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Una solución climática donde todas las partes pueden ganar – Charla TED2017

Charla «Una solución climática donde todas las partes pueden ganar» de TED2017 en español.

¿Por qué estamos tan estancados en el clima, y qué se necesita para superar las barreras aparentemente insuperables hacia el progreso? El empresario político Ted Halstead propone una solución transformadora basada en los principios conservadores de los mercados libres y el gobierno limitado. Obtenga más información sobre cómo este plan de dividendos de carbono podría desencadenar un efecto dominó internacional hacia una solución climática.

  • Autor/a de la charla: Ted Halstead
  • Fecha de grabación: 2017-04-24
  • Fecha de publicación: 2017-05-17
  • Duración de «Una solución climática donde todas las partes pueden ganar»: 787 segundos

 

Traducción de «Una solución climática donde todas las partes pueden ganar» en español.

Tengo una hija de dos años llamada Naya que tiene la falsa impresión de que esta conferencia se llama así en honor a su padre.


(Risas)

¿Quién soy yo para contradecir a mi niña?

Como muchos de Uds.

sabrán, cuando uno es padre, piensa en los problemas a largo plazo, como el cambio climático.

El nacimiento de mi hija me inspiró a fundar una organización climática para contraatacar la polarización excesiva de este problema en EE.UU., y para descubrir una vía conservadora de progreso.

Sí, amigos, una solución republicana para el clima es posible.

¿Y saben qué más?

Puede incluso ser mejor.


(Risas)
Intentaré demostrárselos.

Necesitamos una aplicación ganadora para políticas climáticas.

En tecnología, una aplicación ganadora es una aplicación tan transformadora que crea su propio mercado, como Uber.

En el mundo del clima, una aplicación ganadora es una solución tan prometedora que puede atravesar la aparentemente insuperable barrera hacia el progreso.

Esto incluye la barrera psicológica.

Los defensores del clima han animado mucho a sus conciudadanos a hacer sacrificios a corto plazo ahora para beneficiar a otras personas en otros países de aquí a 30 o 40 años en el futuro.

Eso no funciona porque va en contra de la naturaleza humana básica.

La siguiente es la barrera geopolítica.

Bajo las reglas actuales del comercio mundial, los países tienen un fuerte incentivo para aprovecharse de la reducción de emisiones de otras naciones, en vez de fortalecer sus propios programas.

Esta ha sido la maldición de todas las negociaciones climáticas internacionales, incluida la de París.

Finalmente, tenemos la barrera partidista.

Incluso los países más comprometidos — Alemania, Reino Unido, Canadá — están lejos de reducir las emisiones a la escala y velocidad requerida.

No están ni cerca.

Y la división climática partidista es mucho más aguda aquí en EE.UU.

Estamos fundamentalmente atascados, por eso necesitamos una aplicación ganadora en política climática para superar todas estas barreras.

Estoy convencido de que el camino al progreso climático en EE.UU.

va de la mano del Partido Republicano y de la comunidad empresarial.

Por eso, al iniciar el Consejo de Liderazgo Climático, comencé a contactar a gente importante, a estadistas republicanos mayores y líderes empresariales, incluyendo a James Baker y George Schultz, los dos estadistas republicanos mayores más respetados de EE.UU.

Martin Feldstein y Greg Mankiw, los dos economistas conservadores más respetados en el país; y Henry Paulson y Rob Walton, dos de los más exitosos y aclamados líderes empresariales.

Juntos somos coautores de «Un caso conservador para los dividendos de carbono».

Esta es la primera vez que los líderes republicanos proponen una solución climática concreta basada en el mercado.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
Presentamos nuestro plan en la Casa Blanca dos semanas después de que el presidente Trump se mudara.

Casi todos los consejos editoriales importantes en el país respaldan nuestro plan desde entonces, y las 100 compañías de Fortune, de una amplia gama de industrias, ahora lo respaldan.

Probablemente ahora se pregunten,

¿cuál es exactamente el plan?

Bien, nuestra solución de los dividendos de carbono se basa en cuatro pilares.

El primero es incrementar gradualmente el impuesto al carbono.

Aunque el capitalismo es un sistema asombroso, igual que muchos sistemas operativos, está propenso a infectarse, lo que en este caso llamamos «fallas de mercado».

La falla más grande es que los precios de mercado no toman en cuenta los costos sociales y ambientales.

Eso significa que cada transacción se basa en información errónea.

Esta falla fundamental del capitalismo, más que ningún otro factor, es culpable de nuestro problema climático.

En teoría, este debería ser un problema fácil de resolver.

Lo economistas coinciden en que la mejor solución es ponerle precio al contenido carbónico de los combustibles fósiles, también conocido como el impuesto al carbono.

Esto desalentaría las emisiones de carbono en cada transacción económica, todos los días del año.

Sin embargo, el impuesto sobre el carbono ha demostrado ser impopular y un callejón político sin salida.

La respuesta sería devolver todo el dinero recabado directamente a los ciudadanos, en forma de dividendos mensuales iguales.

Esto transformará el impopular impuesto al carbono en una solución popular y populista, y también resolverá la latente barrera psicológica que discutíamos, al darle a todos, aquí y ahora, un beneficio concreto.

Y estos beneficios serán significativos.

Suponiendo que la tasa de impuesto empieza en USD 40 la tonelada de carbono, una familia de cuatro recibiría USD 2000 al año desde el inicio.

Según el Departamento del Tesoro de EE.UU., el 70 % inferior de los estadounidenses recibirá más dividendos de lo que pagará en el aumento de los precios de la energía.

Eso significa que 223 millones de estadounidenses ganarán dinero al resolver el cambio climático.

Y eso…


(Aplausos)
es revolucionario, y podría cambiar las políticas climáticas de manera fundamental.

Pero hay otro elemento revolucionario.

La cantidad de dividendos crecerá según aumente la tasa de impuestos.

Entre más protejamos nuestro clima, más beneficiaremos a nuestros ciudadanos.

Esto crea un bucle de retroalimentación crucial porque solo lograremos nuestro objetivo de emisión-reducción a largo plazo si el impuesto al carbono incrementa cada año.

El tercer pilar de nuestro programa es eliminar las regulaciones que ya no sean necesarias una vez que se implemente el plan de dividendos de carbono.

Este es un gancho de venta para los republicanos y empresarios.

Entonces

¿por qué negociar regulaciones climáticas por el precio del carbono?

Bien, permítanme mostrarles.

Nuestro plan alcanzará cerca del doble de reducción de las emisiones de todas las regulaciones climáticas de la era de Obama, y cerca del triple de la nueva base de referencia, después del que el presidente Trump revoque todas esas regulaciones.

Eso supone un impuesto al carbono de USD 40 la tonelada, lo que se traduce en cerca de 36 centavos extra por casi 4 litros de gasolina.

Nuestro plan en sí concretará el gran compromiso de EE.UU.

bajo el Acuerdo de París, y como pueden ver, la reducción de emisiones aumentará con el tiempo.

Esto ilustra el poder de una solución climática conservadora basada en el mercado libre y un gobierno limitado.

Terminaremos con menores regulaciones y mucha menos contaminación al mismo tiempo, además, ayudamos a la clase trabajadora de estadounidenses a salir adelante.

¿Acaso no suena como algo que todos podríamos respaldar?


(Aplausos)
El cuarto y último pilar del programa es un nuevo efecto dominó climático, con base en ajustes fronterizos.

Quizá esto suene complicado, pero también es revolucionario, porque nos provee una nueva estrategia para alcanzar un precio global del carbono que es lo que básicamente necesitamos.

Permítanme mostrarles un ejemplo.

Supongan que el País A adopta el plan de dividendos de carbono, y el País B no.

Para nivelar las condiciones y proteger la competitividad de sus industrias, el País A aplica impuestos a las importaciones del País B según su contenido carbónico.

Parece justo.

Pero aquí es donde se pone interesante, porque el dinero recabado en la frontera incrementará los dividendos que serán para los ciudadanos del País A.

¿Cuánto tiempo creen que le tome al pueblo del País B darse cuenta de que ese dinero debería ser para ellos y exijan un plan de dividendos de carbono en su propio país?

Agreguen otros países y tenemos un nuevo efecto dominó climático.

Una vez que un país o región importante adopte los dividendos de carbono con ajustes fronterizos de carbono, otros países estarán obligados a hacerlo también.

Una a una las fichas del dominó caen.

Este efecto dominó podría comenzar en donde sea.

Desearía que fuera en EE.UU.

pero también podría comenzar en el Reino Unido, en Alemania u otro país europeo, o incluso en China.

Tomemos a China como ejemplo.

China está comprometida a reducir las emisiones de efecto invernadero, pero lo que a sus líderes les interesa más es dirigir su economía hacia un desarrollo económico regido por el consumidor.

Bien, nada aceleraría más esa transición que darle a cada ciudadano chino un dividendo mensual.

De hecho, esta es la única solución normativa.

que le permitiría a China alcanzar sus objetivos ambientales y económicos al mismo tiempo.

Por ello, esta es la aplicación ganadora de la política climática porque nos permitirá superar todas las barreras que discutimos antes: la barrera psicológica, la barrera partidista, y como acabamos de ver, la barrera geopolítica.

Todo lo que necesitamos es un país que nos muestre el camino.

Y un método para encontrar lo que buscamos es publicar un anuncio.

Leamos juntos este anuncio.

Se busca: país pionero para el plan de dividendos de carbono.

Costos para el país: ninguno.

Fecha de inicio: de inmediato.

Beneficios: la más efectiva solución climática, popular y populista, pro-crecimiento y pro-comercio, limita la intervención del gobierno y ayuda a la clase trabajadora.

Compensación adicional: gratitud de las actuales y futuras generaciones, incluyendo mi hija.

Gracias.


(Aplausos)
Chris Anderson: Solo una pregunta para ti, Ted.

No estoy seguro de haber visto antes que un conservador recibiera una ovación de pie en TED.

Qué bueno.

El razonamiento parece muy poderoso, pero algunas personas en la política opinan que es difícil imaginar que el Congreso apruebe esto.

¿Cómo te sientes respecto al empuje que hay detrás de esto?

Ted Halstead: Entiendo que muchos sean muy pesimistas respecto a lo que está pasando en EE.UU.

con el presidente Trump.

Yo no tanto, por lo siguiente.

Las acciones climáticas tempranas de esta Casa Blanca, son solo el primer paso de un complejo juego de ajedrez climático.

Hasta hoy, solo ha sido una estrategia de revocación; la presión exigirá un programa de reemplazo, y ahí entramos nosotros.

Hay tres razones del porqué, las explicaré muy brevemente.

Una, la comunidad de negocios diverge de la Casa Blanca respecto al cambio climático.

De hecho, encontramos a varias compañías de Fortune 100 que apoyan nuestro programa.

En dos meses daremos a conocer algunos nombres inesperados que están a favor de este programa.

Dos, no hay cuestión política en EE.UU.

donde haya una brecha más grande entre la base republicana y los líderes republicanos que el cambio climático.

Y tres, pensando en la analogía del ajedrez, la gran decisión por tomar es:

¿Se quedará la administración en París?

Analicémoslo de ambas maneras.

Si se queda en París, en lo que muchos de la administración insisten, esto genera una pregunta:

¿Cuál es el plan?

Nosotros tenemos el plan.

Pero si no se queda en París, la presión internacional será abrumadora.

La Secretaría de Estado le pedirá a otros países contribuciones para la OTAN y ellos le dirán: «No, cumplan el Acuerdo de París y nosotros cumpliremos la nuestra».

Entonces, el comercio internacional y la base republicana exigirán un plan de reemplazo.

Y, con suerte, nosotros proveeremos uno.

CA: Muchas gracias, Ted.

TH: Gracias, Chris.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/ted_halstead_a_climate_solution_where_all_sides_can_win/

 

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