen.
La mitad del problema es estar en el lugar correcto en el momento justo.
Pero es una técnica muy simple y fácil.
Les mostraré cómo es.
Usamos una cámara telescópica para filmar a los tiburones.
El propósito inicial es establecer el género del tiburón.
También pusimos un par de etiquetas satelitales, de alta tecnología.
Son etiquetas historizadoras.
Sirven para almacenar información.
Una etiqueta satelital sólo funciona si está sobre el agua y puede enviar una señal al satélite.
Por supuesto, los tiburones y los peces pasan mucho tiempo bajo el agua.
Esta etiqueta calcula la ubicación del tiburón dependiendo del momento de la puesta del sol, de la temperatura del agua y la profundidad.
Y uno tiene que reconstruir el camino.
Uno pone la etiqueta para que se desprenda del tiburón pasado un tiempo, en este caso ocho meses.
Y precisamente ese día se desprendió la etiqueta, dijo hola al satélite y envió los datos necesarios para trabajar.
Esta es la única forma para calcular el comportamiento y los movimientos cuando están bajo el agua.
Y trazamos un par de mapas.
Aquí pueden ver que ambos fueron etiquetados en Kerry.
El primero pasó los últimos ocho meses en aguas irlandesas.
En Navidad estaba en el límite de la plataforma continental.
Y este otro mapa aún no lo hemos contrastado con la temperatura superficial del mar y la profundidad del agua, pero el segundo tiburón pasó más tiempo en el Mar de Irlanda.
El año pasado unos colegas de la Isla de Man etiquetaron un tiburón que fue desde la Isla de Man hasta Nueva Escocia en unos 90 días.
Son 9500 kilómetros.
Creíamos que eso nunca ocurría.
Otro colega en los EE.UU.
etiquetó unos 20 tiburones en Massachusetts pero no le resultó.
Todo lo que conoce es el lugar donde los etiquetó y sabe dónde se desprendieron las etiquetas; fue en el Caribe e incluso en Brasil.
Pensábamos que los tiburones peregrinos eran de clima templado y sólo vivían en nuestra latitud.
Pero obviamente también cruzaron la línea del Ecuador.
Así de básico es lo que estamos intentando aprender sobre los tiburones peregrinos.
Algo que me sorprende y extraña mucho es lo baja que resulta ser la diversidad genética de los tiburones.
No soy genetista así que no pretendo entender la genética.
Por eso es bueno colaborar con otros profesionales.
Yo trabajo en terreno, me daría pánico si tuviera que pasar muchas horas en un laboratorio con una bata blanca; sáquenme de ahí.
Por eso es bueno trabajar con expertos que entienden del tema.
Al observar la genética de los tiburones peregrinos hallaron una diversidad increíblemente baja.
Si observan la primera línea verán que todas estas especies son muy similares.
Creo que esto significa que todos son tiburones y tienen un ancestro en común.
Si analizamos la diversidad de nucleótidos, la genética heredada de los padres, pueden ver que, comparándolos al primer estudio, los tiburones peregrinos son un orden de magnitud menos diversos que otras especies de escualos.
Como ven, este trabajo es de 2006.
Antes de 2006 no teníamos ni idea de la variabilidad genética del tiburón peregrino.
Ni idea.
¿Había diferentes poblaciones?
¿Había subpoblaciones?
Por supuesto, eso es muy importante si uno quiere conocer el tamaño de la población y el estado de los animales.
Así, Les Noble en Aberdeen encontró esto un poco increíble.
Por eso realizó otro estudio mediante microsatélites que son mucho más caros en recursos y en tiempo y, para su sorpresa, arrojó resultados casi idénticos.
Así que al parecer, por alguna razón, los tiburones peregrinos tienen una diversidad increíblemente baja.
Se cree que quizá hubo un cuello de botella genético hace 12 000 años que produjo una diversidad muy baja.
Sin embargo, si observamos los tiburones ballena, el otro gran tiburón que se alimenta de plancton, su diversidad es mucho más grande.
Por eso no se entiende mucho.
Hallaron que no había diferenciación genética entre los tiburones peregrinos de los distintos océanos.
Si bien hay tiburones peregrinos en todo el mundo, no podríamos identificar las diferencias genéticas entre uno del Pacífico, del Atlántico, de Nueva Zelanda, de Irlanda o Sudáfrica.
Todos parecen ser iguales.
Es bastante sorprendente.
Uno no esperaría ese resultado.
Yo no lo entiendo, ni pretendo entenderlo.
Sospecho que los genetistas tampoco lo entienden pero ellos son los que obtienen estos resultados.
Podemos estimar el tamaño de la población en función de la diversidad genética.
Rus Hoelzel calculó un tamaño de la población efectivo: 8200 animales.
Eso es todo.
8000 animales en el mundo.
Están pensando: «Eso es ridículo.
No es posible».
Les realizó un estudio más fino y llegó a unos 9000.
Con distintos microsatélites, hubo resultados diferentes.
Pero el promedio de todos los estudios arrojó una media de 5000, que yo personalmente no creo por mi escepticismo.
Pero incluso si proyectamos sobre esos números, estamos hablando de probablemente unos 20 000 animales.
¿Recuerdan cuántos se mataban en Achill en los años 50 y 70?
Esto nos dice en realidad que hay un riesgo de extinción de esta especie debido al reducido tamaño de la población.
De hecho, de esos 20 000, se cree que 8000 son hembras.
¿Hay sólo 8000 hembras de tiburón peregrino en el mundo?
No lo sé.
No lo creo.
El problema de esto es que las muestras limitaron el estudio.
No consiguieron suficientes muestras para explorar la genética con suficiente detalle.
¿Y dónde se consiguen muestras para el análisis genético?
Una fuente obvia son los tiburones muertos tirados por el mar a la playa.
Con suerte, aparecen dos o tres tiburones al año en las playas de Irlanda.
Otros son pescados por error.
Aparecen algunos en las redes de deriva de superficie.
Eso ya se ha prohibido; buenas noticias para los tiburones.
Algunos son atrapados en las redes de arrastre.
Este es un tiburón que trajeron a Howth justo antes de Navidad de manera ilegal, porque la ley de la U.E.
no lo permite, y se vendió a 8 euros el kilo como filete de tiburón.
Incluso pusieron una receta en la pared, hasta que se les dijo que eso era ilegal.
Y, de hecho, los multaron.
Si miran todos los estudios que les mostré la cantidad total de muestras a nivel mundial obtenidas hasta hoy es de 86.
Es un trabajo muy importante que puede responder preguntas esenciales sobre el tamaño de la población, las subpoblaciones y la estructura pero está restringido por falta de muestras.
Cuando salimos a etiquetar tiburones lo hacemos de este modo, por el frente, llegando rápidamente; a veces los tiburones reaccionan.
Una vez estábamos en Malin Head, en Donegal y un tiburón golpeó al bote con su cola, creo que se sobresaltó más por la proximidad del bote que por la etiqueta que le pusimos.
Todo bien, sólo nos mojamos.
No hubo problemas.
Y luego cuando Emmett y yo regresamos a Malin Head, al muelle, noté un lodo negro en el frente del barco.
Y recuerdo, dado que pasé mucho tiempo en pesqueros comerciales, que los pescadores siempre me decían que sabían cuando capturaban un tiburón peregrino porque deja este lodo negro o baba tras de sí.
Así que pensé que provenía del tiburón.
Queríamos obtener muestras de tejido para análisis genéticos porque sabíamos que eran muy valiosos.
Usamos los métodos convencionales; allí me ven con la ballesta que también usamos para tomar muestras genéticas de ballenas y delfines.
Intenté esa y muchas otras técnicas.
Pero rompía mis flechas porque la piel del tiburón es muy fuerte.
No había manera de extraer una muestra de su piel.
Eso no iba a funcionar.
Pero cuando vi el lodo negro en la proa del bote pensé: «Si tomas lo que te dan en este mundo…» Así que guarde una muestra del lodo en alcohol y se lo envié a los expertos en genética.
De ese modo envié el lodo a Aberdeen.
Y les dije: «Prueben con esto».
Lo tuvieron durante meses.
Sólo cambió porque teníamos una conferencia en la Isla de Man.
Yo seguía enviándole correos: «
¿Pudieron analizar el lodo que les envié?
» Y él me decía: «Sí, sí, sí.
Después, después, después».
Hasta que pensó que era mejor hacerlo porque no nos habíamos visto antes e iba a quedar mal si no analizaba lo que le envié.
Y se sorprendió de hallar ADN en el lodo.
Lo amplificaron, lo analizaron y hallaron que, sí, era ADN de tiburón peregrino obtenido del lodo.
Él estaba muy entusiasmado.
Y se hizo conocido como «el lodo de tiburón de Simon».
Pensé: «Oye, es un buen punto de partida».
Así que pensamos en salir en busca de lodo.
Después de gastar 3500 en etiquetas satelitales pensé invertir 7,95 —pueden verle el precio allí— en mi ferretería local de Kilrush para comprar un mango de madera y menos dinero en limpiadores de hornos.
Envolví el limpia hornos en la punta del mango de madera y estaba muy desesperado por tener una oportunidad de conseguir muestras.
Esto ocurría en agosto y, en general, es común ver tiburones en junio, julio.
Era raro verlos.
Era raro estar en el lugar adecuado para encontrar tiburones en agosto.
Por eso estábamos desesperados.
Corrimos a Blasket tan pronto supimos que había tiburones y logramos encontrar algunos.
Así, con sólo frotar el mango de madera debajo del tiburón, mientras nadaba bajo el bote –ahí ven un tiburón pasando debajo del bote– logramos extraerle lodo.
Y ahí está.
Miren ese precioso lodo negro de tiburón.
En una media hora conseguimos 5 muestras, de 5 tiburones, con el sistema de muestreo de lodo de tiburón de Simon.
(Risas)
(Aplausos)
Hace 20 años que trabajo en Irlanda con ballenas y delfines y son un poco más espectaculares.
Quizá vieron las imágenes de la ballena jorobada que obtuvimos hace uno o dos meses en el condado de Wexford.
Y uno siempre piensa que puede dejarle un legado al mundo.
Pensaba que sería con las ballenas jorobadas y los delfines.
Pero a veces estas cosas sólo vienen a ti y tienes que aprovecharlas cuando llegan.
Este quizá sea mi legado: el lodo de tiburón de Simon.
Este año tenemos más dinero para recolectar más muestras.
Y algo muy útil son las cámaras telescópicas —allí está mi colega Joanne con una de ellas— para mirar debajo del tiburón.
Tratamos de ver si son machos y tienen órganos sexuales externos que cuelgan bajo el tiburón y hacia atrás.
De ese modo se puede determinar fácilmente el género.
Si podemos determinar el género del tiburón antes de tomar la muestra podemos informarle esto al genetista.
Porque en la actualidad no se puede determinar genéticamente la diferencia entre un macho y una hembra; algo que me parece asombroso dado que no saben qué buscar.
Y determinar el género del tiburón es muy importante para vigilar el comercio de tiburones peregrinos y de otras especies porque el comercio de tiburones es ilegal.
Y se capturan y comercializan.
Como biólogo de campo uno desea estar en contacto con estos animales.
Uno quiere aprender tanto como sea posible.
Los encuentros a menudo son breves y ocurren en una estación del año.
Y uno quiere aprender tanto como pueda, lo antes posible.
Pero,
¿no es fantástico que uno pueda ofrecer estas muestras y darle la oportunidad a otras disciplinas, como la genética, que pueden beneficiarse mucho con eso?
Y como dije: estas cosas llegan de maneras extrañas.
Atrápenlas mientras puedan.
Lo tomaré como mi legado científico.
Ojalá que consiga algo más espectacular y romántico antes de morir.
Pero por el momento, gracias por eso.
Y estén atentos a los tiburones.
Si les interesa, visiten el sitio (Texto: www.baskingshark.ie).
Muchas gracias por escucharme.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/simon_berrow_how_do_you_save_a_shark_you_know_nothing_about/