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Una nueva forma de curar un corazón sin pasar por cirugía – Charla TED2016

Charla «Una nueva forma de curar un corazón sin pasar por cirugía» de TED2016 en español.

En la intersección entre invención médica y cultura indígena, el cardiólogo pediatra Franz Freudenthal remienda los agujeros de los corazones de niños de todo el mundo, utilizando un mecanismo nacido del telar tradicional boliviano. «Los problemas más complejos de nuestro tiempo», dice, «pueden ser resueltos mediante técnicas sencillas, si somos capaces de soñar».

  • Autor/a de la charla: Franz Freudenthal
  • Fecha de grabación: 2016-02-16
  • Fecha de publicación: 2016-09-09
  • Duración de «Una nueva forma de curar un corazón sin pasar por cirugía»: 568 segundos

 

Traducción de «Una nueva forma de curar un corazón sin pasar por cirugía» en español.

Los problemas más complejos de nuestro tiempo pueden solucionarse con técnicas sencillas si somos capaces de soñar.

Cuando era niño, descubrí que la creatividad es la clave para ir de los sueños a la realidad.

Me lo enseñó mi abuela, la doctora Ruth Tichauer, una refugiada judía que se asentó en el corazón de los Andes.

Así es como crecí: alentado a ir más allá de las limitaciones.

Parte de mi educación consistía en acompañarla a comunidades indígenas distantes.

Aprecio mucho esos momentos porque me ayudaron a entender la vida allende la ciudad, una vida con muchísimas posibilidades, donde el idioma y la cultura no eran barreras.

En esos viajes, mi abuela solía recitarme un poema de Kipling: «Hay algo oculto.

Ve y encuéntralo.

Ve y busca más allá de las montañas.

Hay algo perdido tras esas montañas.

Está perdido y esperando por ti.

¡Ve!» Unos años después, entré a estudiar medicina.

Uno de cada cien niños que nacen en el mundo tiene algún tipo de enfermedad del corazón.

Hay una parte de este problema que creo poder resolver, una parte en la que he trabajado toda mi vida.

El problema empieza durante el embarazo.

El feto necesita sobrevivir en el interior de la madre.

Su supervivencia depende de la comunicación entre la sangre sistémica y la pulmonar.

Al momento de nacer, la comunicación debe detenerse.

Si no es así, el bebé nace con un agujero en el corazón.

Sus causas: prematuridad y condiciones genéticas.

Hoy día hemos llegado a saber que la falta de oxígeno también es una causa.

Como se puede ver en este gráfico, la frecuencia con la que puede aparecer este agujero aumenta de forma dramática con la altitud.

Vídeo: (Bebé llorando) A simple vista, los pacientes con esta condición parecen desesperados por respirar.

La única solución para cerrar el agujero solía ser la cirugía mayor.

Una noche, mi amigo Malte y yo acampábamos en la zona del Amazonas.

Lo único que no ardía en la hoguera era una rama de aguacate verde.

Y nos vino la inspiración.

Usamos entonces esa rama como molde para nuestro primer invento.

Los agujeros en el corazón de los niños se pueden cerrar con él.

Una bobina es un trozo de cable enrollado sobre sí misma.

Quizá no parezca muy sofisticado, pero fue nuestro primer intento exitoso de crear un artefacto que resolviera este problema.

En este vídeo puede verse cómo un minúsculo catéter conduce la bobina hasta el corazón.

La bobina luego cierra el agujero.

Tras ese momento de inspiración, vino un largo periodo de grandes esfuerzos para desarrollar un prototipo.

Los estudios in vitro e in vivo supusieron miles de horas en el laboratorio.

Si la bobina funciona, puede salvar vidas.

Volví de Alemania a Bolivia convencido de que vayamos donde vayamos, tenemos la oportunidad de marcar una diferencia.

Con la ayuda de mi esposa y compañera, la doctora Alexandra Heath, empezamos a ver pacientes.

Después de tratar pacientes con éxito con nuestra bobina, nos invadió un enorme entusiasmo.

El problema es que vivimos en un lugar a 12.000 m de altura, y los pacientes allí necesitan un artefacto especial para curar sus problemas de corazón.

El agujero de los pacientes en la altitud es diferente, porque el orificio entre las arterias es mayor.

La mayoría de los pacientes no pueden pagarse un tratamiento oportuno, y fallecen.

La primera bobina podía tratar, con éxito, solo a la mitad de los pacientes de Bolivia.

Retomamos la búsqueda.

Volvimos a la pizarra de dibujo.

Tras muchos intentos, y con ayuda de amigos de mi abuela que vivían en las montañas, diseñamos un nuevo artefacto.

Durante siglos las mujeres indígenas han contado historias mientras tejen patrones complejos en telares, y esa inesperada habilidad nos ayudó a crear este nuevo artefacto.

Nos valimos de este método tradicional de tejido y creamos un diseño con base en un material con memoria, que recuerda la forma.

Esta vez, el tejido nos permitía crear un mecanismo sin costuras, que no se desbarata porque está hecho de una sola pieza.

Puede transformarse en estructuras muy complejas gracias a un procedimiento que tardó décadas en desarrollarse.

Como pueden apreciar, el artefacto entra en el cuerpo por los conductos naturales.

Los médicos solo tienen que introducir el catéter por el agujero.

El artefacto se expande, se acomoda el mismo y cierra el agujero.

Contamos con este maravilloso sistema de conducción que es muy sencillo de usar, ya que funciona por sí solo.

No se necesita una cirugía abierta.

(Aplausos) Como médicos que somos, luchamos contra enfermedades que requieren de mucho tiempo y esfuerzo para sanar, si es que lo hacen.

Este es el niño de antes, después de la intervención.

Como pueden observar…

(Aplausos) Como pueden observar, una vez se coloca el mecanismo, el paciente está curado por completo.

De principio a fin, el procedimiento no lleva más de 30 minutos.

Desde el punto de vista médico y humano, resulta muy gratificante.

Nos sentimos orgullosos de que algunos de nuestros antiguos pacientes formen parte de nuestro equipo; un equipo fortalecido por la interacción con pacientes que trabajan con nosotros.

Juntos tenemos una lema común: las mejores soluciones han de ser simples.

Perdimos el miedo a crear algo nuevo.

El camino no es fácil.

Cada día hay nuevos obstáculos.

Aun así, la fuerza de nuestros pacientes nos anima a seguir.

Su resiliencia y valor inspiran nuestra creatividad.

Nuestra meta es asegurarnos de que ningún niño quede desamparado por culpa del costo o las distancias.

Tenemos que crear una fundación con el modelo de uno por uno.

Daremos gratis uno de cada dos mecanismos para asegurarnos que todos los niños reciban su tratamiento.

Ahora mismo tenemos presencia en muchos países, pero tenemos que llegar a todo el mundo.

Todo este proyecto empezó con una idea imposible, que es la que hoy en día permanece: «no desamparar a ningún niño».

Muchísimas gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/franz_freudenthal_a_new_way_to_heal_hearts_without_surgery/

 

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