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Tres formas de crear un espacio que emociona, por un escenógrafo de Broadway – Charla TEDxBroadway

Charla «Tres formas de crear un espacio que emociona, por un escenógrafo de Broadway» de TEDxBroadway en español.

No tenemos por qué trabajar en Broadway para diseñar un set, dice el director creativo David Korins, podemos ser los escenógrafos de cualquier espacio de nuestras vida. Compartiendo detalles de su trabajo en éxitos como «Hamilton» y «Dear Evan Hansen», Korins nos ofrece un proceso de tres pasos para empezar a crear el mundo en el que queremos vivir.

  • Autor/a de la charla: David Korins
  • Fecha de grabación: 2018-02-27
  • Fecha de publicación: 2018-10-09
  • Duración de «Tres formas de crear un espacio que emociona, por un escenógrafo de Broadway»: 636 segundos

 

Traducción de «Tres formas de crear un espacio que emociona, por un escenógrafo de Broadway» en español.

Están aquí sentados y es muy frustrante.

Es exasperante.

Llevan horas sentados, rellenando esos circulitos con sus lápices Nº2…

es un test estandarizado.

Levantan la vista, una pizarra a medio borrar, pueden ver el alfabeto escrito perfectamente en cursiva, los mapas que se despliegan, pueden oír tic, tic, tic, ese tic en la pared de un reloj industrial.

Pero lo más importante, sienten la luz fluorescente y opresiva, ese rayo mortal sobre la cabeza.

Bzzzzzzz.

Y no lo soportan más, pero no hace falta, porque la Srta.

Darling dice: «Vale chicos y chicas, han terminado».

Así que saltan, solo queda detrás de Uds.

una nube de humo.

Se mueven tan rápido que chocan contra la pequeña silla de plástico y salen corriendo por el pasillo; pasan por el olor de productos de limpieza, el sudor y las estanterías, empujan la puerta…

(Inhala hondo) y por fin están fuera.

Pueden sentir el viento en la cara, el sol en la piel y lo más importante, el gran cielo azul.

Eso es una revelación del espacio.

Yo hago revelaciones del espacio; soy escenógrafo y director creativo y con eso me gano la vida.

Lo hago para todo tipo de gente y de muchas maneras distintas.

Parece complicado, pero no lo es.

Durante los próximos minutos voy a proponerles tres maneras de moverse por el mundo para que Uds.

también puedan hacer revelaciones del espacio.

Paso uno: terapia.

Sí, ya sé: neoyorquino, terapia, bla, bla, bla.

Pero en serio, terapia: tienen que saber por qué hacen esas cosas,

¿no?

Cuando me encargaron el diseño de «Hamilton», me senté con el escritor, Lin-Manuel Miranda, el director, Tommy Kail, y dije: «

¿Por qué van a contar esta historia de hace 246 años?

»

¿Qué tiene la historia que quieren transmitir y qué quieren que sienta la gente cuando vayan a ver el espectáculo?

» Es importante.

Cuando tenemos eso pasamos al paso dos: la fase de diseño.

Les diré algunos trucos al respecto, pero la fase de diseño es importante porque podemos hacer juguetitos.

Me meto en la mente de Lin, él se mete en la mía, el monólogo pasa a ser un diálogo, hago los juguetes y digo: «Este mundo,

¿se parece al lugar donde Uds.

piensan que podría desarrollarse su espectáculo?

» Si la respuesta es sí, y cuando la respuesta es sí, pasamos a lo que es, para mí, la parte más aterradora: la fase de ejecución.

La fase de ejecución es cuando construimos todo esto y cuando la conversación pasa de unas pocas personas a cientos de personas llevando a cabo la idea.

Ponemos esta cosita preciosa en una ampliadora tipo «Cariño, encogí a los niños» y la agrandamos al máximo, y nunca sabemos si lo hicimos bien hasta que subimos al escenario y vemos si está todo bien.

Esto es lo que pasa: no tienes que ser Lin, no tienes por qué tener un libro que quieras llevar al escenario, para hacer esto en la vida real.

Ya actúan en un espectáculo, por cierto.

Se llama sus vidas.

Los felicito.


(Risas)
Pero en serio, Shakespeare lo dijo: «El mundo es un escenario».

Dio en el clavo.

Donde metió la pata a lo grande fue en la parte que decía: «Y nosotros somos meros actores».

Es ridículo.

No somos meros actores.

Somos los diseñadores de vestuario y de iluminación, y los maquilladores en nuestro mundo, y quiero que piensen en ser los escenógrafos de su mundo.

Porque creo que pueden irse de aquí, si siguen estos tres pasos y un par de trucos que como dije voy a enseñarles, y pueden empezar a cambiar el mundo tal y como quieran.

¿Quieren hacerlo?

Vale.

Escriban un espectáculo.


(Risas)
No.

Es broma.

Entonces, paso uno: terapia,

¿no?

¿Cómo se sienten?

Los terapeutas dicen así: «

¿Cómo te sientes hoy?

» Es importante recordar eso porque cuando diseñamos el mundo para Uds.

la terapia es importante.

Les dice que la emoción se va a convertir en luz y color.

Un buen ejemplo de esa luz y color Es un show que diseñé llamado «Dear Evan Hansen».

(Vítores) «Dear Evan Hansen» existe en un mundo en el que casi todo es luz y color.

Así que elegí un color: negro oscurísimo.


(Risas)
El negro oscurísimo es un color igual que la tristeza es una emoción.

Y este espectáculo transforma a la gente aunque no sin antes destrozarla.

Seguro que se preguntan: «

¿Cuán caro puede ser un set que nos transforma por pasar 2 horas y 20 minutos sentados en una oscuridad negrísima?

» La respuesta es: ¡barato! Oscuridad negrísima, enciende las luces en el momento justo.

Piensen en cuando salen de la clase de la Srta.

Darling.

La oscuridad negrísima cede en el momento exacto, levantamos la pared y revelamos un cielo azul precioso.

Deslumbra a la gente y les transporta y les hace sentir esperanzados.

Y lo sabemos porque el color es emoción y cuando pintamos con colores estamos pintando con emociones.

Piensen en esa emoción, la que hice que guardaran en su archivador mental.

¿De qué color es?

¿En qué parte de su armario existe?

¿En qué parte de su casa existe?

Cuando diseñamos el espectáculo para Uds., vamos a usar ese color para decirles cómo se sienten en ciertos momentos.

Uds.

ya saben que esto existe porque el héroe suele ir de blanco, el protagonista de rojo y el malo de negro.

Se llama encasillar; ya lo saben.

Así que piénsenlo.

Pero hay algo más que sucede en el mundo y que nos ayuda a movernos en él de manera segura.

Son los estándares de arquitectura.

Hacen que no nos caigamos y explotemos.

Los picaportes e interruptores están todos a la misma altura.

Los asientos del WC están siempre, a la misma altura, ¡menos mal!, porque nunca nadie falla en los asientos del WC.

Pero en serio,

¿qué pasaría si empezáramos a alterar esos estándares arquitectónicos para conseguir lo que queremos?

Me recuerda a las escaleras que hice para Pee-Wee-Herman.

Pee-Wee-Herman es un niño y todo su mundo ha sido creado para que lo percibamos como a un niño.

la arquitectura, los muebles, todo cobra vida, pero nada es más importante que esas escaleras.

Esas escaleras tienen 30 cm de alto, de modo que, cuando Pee-Wee marcha por las escaleras, interactúa con ellas como un niño.

No se puede fingir ese tipo de interacción y es justamente lo contrario de lo que le hacemos en la ópera.

En la ópera, encogemos esas escaleras para que nuestro personaje principal pueda deslizarse por ellas sin esfuerzo sin que se le corte la voz.

No se puede poner a un cantante de ópera en el set de Pee-Wee, (canta con la voz de Pee-Wee) o no podrían hacer su trabajo.


(Risas)
Y no se puede poner a Pee-Wee en un set de ópera.

No podría subir y bajar las escaleras; no sería Pee-Wee.

O James Bond moviéndose elegantemente por las escaleras.

No funcionaría.


(Risas)
Piensen en su set, su casa, donde existen cada día.

Si son como yo, el contenedor de basura es demasiado pequeño para la cantidad de comida para llevar que piden cada noche,

¿no?

Termino empujando la basura como si estuviera amasando pizza.

La empujo porque no entiendo qué pasa.

O quizás el interruptor de la luz del vestíbulo está escondido detrás de muchos abrigos colocados de forma precaria así que ni siquiera lo buscan.

Así que, día tras día, acaban entrando y saliendo de un abismo de tinieblas.


(Risas)
Es verdad.

¿Pero qué pasaría si el espacio revelara algo sobre Uds.

que ni siquiera sabían?

Kanye nunca me especificó que quería ser Dios.

Pero…


(Risas)
cuando comenzamos a trabajar juntos nos mandábamos imágenes sin parar y él me envió una foto de una aurora boreal con rayos de luz atravesándola.

Me enviaba fotos desde la cima de una montaña mirando hacia abajo, hacia un cañón lleno de bruma, o bruma por debajo de la superficie del agua…

cosas épicas.

El primer set que diseñé para él fue una caja luminosa enorme con el nombre de su discográfica.

Él estaría de pie delante, triunfal, y destellaban luces como relámpagos.

Era épico, pero épico estilo principiante.

Pasamos a una franja de cielo con una raja en el centro y a través de la raja se podían ver partes profundas del cosmos.

Nos vamos acercando.

Saltamos a estar de pie en lo alto de un obelisco, de pie arriba de una montaña, de pie encima de unas cajas.

Evolucionaba como artista a través del espacio y mi trabajo era seguirle el ritmo.

Cuando hicimos el festival de Coachella, ahí estaba él, de pie delante de un artefacto antiguo de 24 m de ancho por 12 m de alto, entregado literalmente de Dios al hombre.

Estaba evolucionando y todos éramos testigos.

Y en su último espectáculo, que yo no diseñé pero sí lo vi, se había autoactualizado.

Estaba literalmente de pie en una plataforma flotante de plexiglás sobre sus fervientes fans, que no tenían más remedio que adorar a Yeezus en el cielo.


(Risas)
Se había endiosado a sí mismo.

Uno no puede convertirse en Yeezus en su salón.

El espacio le dijo quién era él y luego él nos lo presentó a nosotros.

Cuando tenía 20 años, estaba conduciendo por un aparcamiento y vi un charco.

Pensé: «Voy a girar a la izquierda.

No…

voy a atravesarlo».

Y cuando llegué al charco ¡pffff!, toda el agua fue debajo de mi coche, e inmediatamente tuve un momento ajá.

Se encendió la bombilla.

Todo lo que hay en el mundo tiene que ser diseñado.

Bueno, seguro que lo que pensé fue: «El drenaje en este aparcamiento tiene que ser diseñado».

Pero luego pensé: «Todo en el mundo tiene que ser diseñado».

Y es cierto porque si se le deja libertad la madre naturaleza no va a diseñar un camino interesante o beneficioso para Uds.

Me he pasado mi carrera entrando en las mentes de la gente para crear mundos aquí afuera con los que todos podemos interactuar.

Y sí, puede que no consigan hacerlo con colaboradores sofisticados pero creo que si se van de aquí con esos tres simples pasos: terapia, quién quiero ser, por qué hago lo que hago; diseño, crear un plan y tratar de llevarlo a cabo, qué puedo hacer; ejecutarlo…

Creo que si mezclan eso con algo de la teoría del color,
(Risas)
diseños guay y una falta general de respeto por los estándares arquitectónicos, pueden salir y crear el mundo en el que quieren vivir.

Y yo me voy a ir a casa, y a comprar un nuevo cubo de basura.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/david_korins_3_ways_to_create_a_space_that_moves_you_from_a_broadway_set_designer/

 

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