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Tiburones que brillan en la oscuridad y otras criaturas fantásticas – Charla Mission Blue II

Charla «Tiburones que brillan en la oscuridad y otras criaturas fantásticas» de Mission Blue II en español.

A pocos metros bajo la superficie marina, el biólogo marino y fotógrafo-explorador David Gruber descubrió algo increíble: una nueva y sorprendente especie de criaturas marinas que brillan en diferentes colores en el intenso azul del océano. Embárcate en este viaje en busca de tiburones, caballitos de mar y tortugas marinas biofluorescentes entre otros, y descubre cómo estas criaturas luminiscentes pueden iluminar un nuevo camino hacia nuestra mente.

  • Autor/a de la charla: David Gruber
  • Fecha de grabación: 2015-10-10
  • Fecha de publicación: 2016-01-26
  • Duración de «Tiburones que brillan en la oscuridad y otras criaturas fantásticas»: 834 segundos

 

Traducción de «Tiburones que brillan en la oscuridad y otras criaturas fantásticas» en español.

Soy biólogo marino, explorador y fotógrafo para National Geographic y quiero compartir un secreto.

Esta imagen es totalmente falsa, no tiene ningún sentido.

Veo unas cuantas personas al fondo de la sala quejándose de que he arruinado su visión de las sirenas.

Bueno, la sirena existe pero cualquiera que haya practicado buceo sabe que el océano es más que esto.

Esto se debe a que el océano actúa como un filtro gigante y tan pronto como nos adentramos en sus profundidades los colores empiezan a atenuarse, y, de repente, todo se ve oscuro y azul.

Y porque nosotros somos humanos, somos mamíferos terrestres y tenemos visión tricromática —por lo cual percibimos el rojo, verde y azul— somos totalmente adictos al color.

Nos encantan los colores brillantes y tratamos de llevarlos bajo el agua con nosotros.

Hay una larga y sórdida historia sobre los intentos por llevar los colores bajo el agua, que comenzó hace 88 años con Bill Longley y Charles Martin, quienes intentaron tomar la primer foto color bajo el agua.

Vestían estos viejos trajes de buceo con aire bombeado desde arriba y manejaban una estructura flotable llena de óxido de magnesio altamente explosiva, de manera que el equipo de la superficie no sabía cuándo tirar de la cuerda, cuándo tenía todo enfocado, para que ¡pam! detonen medio kilo de explosivos y poder arrojar algo de luz bajo el agua para tomar una foto de un hermoso lábrido como ese.

Sí, es una bella imagen, sin embargo irreal ya que está creando un ambiente artificial para poder satisfacer nuestra adicción al color.

Por otra parte, estamos descubriendo que en lugar de llevar los colores con nosotros bajo el agua, hemos descubierto que en este océano azul, este gran crisol azul, los animales que viven allí desde ya hace millones de años han desarrollado muchos modos de asimilar esta luz azul y olvidar otros colores.

He aquí una pequeña muestra de este mundo secreto.

Se trata de un espectáculo de luz bajo el agua.

(Música) Lo que vemos aquí es luz azul iluminando todo esto.

Estos animales absorben la luz azul y la transforman inmediatamente.

Si lo pensamos, el océano cubre un 71 % del planeta y la luz azul puede llegar hasta mil metros de profundidad.

Mientras nos sumergimos, a cabo de 10 metros, el rojo desaparece.

Si ven algo de color rojo por debajo de los 10 metros es un animal que transforma esta luz y crea su proprio color rojo.

Este es el entorno monocromático azul más amplio del planeta.

Mi entrada en este mundo biofluorescente comienza con los corales.

Quiero dar toda una charla TED sobre los corales porque son fantásticos.

Una cosa que hacen, uno de sus hechos milagrosos es que producen todas estas proteínas fluorescentes, moléculas fluorescentes.

En este coral, más del 14 % de su masa corporal puede ser esta proteína fluorescente.

Y nadie tiene un 14 % de masa muscular solo para no usarla, así que esto tiene que tener alguna función.

Y en los últimos 10 a 15 años este detalle ha tenido una gran importancia ya que esta molécula ha resultado ser una de las herramientas más revolucionarias en la ciencia biomédica que nos permite ver mejor en el interior del cuerpo.

Bueno

¿cómo estudio esto?

Para estudiar la biofluorescencia, nadamos durante la noche.

Cuando empecé, solo llevaba estos filtros azules de cinta adhesiva sobre la luz estroboscópica, para asegurarme de que captaba la luz transformada por los animales.

Hemos organizado una exposición en el Museo de Historia Natural y tratamos de demostrar la belleza de los corales fluorescentes en el arrecife, cuando sucedió algo que me dejó asombrado: Esto.

En medio del coral veo un pez verde fluorescente.

Fue la primera vez que vimos un pez verde fluorescente o de hecho cualquier vertebrado.

Nos frotamos los ojos, verificamos los filtros, pensando que alguien se burlaba de nosotros con la ayuda de las cámaras pero la anguila era real.

Era la primera anguila verde fluorescente que encontramos y cambió totalmente mi carrera.

Así que tuve que dejar los corales, hacer un equipo con el experto en peces John Sparks e iniciar una búsqueda por el mundo para determinar si este fenómeno era algo frecuente.

Los peces son mucho más interesantes que los corales, porque tienen una visión muy desarrollada y algunos de ellos incluso tienen —visto por la forma en la cual los fotografié— lentes en sus ojos para aumentar la fluorescencia.

Y quise profundizar más en este tema.

Hemos creado nuevos equipos para escudriñar los arrecifes en todo el mundo en busca de vida fluorescente.

Es un poco como la escena de «E.T.

llama a casa».

Nadábamos por allí acompañados de esta luz azul buscando respuestas buscando animales que absorbían esta luz y volvían a emitirla.

Por fin encontramos nuestra fantástica anguila Kaupichphys.

Es una anguila muy tímida y solitaria y sabemos muy poco sobre ella.

Miden poco más de un dedo y pasan aproximadamente el 99,9 % de su vida escondidas debajo de una piedra.

Salen a aparearse durante las noches de luna llena, y durante las noches de luna llena, el agua se convierte en azul.

A lo mejor es una manera de verse mutuamente de encontrarse rápidamente y aparearse para luego volver bajo sus rocas por un largo tiempo.

Pero luego empezamos a encontrar más vida marina fluorescente como este sargo verde fluorescente con sus rayas horizontales en la cabeza y el cuello casi camuflado, y brillando con la misma intensidad que este coral fluorescente de aquí.

Después de este pez, vimos este pez león rojo fluorescente, camuflado y oculto en esta roca.

La única vez que lo vimos fue sobre algas rojas fluorescentes o corales rojos fluorescentes.

Más tarde, nos encontramos con este pez-lagarto verde fluorescente camuflado.

Hay muchos tipos de pez lagarto y bajo luz blanca, son prácticamente idénticos.

Pero bajo luz fluorescente vemos muchos patrones, vemos las diferencias entre ellos.

En total, y hemos documentado esto el año pasado, hemos descubierto más de 200 especies de peces biofluorescentes.

Una de mis fuentes de inspiración es el artista y biólogo francés Jean Painlevé.

Realmente encarna este espíritu emprendedor y creativo de la biología.

Creó su propio equipo, diseñó sus propias cámaras y el caballito de mar, el Hippocampus erectus le fascinaba.

Fue el primero en filmar el nacimiento de un caballito de mar.

Este es el caballito de mar macho.

Fue uno de los primeros peces que evolucionó a nadar en posición vertical con el cerebro colocado en la parte superior de la cabeza.

Los machos dan a luz.

Son criaturas fenomenales.

Painlevé se quedó despierto durante días.

Llegó a ponerse una visera en la cabeza que disparaba descargas eléctricas para capturar este momento.

Me hubiera gustado haberle presentado a Painlevé el momento en el cual descubrimos los caballitos de mar biofluorescentes de la misma especie que él estudió.

Aquí está nuestro video.

(Música) Son unos peces muy enigmáticos.

Podemos nadar por encima de ellos y no verlos.

Estaban camuflados entre las algas, también de color rojo fluorescente, pero tienen una vista excelente y se someten a un largo ritual de apareamiento.

Y quizá la están usando en este sentido.

Pero la situación se volvió tensa cuando encontramos rayas verdes fluorescentes porque las rayas son una subclase de peces cartilaginosos que incluyen…

tiburones.

Soy un biólogo de corales.

Pero alguien tiene que ir a ver si los tiburones son fluorescentes.

Y ahí estoy.


(Risas)
Pensé: «Tal vez debería volver a los corales».


(Risas)
Resulta que estos tiburones no son fluorescentes.

Y luego encontramos en una garganta oscura y profunda de la costa de California el primer tiburón biofluorescente de los que nadan por debajo de los surfistas.

Aquí está.

Miden alrededor de un metro y se llama el tiburón durmiente.

En inglés, su nombre hace referencia al vientre porque, al sentirse amenazado, traga agua y se hincha hasta el doble de su tamaño y se esconde debajo de una roca, para no no ser devorado por los depredadores.

Aquí están nuestras primeras imágenes de estos tiburones biofluorescentes.

Son magníficos con estos patrones distintos, con partes fluorescentes y otros que no, y también tienen estas manchas brillantes mucho más brillante que otras partes.

Todo esto es muy bonito de ver.

Para mí fue algo hermoso,

¿pero qué significa para el tiburón?

¿Pueden distinguirlo ellos mismos?

Hemos consultado los libros pero no existe referencia alguna sobre la visión de estos tiburones.

Así que llevé a este tiburón al oculista Ellis Loew de la Universidad de Cornell, quien encontró que este tiburón tiene una vista clara y precisa en esta interfaz de color azul-verde, tal vez 100 veces mejor que nuestra visión en la oscuridad pero solo ven azul y verde.

Lo que hace es tomar de este mundo azul absorber el color azul y crear el color verde.

Crea un contraste que pueden distinguir.

Tenemos un modelo que demuestra que crean un mundo para ver todos estos patrones.

Descubrimos también que los machos y las hembras tienen diferentes patrones para diferenciarse entre ellos.

Nuestro último descubrimiento se realizó a pocos kilómetros de aquí en las Islas Salomón.

Nadando por la noche, me encontré con la primera tortuga biofluorescente.

Así pues, pasamos de los peces, a los tiburones, a los reptiles, —y esta es información de hace poco más que un mes— pero esto demuestra que no sabemos casi nada sobre la visión de la tortuga carey.

Me hace pensar en lo que nos queda por aprender.

Aquí, en las Islas Salomón, quedan solo unos pocos miles de hembras de esta especie.

Este es uno de los mejores lugares para ellas.

Esto nos muestra cuán necesario es proteger a estos animales mientras están todavía aquí, y entenderlos.

En cuanto a la biofluorescencia yo quería saber hasta dónde llega.

¿La encontraremos hasta en lo más profundo del océano?

Así que empezamos a usar submarinos equipados delante con luces azules especiales.

Y nos sumergimos hasta descubrir una cosa importante: más allá de mil metros disminuye.

No hay vida marina biofluorescente por debajo de los mil metros, no hay casi nada, más que oscuridad.

Es básicamente un fenómeno de aguas poco profundas.

Por debajo de los mil metros encontramos una zona bioluminiscente donde 9 de cada 10 animales producen su propia luz, que brilla y parpadea.

Al tratar de sumergirme más —aquí me pueden ver en un mono-traje subacuático durante una inmersión que algunos llamaron «Jacques Cousteau se encuentra con Woody Allen».


(Risas)
Durante la exploración me preguntaba

¿cómo podemos interactuar respetuosamente con la vida subacuática?

Ya que nos adentramos en una nueva era de exploración, donde tenemos que tener mucho cuidado y servir de ejemplo en la forma en que exploramos.

Así que junto con el ingeniero Rob Wood, de la Universidad de Harvard, para crear dedos esponjosos para robots submarinos, para interaccionar con la vida marina de la manera menos invasiva posible.

La mayor parte de las tecnologías para explorar las profundidades del océano vienen del mundo del petróleo o militar los cuales, como es sabido, no se preocupan por ser respetuosos.

Algunos corales pueden tener más de mil años.

No queremos llegar y aplastarlos con una gran garra metálica.

Así que mi sueño es algo así: Es de noche, estoy en un submarino, tengo guantes hápticos y pongo las bases de un laboratorio delante de mi submarino, donde mis dedos robóticos esponjosos recogen y ponen las cosas en frascos suavemente, para que podamos seguir con nuestras investigaciones.

De vuelta a las poderosas aplicaciones que podemos desarrollar.

Aquí se puede ver un cerebro vivo que usa el ADN de criaturas marinas fluorescentes este en particular es de medusas y corales, para iluminar el cerebro vivo y ver sus conexiones.

Es curioso que usamos los colores rojo, verde y azul solo para satisfacer nuestra intuición humana, para poder ver mejor nuestro cerebro.

Y aún más impresionante es mi colega Vicente Pieribone, de Yale, quien creó y desarrolló una proteína fluorescente sensible a la tensión eléctrica.

Así podemos ver cuando una única neurona dispara.

Básicamente están viendo un portal hacia la conciencia diseñada por las criaturas marinas.

Y esto me lleva de vuelta a la perspectiva y las relaciones.

Desde el espacio profundo nuestro universo se parece a una célula del cerebro humano y aquí estamos en las profundidades del océano, donde encontramos criaturas marinas y células que pueden iluminar la mente humana.

Y espero que con las mentes iluminadas podemos reflexionar sobre la interconectividad global de la vida y averiguar qué otras cosas nos reserva el futuro si mantenemos los océanos limpios.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/david_gruber_glow_in_the_dark_sharks_and_other_stunning_sea_creatures/

 

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