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Una mirada divertida a las consecuencias no deseadas de la tecnología – Charla TED2017

Charla «Una mirada divertida a las consecuencias no deseadas de la tecnología» de TED2017 en español.

La tecnología debería funcionar para nosotros, pero ¿qué sucede cuando no lo hace? El comediante Chuck Nice explora las consecuencias involuntarias del avance tecnológico y la interacción humana, con resultados hilarantes.

  • Autor/a de la charla: Chuck Nice
  • Fecha de grabación: 2017-04-24
  • Fecha de publicación: 2018-02-27
  • Duración de «Una mirada divertida a las consecuencias no deseadas de la tecnología»: 642 segundos

 

Traducción de «Una mirada divertida a las consecuencias no deseadas de la tecnología» en español.

La tecnología del futuro siempre viene con dos cosas: una promesa y consecuencias no deseadas.

Hoy quiero explorar esas consecuencias.

Pero antes de llegar a cómo puede afectarnos la tecnología del futuro, me gustaría explorar las consecuencias no deseadas de algunas tecnologías recientes, por ejemplo, las redes sociales.

Las redes sociales, hace pocos años, eran la tecnología del yo futuro.

Ahora son el yo actual.

Se suponía que las redes sociales nos unirían en formas inimaginables.

Y las predicciones eran correctas.

Estas tres chicas hablan unas a otras sin la incomodidad del contacto visual.


(Risas)
A eso le llamo avance.

Se suponía que debíamos sumergirnos en un tsunami de comunicación, como el mundo nunca había visto.

Pero ocurrió eso.

Y esto.

(Canta) Una de estas cosas no es como la otra.

(Habla) Ahora, miren esta imagen.

Si eligieron al chico con el libro, se equivocan…

o, como diría cierto presidente, «¡Incorrecto!»
(Risas)
Claramente, tres de estos muchachos están leyendo, y un chico, al final, está escuchando música y jugando a «Candy Crush».


(Risas)
Entonces,

¿estamos más conectados, o solo pasamos más tiempo con nuestros dispositivos?

Se suponía que las redes sociales serían como la plaza de la ciudad, donde entraríamos en contacto para debatir ideas desafiantes.

Y en cambio tenemos trolls.

Este es un tuit real que recibí.

«Chuck, nadie quiere oír tus estúpidos y desinformados puntos de vista políticos.

Espero que enfermes de lerpa y mueras.

Con cariño, papá».


(Risas)
Lo genial de este tuit si lo miran, como la mayoría de los trolls, no es tan malo, porque me deseó «lerpa» en vez de «lepra», y la «lerpa» no es en absoluto peligrosa.


(Risas)

(Aplausos)
Aparte de los trolls, hay nuevas formas de torturar a los adolescentes…

el ciberacoso.

Una idea que mi madre de 75 años simplemente no puede entender.

«Entonces,

¿lo golpearon?

» «No, mamá, no lo golpearon».

«

¿Le robaron el dinero?

» «No, mamá, no le robaron el dinero».

«

¿Pusieron su cara en el inodoro?

» «No, mamá, no…» «Bueno,

¿qué hicieron?

» «Lo atacaron en Internet».

«

¿Lo atacaron en Internet?

»
(Risas)
«Bueno,

¿por qué no apagas Internet?

»
(Risas)
«Toda tu generación es una masa de debiluchos».


(Risas)
Plantea algo válido.


(Risas)
Plantea algo válido.

Y no voy a entrar en el efecto de las redes sociales sobre las citas.

Estuve en Grindr hasta que descubrí que no era una app para sándwiches de tipo molinillo, «grinder».


(Risas)
Y ni hablar de Tinder, solo decir que si creen que existe algún límite a la cantidad de sexo ocasional que puede haber en el planeta, tristemente, se equivocan.


(Risas)
Entonces,

¿hacia dónde nos dirigimos?

Bueno, pasemos a un tema candente.

Autos sin conductor.

Algo que vemos desde hace muchos años, solo que sin la asistencia informática.


(Risas)

(Aplausos)
Porque durante años hemos estado mandando mensajes mientras conducimos, maquillándonos, afeitándonos, leyendo, leyendo de verdad, ese sería yo.


(Risas)
Como los autos sin conductor serán compartidos, muchas personas no comprarán autos, eso significa que desaparecerá el organismo de control.

El control de vehículos…

y sé lo que van a decir.

«Lo único que faltaba es que este tipo suba al escenario y hable del organismo de control».

Bueno, no sé Uds., pero yo no quiero vivir en un mundo de luces fluorescentes estridentes, de filas infinitas, de terribles formularios a completar, y de burócratas descontentos, sin alma, que me recuerden que soy bastante afortunado de no trabajar aquí.


(Risas)
Ese es el servicio que brindan.

El ente de control: uno va para renovar el registro, y se queda por la satisfacción de saber que tomó buenas decisiones en la vida.


(Risas)
Nadie será dueño de su auto en el futuro, o sea que los adolescentes no tendrán un lugar para enamorarse.

¿Sabes lo que eso significa?

Significa que pedirán autos sin chofer para hacer justo eso.

No quiero entrar a un vehículo y tener que preguntarme: «

¿Por qué este auto huele a torpeza, fracaso y vergüenza?

»
(Risas)
Si quisiera preguntarme eso, iría a mi propia habitación.


(Risas)
Entonces,

¿qué más esperamos con ansias?

Eso es, la inteligencia artificial.

La inteligencia artificial, sí.

Hubo un tiempo en el que la inteligencia artificial era una broma.

Es decir, literalmente, una burla que uno escuchaba en un cóctel cuando alguien sacaba a colación en una conversación: «La inteligencia artificial.

La única inteligencia artificial real es nuestro Congreso Estadounidense Ja, ja, ja, ja, ja».

Bueno, ya no es divertido.


(Risas)
Stephen Hawking, Elon Musk y Bill Gates han expresado sus reservas sobre la inteligencia artificial.

Es como si Jesús, Moisés y Mahoma juntos, nos dijeran: «Oigan, oigan, aquí hay algo en lo que todos podemos creer».


(Risas)
Uno querría seguir ese camino, es todo lo que estoy diciendo.

Le estamos enseñando a pensar a las máquinas, a entender nuestro comportamiento, a defenderse e incluso a engañar.

¿Qué podría fallar?


(Risas)
Pero algo siempre es seguro: la creación siempre desprecia a su creador.

¿Sí?

Los Titanes se levantaron contra los dioses; Lucifer contra Jehová.

Y cualquiera que tenga un adolescente ha escuchado estas palabras: «¡Te odio y estás arruinando mi vida! ¡Te odio!» Ahora imaginen ese sentimiento con una máquina que puede superarnos y está fuertemente armada.


(Risas)

¿El resultado?

Absolutamente.


(Risas)
Antes de perfeccionar la inteligencia artificial debemos perfeccionar las emociones artificiales.

De esa manera, podemos enseñar a los robots o las máquinas cómo amarnos incondicionalmente, para que cuando descubran que el único problema real del planeta somos nosotros, en vez de destruirnos.

Lo que, por cierto, es totalmente lógico, pensarán que somos adorables…


(Risas)
como la caca de bebé.


(Risas)
«Dios mío, me encanta la forma en que destruyes el planeta.

No puedo enojarme contigo, ¡eres tan lindo! ¡Eres tan linda!»
(Risas)
No puedo hablar de esto sin hablar de robótica,

¿sí?

¿Recuerdan cuando pensaban que la robótica era genial?

Recuerdo que pensaba que la robótica era genial, hasta que descubrí que ocuparía el lugar de todos, del chico del reparto hasta la cirujana cardíaca.

La única cosa, sin embargo, muy decepcionante sobre la robótica es el santo grial de la robótica, y ni siquiera ha sucedido.

Estoy hablando de la novia robot, el sueño de un geek solitario en un sótano sin ventanas que un día juró: «Me voy a casar con mi creación».

Y realmente hay un movimiento en marcha para evitar que esto suceda, por miedo a la explotación.

Y yo, por mi parte, estoy en contra de ese movimiento.

Creo que deberíamos tener novias robot.

Solo creo que deberían venir con un protocolo feminista e inteligencia artificial, para que pueda mirar al tipo y decir: «soy demasiado buena para ti.

Me voy».


(Risas)

(Aplausos)
Y finalmente, tengo que hablar sobre bioingeniería, un área promisoria de la ciencia para terminar con la enfermedad incluso antes de que comience, para ayudarnos a vivir más tiempo, vidas más completas y más saludables.

Y al unir eso con hardware implantable, vemos la próxima encarnación de la evolución humana.

Y todo eso suena genial, hasta que descubrimos hacia dónde va realmente.

Un lugar: bebes de diseño, donde, sin importar la ubicación en el mundo ni la etnia, los bebés terminarán luciendo así.


(Risas)
Ese niño está sorprendido porque acaba de enterarse de que sus dos padres son negros.


(Risas)

¿Pueden imaginarlo en un cóctel en 20 años?

«Sí, mis dos padres son negros.

Quiero decir, es un poco incómodo a veces, pero deberías ver mi calificación crediticia.

Impresionante, muy impresionante».


(Risas)
Ahora, todo esto parece aterrador, y todos en esta sala saben que no lo es.

La tecnología no es aterradora.

Nunca lo ha sido y nunca lo será.

Nosotros somos aterradores, y también lo que haremos con la tecnología.

¿Permitiremos que exponga nuestra humanidad, mostrando nuestro verdadero yo y reforzando el hecho de que somos los guardianes de nuestros hermanos?

¿O permitiremos que revele nuestros demonios más profundos y más oscuros?

La verdadera pregunta no es si la tecnología es aterradora o no.

La verdadera pregunta es:

¿Cuán humanos somos?

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/chuck_nice_a_funny_look_at_the_unintended_consequences_of_technology/

 

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