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Charla «Un día en la vida de una antigua druida celta – Philip Freeman» de TED-Ed en español.
Mirar la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/a-day-in-the-life-of-an-ancient-celtic-druid-philip-freeman
Al despuntar el sol un día del año 55 a. C., Camma pone dos palomas en el altar que se encuentra en el centro de la aldea. Las sacrifica retorciéndoles el pescuezo y observa las vísceras en busca de mensajes divinos. Camma es una mujer druida. Está a cargo de los ritos religiosos, oficia de jueza, sanadora y sabia, imparte enseñanzas a los niños y hace de mediadora entre las tribus celtas en conflicto. Philip Freeman describe cómo es un día en la vida de una mujer druida.
Lección de Philip Freeman; dirección de Keegan Thornhill.
- Autor/a de la charla: Philip Freeman
- Fecha de grabación: 2019-09-17
- Fecha de publicación: 2019-09-17
- Duración de «Un día en la vida de una antigua druida celta – Philip Freeman»: 249 segundos
Traducción de «Un día en la vida de una antigua druida celta – Philip Freeman» en español.
Un día de otoño del año 55 a.
C., al despuntar el sol, Camma pone dos palomas en el altar que está en el centro de su aldea.
Eleva una plegaria para Matrona, la diosa madre de la Tierra y para Lugus, el dios supremo.
Luego procede a torcerles el pescuezo y les hace un corte para buscar mensajes divinos en sus vísceras.
Camma es una mujer druida.
Esto la faculta a celebrar ritos religiosos, oficiar de jueza, sanadora y sabia, impartir enseñanzas a los niños y mediar entre tribus celtas en conflicto.
Comenzó a instruirse de pequeña, memorizando los innumerables detalles de las muchas tareas que debía cumplir, pues el conocimiento, por ser considerado sagrado, no se registra por escrito.
Al igual que muchos druidas, Camma estudió varios años en Britania.
Ahora es miembro druida de la tribu de los vénetos en una pequeña aldea agrícola cerca de la costa oeste de la Galia, territorio de la Francia actual.
Una vez establecida en la Galia, recibió numerosas propuestas de matrimonio, pero decidió dedicarse a sus tareas, al menos de momento.
Esta mañana, las profecías son inquietantes.
Presagian guerras y conflictos, como viene ocurriendo hace meses.
Una tribu vecina, los riedones, ha saqueado la aldea y se ha llevado el ganado a plena luz del día por segunda vez en este otoño.
Los niños han acudido a verla en acción.
Camma toca la lira y les canta.
Les cuenta las historias de los poderosos reyes que alguna vez gobernaron esas tierras, valientes guerreros muertos en combate a cuerpo descubierto, pero que renacerán, como todos los celtas.
Cuando despide a los niños, que van a hacer tareas rurales, Camma regresa a la aldea a visitar a una anciana con infección ocular.
De camino a la choza de la mujer, ve hombres que salan carne de cerdo previendo la reserva para el invierno y mujeres que hilan tejidos con lana teñida.
Camma lleva a la anciana un remedio fabricado con muérdago, una planta sagrada de efectos curativos, pero mortal si se la usa equivocadamente.
Luego, va a visitar al jefe para hacerle conocer las profecías.
Lo convence para que dirima sus problemas con la tribu vecina.
En compañía de varios guerreros, cruzan el bosque y exigen una reunión fuera de la aldea de los riedones.
Los representantes de la tribu acuden con su propia druida, a quien Camma reconoce por haberla visto en la reunión anual en la Galia central, donde se eligen las líderes druidas.
De inmediato, los jefes comienzan a discutir y proferirse amenazas.
Camma se interpone para detener el conflicto entre ambos rivales, quienes deben respetar su autoridad.
Finalmente, los riedones aceptan resarcir a la tribu de Camma con cabezas de ganado.
Si bien la disputa se resuelve, Camma sigue intranquila en el largo camino de regreso.
Mientras se acerca a las murallas de su aldea, una luz brillante cruza velozmente el cielo.
Se trata de otro presagio, pero ¿de qué? Ya en la aldea, Camma se sienta con los ancianos a comer su sopa de avena, con un trozo de carne y una copa de vino.
Más temprano ese día, había llegado un pergamino interceptado.
Camma reconoce el mensaje de inmediato.
Si bien los druidas no tienen permiso para registrar sus conocimientos, tanto ella como muchos jóvenes druidas saben leer en latín.
El mensaje dice que los romanos se están acercando a esas tierras.
Algunos ancianos sugieren que la tribu huya y se oculte en las colinas, pero Camma les pide confiar en los dioses y permanecer en la aldea.
En su fuero íntimo, duda.
De llegar los romanos hasta allí, su poder de ayuda podría verse limitado.
A diferencia de las otras tribus celtas, las legiones romanas no respetan el rol sagrado de las druidas para instaurar la paz.
Antes de retirarse a dormir, Camma observa el recorrido de los planetas y consulta sus diagramas para tratar de entender el significado del meteoro que había visto pasar.
Las señales empiezan a converger para anunciar una amenaza mayor que los pueblos vecinos.
https://www.ted.com/talks/philip_freeman_a_day_in_the_life_of_an_ancient_celtic_druid/