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Tratemos la violencia como una enfermedad contagiosa – Charla TEDMED 2013

Charla «Tratemos la violencia como una enfermedad contagiosa» de TEDMED 2013 en español.

El médico Gary Slutkin pasó una década combatiendo la tuberculosis, el cólera y la epidemia del SIDA en África. Entonces regresó a los Estados Unidos, país que él creía a salvo de las brutales epidemias mortales. Pero entonces empezó a observar con más detenimiento la violencia armada, constatando que su propagación sigue los patrones de las enfermedades infecciosas. Una aproximación que da la vuelta a un problema que demasiadas comunidades habían aceptado como un hecho. Hemos invertido el impacto de tantas enfermedades, dice Slutkin, y podemos hacer lo mismo con la violencia. (Filmado en TEDMED.)

  • Autor/a de la charla: Gary Slutkin
  • Fecha de grabación: 2013-04-17
  • Fecha de publicación: 2013-10-10
  • Duración de «Tratemos la violencia como una enfermedad contagiosa»: 848 segundos

 

Traducción de «Tratemos la violencia como una enfermedad contagiosa» en español.

Soy médico especialista en enfermedades infecciosas, y después de mi formación, me trasladé a Somalia desde San Francisco.

Y las palabras de despedida del jefe de la unidad de enfermedades infecciosas del hospital General de San Francisco fueron, «Gary, este es el mayor error que jamás cometerás».

Pero llegué a un lugar de refugiados que tenía un millón de refugiados en 40 campamentos y éramos seis los médicos.

Allí había muchas epidemias.

Mis responsabilidades estaban en gran parte vinculadas a la tuberculosis, y entonces brotó una epidemia de cólera.

Así que se propagó la tuberculosis y el cólera de cuya detención yo era responsable.

Y para hacer este trabajo, nosotros, por supuesto, debido a la limitación en trabajadores de salud, tuvimos que reclutar refugiados para lograr una nueva categoría de trabajador de salud.

Tras tres años de trabajo en Somalia, me seleccionó la Organización Mundial de la Salud, y me asignaron las epidemias del SIDA.

Mi responsabilidad principal fue Uganda, pero también trabajé en Ruanda y Burundi y Zaire, ahora en el Congo, Tanzania, Malawi y otros países.

Y mi última misión era dirigir una unidad denominada desarrollo de intervención, que era responsable de diseñar intervenciones.

Después de 10 años de trabajar en el extranjero, estaba exhausto.

Realmente me quedaba muy poca fuerza.

Había viajado de un país a otro.

Emocionalmente me sentía muy aislado.

Quería irme a casa.

Había visto muchas muertes, en particular muerte epidémica, y la muerte epidémica tiene un toque diferente.

Está llena de pánico y temor, y escuché a las mujeres lamentándose y llorando en el desierto.

Y quería ir a casa y descansar y tal vez volver a empezar.

No era consciente de ningún problema epidémico en Estados Unidos.

De hecho, no era consciente de ninguno de los problemas de EE.UU.

De hecho…

en serio.

Y de hecho al visitar a amigos míos, me di cuenta de que tenían agua que entraba directo a sus hogares.

¿Cuántos de Uds.

tienen una situación semejante?


(Risas)
Y algunos de ellos, muchos de ellos en realidad, tenían agua que llegaba a más de una habitación.

Y me di cuenta de que movían este pequeño dispositivo termorregulador para cambiar la temperatura en su hogar un grado o dos.

Y ahora lo hago yo.

Y realmente no sabía lo que hacía, pero amigos míos comenzaron a contarme de niños que disparaban a otros niños con armas.

Y formulé la pregunta:

¿Qué están haciendo al respecto?

¿Qué hacen Uds.

en EE.UU.

al respecto?

Y hubo dos explicaciones esenciales o ideas que prevalecían.

Una era castigar.

Esto era lo que ya había oído antes.

Quienes habíamos trabajado en comportamiento sabíamos que el castigo era algo discutido y también algo altamente sobrestimado.

No era el principal impulsor del comportamiento, ni tampoco el principal impulsor del cambio de comportamiento.

Y además de eso, me recordó epidemias antiguas que antiguamente fueron totalmente incomprendidas porque la ciencia no había estado allí antes, epidemias de la peste o el tifus o la lepra, donde las ideas predominantes eran que había malas personas o malos humores o mal aire, y las viudas eran arrastradas al foso, y las mazmorras eran parte de la solución.

La otra explicación o, en cierto modo, la solución sugerida, es, por favor, arreglen todas estas cosas: las escuelas, la comunidad, las casas, las familias, todo.

Había oído esto antes también.

A esto lo denominé la teoría del «todo», o de Todo Sobre la Tierra.

Pero también nos dimos cuenta en el tratamiento de otros procesos y problemas que a veces no se tiene que tratar todo.

Y así sentía que había un agujero gigante ahí.

El problema de la violencia estaba incrustado, y esto ha sido históricamente el caso en muchos otros temas.

Las enfermedades diarreicas se habían parado.

La malaria había sido frenada.

Con frecuencia, hay que reconsiderar una estrategia.

No es como si tuviera alguna idea de lo que sería, pero había una sensación de que tendríamos que hacer algo con nuevas categorías de trabajadores, algo con cambio del comportamiento y algo con la educación pública.

Pero empecé a formular preguntas y buscar las cosas habituales que había explorado antes, del tipo:

¿cómo son los mapas?

¿Qué aspecto tienen los gráficos?

¿Qué aspecto tienen los datos?

Y los mapas de la violencia en la mayoría de las ciudades de EE.UU.

tienen este aspecto.

Había un agrupamiento.

Esto me recordó al agrupamiento que habíamos visto también en las epidemias infecciosas, por ejemplo el cólera.

Y luego observamos los mapas, y los mapas demostraron esta onda típica sobre otra onda y sobre otra, porque todas las epidemias son combinaciones de muchas epidemias.

Y que también parecían epidemias infecciosas.

Y luego planteamos la pregunta,

¿qué predice realmente un caso de violencia?

Y resulta que el mejor indicador de un caso de violencia es un caso anterior de violencia.

Que también suena a que, si hay un caso de gripe, alguien contagió a alguien de gripe o resfriado, o el mayor indicador de riesgo de tuberculosis es haber estado expuesto a la tuberculosis.

Y así vemos que la violencia, en cierto modo, se comporta como una enfermedad contagiosa.

De todos modos somos conscientes de esto incluso en nuestras experiencias comunes o nuestras historias periodísticas de la expansión de la violencia a partir de las peleas o de guerras de pandillas o de las guerras civiles o incluso de genocidios.

Y sin embargo, hay buenas noticias al respecto, porque hay una manera de revertir las epidemias, y solo hay tres cosas que se hacen para revertir las epidemias, y la primera es interrumpir la transmisión.

Con el fin de interrumpir la transmisión, se tienen que detectar y encontrar los primeros casos.

En otras palabras, para tuberculosis se tiene que encontrar a alguien con tuberculosis activa que está infectando a otras personas.

¿Tiene sentido?

Y hay trabajadores especiales para hacerlo.

Para este problema en particular, hemos diseñado una nueva categoría de trabajador que, como un trabajador SARS o alguien que busca gripe aviar, puede encontrar los primeros casos.

En este caso, es alguien que está muy enojado porque alguien miró a su novia o le debe dinero, y se pueden encontrar trabajadores y capacitarlos en estas categorías especializadas.

Lo segundo que se debe hacer, por supuesto, es evitar la propagación.

Eso significa saber quién ha estado expuesto pero que puede no estar contagiando tanto ahora.

como alguien con un pequeño caso de tuberculosis, o alguien que pasa el rato en los barrios, pero en el mismo grupo, y luego tienen que ser, en cierto modo, también tratado, particularmente para el proceso de la enfermedad específica.

Y luego lo tercero es el cambio de las normas, y eso significa un montón de actividades comunitarias, reestructurando, con educación pública, y entonces se obtiene lo que se llama inmunidad de grupo.

Y esa combinación de factores fue como la epidemia del SIDA en Uganda se revirtió con gran éxito.

Así que en el año 2000 decidimos poner todo junto mediante la contratación nuevas categorías de trabajadores, la primera: interruptores de la violencia.

Y luego, pondríamos todo esto en marcha en un barrio en lo que fue el peor distrito policial en los EE.UU.

en su momento.

Así que se contrataron interruptores de violencia del mismo grupo, credibilidad, confianza, acceso, al igual que los trabajadores de salud en Somalia, pero diseñado para una categoría diferente, y entrenados en la persuasión, en calmar a la gente, comprando tiempo, reformulando.

Y luego otra categoría de trabajadores, los trabajadores de divulgación, para mantener a la gente en una forma de terapia de 6 a 24 meses.

Como con la tuberculosis, pero el objetivo es cambio de comportamiento.

Y entonces un conjunto de actividades en la comunidad para cambiar las normas.

El primer experimento de estos resultó en una caída del 67 % en los tiroteos y asesinatos en el barrio Garfield Oeste de Chicago.


(Aplausos)
Fue algo hermoso para el vecindario los primeros 50 o 60 días, luego 90 días, y luego hubo lamentablemente otro tiroteo en otros 90 días, y las mamás salían por la tarde.

Iban a los parques a los que no iban antes.

El sol salió.

Todo el mundo estaba feliz.

Pero por supuesto, los financiadores dijeron, «esperen un segundo, háganlo otra vez».

Y tuvimos entonces, afortunadamente, los fondos para repetir esta experiencia, y este es uno de los siguientes cuatro barrios que tuvo una caída del 45 % en tiroteos y asesinatos.

Y desde ese momento, esto ha sido replicado 20 veces.

Ha habido evaluaciones independientes apoyadas por el Departamento de Justicia y por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades dirigido por Johns Hopkins que han mostrado 30 a 50 % y 40 a 70 % de reducción en tiroteos y asesinatos usando este nuevo método.

De hecho, ha habido tres evaluaciones independientes por ahora.

Como resultado de esto, hemos recibido mucha atención incluso nos han hecho una nota de portada en la revista dominical del New York Times.

The Economist en 2009 dijo que este es «el enfoque que adquirirá relevancia».

E incluso se hizo una película sobre nuestro trabajo.

[Los interruptores] Sin embargo, no tan aprisa, porque mucha gente no estuvo de acuerdo con esta manera de hacerlo.

Tenemos un montón de críticas, mucha oposición, y muchos opositores.

En otras palabras,

¿qué quieren decir con problema de salud?

¿Qué quieren decir con epidemia?

¿Qué significa?

,

¿que no hay malos?

Y hay industrias enteras diseñadas para el control de los malos.

¿Qué quieren decir con contratar a personas con antecedentes?

Mis amigos de aventuras dijeron: «Gary, te están criticando muchísimo.

Debes estar haciendo algo bien».


(Risas)
Mis amigos de la música añadieron la palabra «amigo».

Así que de todos modos, además, todavía teníamos este problema, y nos estaban criticando mucho también por no lidiar con todos estos otros problemas.

Sin embargo, hemos sido capaces de controlar la malaria y reducir el VIH y reducir las enfermedades diarreicas en lugares con economías horribles sin sanar la economía.

Lo que ha sucedido realmente es, que, aunque todavía haya cierta oposición, el movimiento es claramente creciente.

En muchas de las principales ciudades en los EE.UU., incluyendo Nueva York y Baltimore y Kansas, los departamentos de salud ahora apuntan a esto.

En Chicago y Nueva Orleans, los departamentos de salud están teniendo un papel muy importante en esto.

Esto está siendo adoptado más por aplicación de la ley de lo que había sido hace años.

Los hospitales y centros de traumatismos están haciendo su parte al intensificarlo.

Y la Conferencia de Alcaldes de EE.UU.

ha respaldado no solo el enfoque sino el modelo específico.

Donde realmente ha habido incluso una absorción más rápida es en el ámbito internacional, donde hay una caída de 55 % en el primer barrio en Puerto Rico, las interrupciones están empezando en Honduras, y se ha aplicado la estrategia en Kenia para las recientes elecciones, y ha habido 500 interrupciones en Irak.

Así que la violencia está respondiendo como una enfermedad aun cuando se comporta como una enfermedad.

Así que la teoría, en cierto modo, está siendo validada por el tratamiento.

Y recientemente, el Instituto de medicina expuso un informe basado en algunos de los datos, incluyendo la neurociencia, sobre cómo este problema realmente se transmite.

Así que creo que esta es una buena noticia, porque nos da la oportunidad de salir de la Edad Media, que es donde creo que ha estado este asunto.

Nos da la oportunidad de examinar la posibilidad de reemplazar algunas de estas prisiones por patios o parques, y considerar la posibilidad de convertir nuestros vecindarios en barrios, y permitir que haya una nueva estrategia, un nuevo conjunto de métodos, un nuevo conjunto de los trabajadores: ciencia, en cierto modo, reemplazando la moralidad.

Y alejarse de las emociones es la parte más importante de la solución de la ciencia como la parte más importante de la solución.

Así que no quise pensar en esto en absoluto.

Era un asunto de querer en realidad un descanso, y miramos mapas, miramos los gráficos, hicimos algunas preguntas y probamos algunas herramientas que en realidad se han utilizado muchas veces antes para otras cosas.

Para mí, traté de alejarme de las enfermedades infecciosas, y no lo hice.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/gary_slutkin_let_s_treat_violence_like_a_contagious_disease/

 

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