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Una breve historia sobre la melancolía – Courtney Stephens – Charla TED-Ed

Charla «Una breve historia sobre la melancolía – Courtney Stephens» de TED-Ed en español.

Para ver la lección completa: http://ed.ted.com/lessons/a-brief-history-of-melancholy-courtney-stephens

Si estás vivo, respiras como ser humano, es probable que te hayas sentido triste por lo menos un par de veces en tu vida. Pero ¿qué es la melancolía y (acaso) debemos hacer algo al respecto? Courtney Stephens detalla nuestra comprensión de la tristeza, aún evolucionando… e incluso propone un argumento sobre su utilidad.

Lección por Courtney Stephens, animación por Sharon Colman Graham.

  • Autor/a de la charla: Courtney Stephens
  • Fecha de grabación: 2014-10-02
  • Fecha de publicación: 2019-04-01
  • Duración de «Una breve historia sobre la melancolía – Courtney Stephens»: 314 segundos

 

Traducción de «Una breve historia sobre la melancolía – Courtney Stephens» en español.

La tristeza es parte de la experiencia humana, pero durante siglos ha habido gran desacuerdo sobre qué es exactamente y, si acaso, hacer algo al respecto.

En sus términos más simples, la tristeza es a menudo considerada como la reacción natural a una situación difícil.

Te sientes triste cuando un amigo se va o muere una mascota.

Cuando un amigo dice, «Estoy triste», a menudo respondes con la pregunta, «¿Qué pasó?» Pero el supuesto de que la tristeza tiene una causa externa es una idea relativamente nueva.

Antiguos médicos griegos no consideraban la tristeza así.

Creían que era un líquido oscuro en el interior del cuerpo.

De acuerdo a su sistema humoral, el cuerpo y el alma eran controlados por 4 fluidos, llamados humores y su equilibrio influía directamente en la salud y el temperamento de uno.

Melancolía viene de ‘melaina kole’, las palabras para bilis negra, el humor que creían que causa tristeza.

Al cambiar la dieta y con prácticas médicas, uno podría llevar sus humores al equilibrio.

A pesar de que ahora sabemos mucho más sobre los sistemas que rigen el cuerpo humano, estas ideas griegas sobre la tristeza permaneces aún, no en la tristeza que todos sentimos de vez en cuando, sino en la depresión clínica.

Los médicos creen que ciertos estados emocionales inexplicables están al menos parcialmente relacionados con la química del cerebro, el equilibrio de varios sustancias presentes dentro del cerebro.

Como el sistema griego, cambiar este equilibrio puede alterar profundamente cómo respondemos incluso a dificultades extremas.

También hay una larga tradición de tratar de discernir el valor de la tristeza, y en esa discusión, hay un fuerte argumento de que la tristeza no es solo una parte inevitable de la vida, sino que es esencial.

Si nunca has sentido melancolía, te has perdido parte de lo que significa ser humano.

Para muchos pensadores la melancolía es necesaria para alcanzar la sabiduría.

Robert Burton, nacido en 1577, dedicó su vida al estudio de las causas y la experiencia de la tristeza.

En su obra maestra «La anatomía de la melancolía» Burton escribió, «Quien aumente su sabiduría aumentará su dolor».

Los poetas románticos de principios del siglo XIX creían que la melancolía nos permite comprender mejor otras emociones, como la belleza y la alegría.

Comprender la tristeza de los árboles perdiendo sus hojas en el otoño es entender mejor el ciclo de vida que trae las flores en la primavera.

Pero sabiduría e inteligencia emocional parecen necesidades muy superiores.

¿Tiene la tristeza valor a un nivel más básico, tangible, tal vez incluso a nivel evolutivo? Los científicos piensan que llorar y sentirse aislado, ayudó a nuestros antepasados ​​ a asegurar vínculos sociales y les ayudó a obtener el apoyo que necesitaban.

La tristeza, contrario a la violencia o la ira, era una expresión de sufrimiento que podría acercar de inmediato a la gente con quien sufre.

Esto ayudaba aa individuo y a la comunidad en general a prosperar.

Quizá la tristeza ayudó a generar la unidad necesaria para sobrevivir, pero muchos se preguntan si el sufrimiento que se siente por los demás es como el sufrimiento que experimentamos nosotros mismos.

La poeta Emily Dickinson escribió, «Mido cada pena que padezco Con ojos entronados y agudos Me pregunto si pesa como la mía O acaso pudiera ser más ligera».

Y en el siglo XX, antropólogos médicos, como Arthur Kleinman, reunieron pruebas de la forma en que la gente habla sobre el dolor para sugerir que las emociones no son universales en absoluto, y que la cultura, en particular la forma en que usamos el lenguaje, puede influir en cómo nos sentimos.

Cuando se habla de un corazón roto, la sensación de rompimiento se convierte en parte de nuestra experiencia, mientras que una que habla de un corazón magullado, parece en realidad ser una experiencia subjetiva diferente.

A algunos pensadores modernos no les interesa la subjetividad de la tristeza frente a la universalidad, y prefieren utilizar la tecnología para acabar el sufrimiento en todas sus formas.

David Pearce ha sugerido que la ingeniería genética y otros procesos contemporáneos no solo puede alterar cómo los humanos experimentan el dolor emocional y físico, sino que los ecosistemas del mundo deben ser rediseñados para que los animales no sufran en la naturaleza.

Él llama a su proyecto «ingeniería del paraíso».

Pero ¿hay algo triste en un mundo sin tristeza? Nuestros antepasados ​​ cavernícolas y poetas favoritos tal vez no quieren ser parte de ese paraíso.

De hecho lo único sobre la tristeza en lo que parece que existe acuerdo universal es que casi todos la han sentido a través del tiempo, y que desde hace miles de años, una de las mejores formas para enfrentar a esta difícil emoción es articularla, tratar de expresar lo que se siente inexpresable.

En palabras de Emily Dickinson, » ‘Esperanza’ es el ente alado Que anida en el alma Que canta sin letra sin cesar».

https://www.ted.com/talks/courtney_stephens_a_brief_history_of_melancholy/

 

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