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Una aguja en innumerables pajares: Buscando mundos habitables – Ariel Anbar – Charla TED-Ed

Charla «Una aguja en innumerables pajares: Buscando mundos habitables – Ariel Anbar» de TED-Ed en español.

Vea la lección completa: http://ed.ted.com/lessons/a-needle-in-countless-haystacks-finding-habitable-planets-ariel-anbar

De los cientos de millones de galaxias y cientos de millones de estrellas, ¿cómo buscamos mundos habitables parecidos a la Tierra? ¿Qué es lo fundamental para sustentar la vida como la conocemos? Ariel Anbar proporciona una lista para buscar vida en otros planetas.

Lección de Ariel Anbar, animación de TED-Ed.

  • Autor/a de la charla: Ariel Anbar
  • Fecha de grabación: 2012-11-08
  • Fecha de publicación: 2018-12-10
  • Duración de «Una aguja en innumerables pajares: Buscando mundos habitables – Ariel Anbar»: 299 segundos

 

Traducción de «Una aguja en innumerables pajares: Buscando mundos habitables – Ariel Anbar» en español.

En el universo, hay unas 100 mil millones de galaxias.

Cada una de ellas tiene unas 100 mil millones de estrellas.

Muchas de esas estrellas tienen planetas en su órbita.

¿Cómo buscar vida en tal inmensidad? Es como buscar una aguja en billones de pajares.

Debemos centrar la búsqueda en planetas que pueden sustentar vida tal como la conocemos —lo que llamamos mundos habitables.

¿Cómo son esos planetas? La respuesta no hay que buscarla ahí fuera.

En vez de eso, nos miramos a nosotros mismos.

A la Tierra.

Porque es el único planeta del que podemos estar seguros de que es habitable.

Cuando miramos la Tierra desde el espacio, vemos un mundo azul, lleno de agua.

No es una casualidad que tres cuartas partes de la superficie estén cubiertas de océanos.

Por sus exclusivas características químicas y físicas, el agua es absolutamente esencial para la vida tal como la conocemos.

Así que es muy emocionante encontrar otros mundos en los que abunda el agua.

Afortunadamente, el agua es muy común en el universo.

Pero la vida necesita agua en forma líquida, ni hielo, ni vapor, y eso es un poco menos común.

Para que un planeta tenga agua en forma líquida en su superficie, se necesitan tres cosas.

Primero, el planeta necesita ser lo suficientemente grande para que la fuerza de la gravedad evite que las moléculas de agua se vayan al espacio.

Por ejemplo, Marte es más pequeño que la Tierra, así que tiene menos gravedad, y esa es una razón por la que Marte tiene una atmósfera tan delgada, y ningún océano en su superficie.

Segundo, el planeta necesita tener una atmósfera.

¿Por qué? Porque sin atmósfera, el planeta está en el vacío, y el agua líquida no es estable en el vacío.

Por ejemplo, nuestra Luna no tiene atmósfera, así que si derramas agua en la Luna, bien se evapora, o bien se congela.

Sin la presión que ejerce una atmósfera, el agua líquida no puede sobrevivir.

Tercero, el planeta necesita estar a la distancia adecuada de su estrella.

Demasiado cerca, y la temperatura superficial sobrepasa el punto de ebullición del agua, y los océanos se convierten en vapor.

Demasiado lejos, y la temperatura superficial está por debajo del punto de congelación del agua, provocando que los océanos se congelen.

Fuego o hielo.

Para la vida como la conocemos, ninguno es apropiado.

Imagina que la zona donde el agua está líquida tiene forma de cinturón alrededor de una estrella.

A ese cinturón lo llamamos la zona habitable.

Al buscar mundos habitables, nos centramos en planetas ubicados en la zona habitable de sus estrellas.

En esas regiones es más probable encontrar planetas como la Tierra.

Si bien las zonas habitables son un buen lugar donde buscar planetas con vida, hay algunas complicaciones.

Primero, un planeta no es necesariamente habitable por estar en la zona habitable.

Piensa en el planeta Venus en el Sistema Solar.

Si fueses un astrónomo extraterrestre, pensarías que Venus es una buena opción para sustentar vida.

Tiene el tamaño correcto, tiene atmósfera, y está en la zona habitable del Sol.

Un astrónomo extraterrestre puede pensar que es un gemelo de la Tierra.

Sin embargo, Venus no es habitable, al menos no en la superficie.

No para la vida como la conocemos.

Hace mucho calor.

Esto es porque la atmósfera de Venus está llena de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero.

De hecho, su atmósfera es casi por completo dióxido de carbono, y casi 100 veces más densa que la nuestra.

Como consecuencia, la temperatura en Venus es lo suficientemente caliente como para fundir plomo, y el planeta está tan seco como un hueso.

Encontrar planetas del tamaño correcto y distancia apropiada a sus estrellas es sólo el principio.

También necesitamos saber la composición de sus atmósferas.

La segunda complicación surge cuando miramos más detenidamente la Tierra.

En los últimos 30 años, hemos descubierto microbios viviendo en todo tipo de ambientes extremos.

Los encontramos en fisuras en rocas a kilómetros de distancia de nuestros pies, en aguas hirviendo en el suelo de los océanos, en manantiales de aguas ácidas, y en gotas en nubes a kilómetros de altura de nuestras cabezas.

Los así llamados extremófilos no son poco comunes.

Algunos científicos estiman que la masa de microbios viviendo en las profundidades es igual a la masa de toda la vida en la superficie de la Tierra.

Estos microbios subterráneos no necesitan océanos o luz solar.

Esto sugiere que los planetas que se parecen a la Tierra son sólo la punta del iceberg astrobiológico.

Es posible que haya vida en acuíferos debajo de la superficie de Marte.

Puede que haya microbios en Europa, una luna de Júpiter, donde probablemente haya océanos de agua líquida debajo de la corteza de hielo.

Otro océano bajo la superficie de Encélado, —luna de Saturno — es fuente de géiseres hacia el espacio.

¿Es posible que estos géiseres sean una lluvia de microbios? ¿Sería posible volar a través de ellos para averiguarlo? ¿Y que pasa con la vida de otras formas que no conocemos, usando otro líquido que no sea agua? A lo mejor nosotros somos las extrañas criaturas que viven en un ambiente inusual y extremo.

A lo mejor la zona habitable es realmente tan grande que hay miles de millones de agujas en esos billones de pajares.

A lo mejor, en el fondo, la Tierra es sólamente uno de los muchos tipos de mundos habitables.

La única manera de averiguarlo es ir ahí fuera y explorar.

https://www.ted.com/talks/ariel_anbar_a_needle_in_countless_haystacks_finding_habitable_worlds/

 

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