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Ya avanzamos… ahora qué. – Charla TEDWomen 2013

Charla «Ya avanzamos… ahora qué.» de TEDWomen 2013 en español.

Sheryl Sandberg admite que estaba aterrorizada de subir al escenario de TED en 2010, porque iba a hablar, por primera vez, acerca de la experiencia solitaria de ser mujer en los niveles más altos de los negocios. Millones de visitas (y un libro muy vendido) más tarde, la COO de Facebook habla con la mujer que la empujó a dar la primera charla, Pat Mitchell. Sandberg habla sobre las reacciones a su idea y explora las formas en que las mujeres todavía luchan con el éxito.

  • Autor/a de la charla: Sheryl Sandberg
  • Fecha de grabación: 2013-12-05
  • Fecha de publicación: 2014-01-15
  • Duración de «Ya avanzamos… ahora qué.»: 1016 segundos

 

Traducción de «Ya avanzamos… ahora qué.» en español.

Pat Mitchell: Tu primera vez en TEDWomen.

Sheryl S: Primera vez.

Es bueno verlos.

Siempre es bueno mirar y ver a tantas mujeres.

No es a lo que estoy acostumbrada como tampoco lo es para el resto.

PM: Cuando empezamos a hablar de que el tema no fuera acerca de los medios sociales que asumimos sería, sino que tenías mucho en mente la falta de posiciones de liderazgo, particularmente en el sector de tecnología y los medios sociales.

Pero

¿cómo evolucionó como un pensamiento y terminó siendo la charla de TED que diste?

Estaba muy asustada de hablar sobre las mujeres, porque crecí en el mundo de los negocios, como muchas de nosotras.

Nunca hablas de ser mujer, porque alguien podría notar que eres una mujer,

¿verdad?

Se darán cuenta.

O peor aún, si dices mujer la gente al otro lado de la mesa piensan que pides trato especial o que te estás quejando.

O peor, que estás a punto de demandarlos.

Y así he pasado…


(Risas)

¿Verdad?

He pasado mi carrera entera, y nunca hablé de ser mujer, nunca hablé de esto públicamente.

Pero también he notado que así no funciona.

Salí de la universidad hace más de 20 años y pensé: todos mis compañeros eran hombres y mujeres, todos por encima de mí eran hombres, pero que eso cambiaría, porque tu generación ha hecho un trabajo increíble en la lucha por la igualdad, la igualdad llegaría.

Pero no fue así.

Porque año tras año, yo era una de las pocas, y ahora, a menudo la única mujer en la sala.

Y he hablado con mucha gente sobre eso, Debería hablar en TEDWomen sobre las mujeres y dijeron: Oh no, no.

Terminará con tu carrera empresarial.

No puedes ser una ejecutiva de negocios seria y hablar acerca de ser mujer.

Nunca te tomarán en serio otra vez.

Por suerte, hubo unos pocos, los orgullosos, como tú, que me dijeron que debería dar el discurso, y me pregunté lo que Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook y mi jefe, nos preguntaría a todos nosotros:

¿qué es lo que harías si no tuvieras miedo?

Y la respuesta a lo que haría si no tuviera miedo, es que subiría al escenario de TED, y hablaría acerca de las mujeres y liderazgo.

Y lo hice y sobreviví.


(Aplausos)
PM: Yo diría que no sólo sobreviviste.

Estoy pensando en ese momento, Sheryl, cuando tú y yo estábamos detrás del escenario juntas y te volteaste hacia mí, y me contaste una historia.

Y te dije en el último minuto: «Sabes, realmente debes contar eso».

SS: Oh, sí.

PM:

¿Cual era la historia?

SS: De hecho es una parte importante del camino.

Tenía el evento de TEDWomen, el original sería en D.C.

y vivo aquí, tenía que tomar un avión el día anterior, y mi hija que tenía tres años, se aferraba a mi pierna y decía: «Mami, no te vayas».

Y Pat es una amiga…

Y esto no tenía relación con el discurso que iba a dar, que estaba lleno de hechos y cifras, pero de nada personal, y le conté a Pat la historia.

Le dije, tengo un día difícil.

Ayer mi hija se aferró a mi pierna y decía: «No te vayas».

Y me miraste y dijiste, tienes que contar esa historia.

Y dije:

¿En el escenario de TED?

¿Estás bromeando?

¿Voy a salir al palco y admitir que se aferraba a mi pierna?

Y tú dijistes que sí, porque si quería hablar de más mujeres en posiciones de liderazgo, tienes que ser honesta acerca de lo difícil que es.

Y lo hice.

Y creo que es una parte muy importante del camino.

Lo mismo pasó cuando escribí mi libro.

Empecé a escribir el libro.

Escribí un primer capítulo, Pensé que era fabuloso.

Estaba repleta de datos y cifras, tenía tres páginas sobre tribus Masai matrilineales y sus patrones sociológicos.

Mi esposo lo leyó y me dijo que es como comer Wheaties.


(Risas)
Nadie — y me disculpo si hay alguien de Wheaties aquí — nadie, nadie leerá este libro.


(Risas)
Y me di cuenta a lo largo del proceso que debía ser más honesta y más abierta, y tuve que contar mis historias.

Mi historia de que todavía no me sentía tan segura de mí misma como debería en muchas situaciones.

Mi primer y fallido matrimonio.

Llorar en el trabajo.

Sintiéndome como que no pertenecía allí, sintiéndome culpable hasta este día.

Y parte de mi camino, empezando en este escenario, y de allí a los principios de «apóyate» y la fundación es que se trata de ser más abierta y honesta acerca de esos desafíos, para que otras mujeres puedan ser más abiertas y honestas, y que todas podamos trabajar juntas por verdadera igualdad.

PM: Creo que una de las partes más sorprendentes sobre el libro, y en mi opinión, una de las razones por las que a tocado a la gente y está resonando alrededor del mundo, es que lo haces personal y dejas claro que si bien has observado algunas cosas que son muy importantes que otras mujeres conozcan, tú también has tenido los mismos desafíos que muchas de nosotras tenemos, como enfrentar obstáculos y barreras, y que posiblemente hay personas que no piensan igual.

Háblanos de ese proceso: decidir hacer público lo privado, y luego ponerte en la posición de experto sobre cómo resolver esos desafíos.

SS: Después de hacer la charla de TED, lo que pasó fue…

ya sabes que nunca imaginé escribir un libro, no soy una autora o una escritora, muchos la vieron y comenzó a impactar las vidas de las personas.

Tengo una de las primeras cartas de una mujer que decía que le ofrecieron un buen ascenso en el trabajo y ella lo rechazó, y le contó a su mejor amiga que lo rechazó y ella le dijo: «Tienes que ver esta charla de TED».

Y vio esta charla de TED, y regresó al día siguiente y aceptó el trabajo, y luego fue a casa y le dio a su esposo la lista de las compras.


(Risas)
Y ella dijo, puedo hacer esto.

Y lo que es realmente significativo para mí…

es que no es sólo mujeres en corporaciones.

Si bien lo he oído de muchas, y las impactó mucho, también había gente en diferentes circunstancias.

Hay un médico que conocí que atendía en el Johns Hopkins, y me dijo que hasta que vio mi charla de TED, nunca se le ocurrió que aunque la mitad de los estudiantes de medicina eran mujeres, no hablaban tanto como los hombres cuando hacían visitas a pacientes Así que empezó a prestar atención y se dio cuenta de que los hombres siempre levantaban la mano.

empezó a alentar a las mujeres a levantar la mano, y aún así no lo hacían.

Entonces les dijo a todos, no levanten más la mano, yo digo quién habla.

Así podía llamar uniformemente a hombres y mujeres.

Y se demostró a sí mismo que las mujeres sabían las respuestas tan bien o mejor y fue capaz decírselos.

Y también está la mujer, ama de casa, que vive en un barrio difícil, sin una buena escuela, dijo que esa charla TED — y nunca tuvo un trabajo corporativo — la charla de TED la inspiró a ir a la escuela y demandar un mejor maestro para su hija.

Y creo que parte fue encontrar mi propia voz.

Y me di cuenta de que otras mujeres y hombres podrían encontrar su voz a través de esto, y es la razón por la que pasé de la charla al libro.

PM: Y en el libro, no sólo encontraste tu voz, que es clara y firme, sino también compartes lo que has aprendido, las experiencias de otras personas en las lecciones.

Y lo que estoy pensando es que te convertiste en una especie de experto en cómo se apoyar.

¿Cómo te sentiste y cómo ha cambiado tu vida?

El lanzar no sólo un libro muy vendido, una charla de las más vistas, sino un movimiento, donde la gente comenzó a describir literalmente sus acciones en el trabajo como: «me estoy apoyando».

SS: Quiero decir, estoy agradecida, me siento honrada, estoy feliz y es apenas el comienzo.

No sé si soy un experto o si alguien es experto.

Ciertamente he investigado bastante.

He leído todos los estudios, he estudiado los materiales, y las lecciones son muy claras.

Porque esto es lo que sabemos: Lo que sabemos es que los estereotipos dejan a la mujeres alejadas de puestos de liderazgo en el mundo.

Es sorprendente.

«Apóyate» es global, he estado en todo el mundo, y las culturas son tan diferentes.

Incluso en nuestro propio país, hasta Japón, Corea, China, Asia, Europa, son muy diferentes, excepto por una cosa: el género.

En todo el mundo, sin importar la cultura, creemos que los hombres deben ser fuertes, energéticos, agresivos, tener voz creemos que las mujeres deben hablar cuando se les habla, ayudar a los demás.

Ahora, pasa que en todo el mundo a las mujeres se les llama «mandonas».

Hay una palabra para «mandona» para las niñas, en todos los idiomas.

Es una palabra que no es muy usadas para los niños, porque si un niño manda, no hay un adjetivo negativo para ello — es de esperarse —.

Pero si una niña manda, es una «mandona».

Sé que no hay muchos hombres hoy aquí, pero ténganme paciencia.

Si eres hombre, tendrás que representar tu género.

Por favor, levanta la mano si te han dicho que eres muy agresivo en el trabajo.


(Risas)
Siempre hay unos pocos, alrededor del 5 %.

Bien, ahora prepárense señores.

Si eres una mujer, por favor, levanta la mano si alguna vez te han dicho que eres muy agresiva en el trabajo.


(Risas)
Eso es lo que dice el público en todos los países del mundo, y es apoyada profundamente por los datos.

¿Creen que las mujeres son más agresivas que los hombres?

Por supuesto que no.

Las juzgamos a través de una lente diferente y muchos de los rasgos de carácter que se deben exhibir, para obtener resultados, al dirigir, son los que pensamos que en un hombre, él es un jefe, y en una mujer, ella es una mandona.

Y la buena noticia sobre esto es que podemos cambiarlo reconociéndolo.

Uno de los momentos más felices en esta aventura, después de que salió el libro, fue cuando estuve en un escenario con John Chambers, el CEO de Cisco.

Había leído el libro.

Estaba en el palco conmigo, y me invitó frente a su equipo, hombres y mujeres, y dijo: «Pensé que éramos buenos en esto.

Pensé que era bueno en esto.

Luego leí este libro y me di cuenta que nosotros, mi empresa, hemos llamado a nuestras mujeres demasiado agresivas, y estoy de pié en este palco y lo siento.

Y quiero que sepan que nunca vamos a hacerlo de nuevo».

PM:

¿Podemos enviar eso a un montón de gente que conocemos?


(Aplausos)
SS: John está haciendo eso porque cree que es bueno para su empresa, y reconocer este tipo de prejuicios es lo que puede cambiarlos.

Y así que la próxima vez que vean a alquien llamar a una niña «mandona», irán hasta esa persona con una gran sonrisa y le dirán: «Esa niña no es mandona.

Esa niña tiene habilidades de liderazgo ejecutivo».


(Risas)
PM: Ya sé que eso es lo que le dices a tu hija.

SS: Absolutamente.

PM: Y en el libro te enfocaste, en crear un diálogo acerca de esto.

Es decir, vamos a ponerlo allí, enfrenten el hecho de que las mujeres, en un tiempo cuando tenemos más puertas abiertas y más oportunidades, todavía no están obteniendo las posiciones de liderazgo.

En los meses que pasaron desde que salió el libro, en que «Apoyarse» se ha centrado, aquí están algunos de los desafíos y muchos de ellos están dentro de nosotros y veámonos a nosotros mismos.

¿Qué ha cambiado?

¿Has visto cambios?

SS: Bueno, ciertamente hay más diálogo, que es genial.

Pero lo que realmente me importa, y creo que a todos, es acción.

A donde quiera que voy los CEOs, que son en su mayoría hombres, me dicen, me estás costando mucho dinero porque todas las mujeres quieren ganar tanto como los hombres.

Y les digo, no me arrepiento en absoluto.


(Risas)
En absoluto.

Es decir, las mujeres deben ser pagas tanto como los hombres.

Donde quiera que voy, las mujeres me dicen que piden aumentos.

Donde sea que voy, las mujeres dicen que tienen mejores relaciones con sus esposos, pidiendo más ayuda en casa, pidiendo los ascensos que merecen en el trabajo más importante, creen en si mismas.

Incluso pequeñas cosas.

Un gobernador de uno de los estados me dijo que no se daba cuenta que las mujeres se sentaban literalmente en los costados de la sala, y ahora hizo una regla que todas las mujeres se sienten a la mesa La fundación que comencé junto con el libro ayuda a las mujeres y hombres a empezar círculos, grupos pequeños, pueden ser de 10, puede ser más que se reúnen una vez al mes.

Yo creía que tendríamos unos 500 círculos.

Sería fantástico.

Ya sabes, 500, diez personas cada uno.

Hay más de 12,000 círculos en 50 países en el mundo.

PM: Wow, eso es increíble.

SS: Y estas personas se reúnen cada mes.

Conocí a uno de ellos, estaba en Beijing.

Un grupo de mujeres, todas entre 29 y 30, comenzaron el primer círculo en Beijing, varias de ellas crecieron en una China muy pobre y rural.

Estas mujeres tienen 29 y la sociedad les dice que son «sobras» porque aún no están casadas y el proceso de reunirse una vez al mes en una reunión es ayudarles a definir quien son por sí mismas.

Lo que quieren en sus carreras.

La clase de compañeros que quieren y así.

Los miré, hablamos y nos presentamos, dijeron sus nombres de dónde vienen, y yo dije: yo soy Sheryl Sandberg y este era mi sueño.

Y empecé a llorar.

Ok, lo admito, lo hago.

¿Cierto?

He hablado de eso antes.

Pero el hecho de que una mujer tan lejos en el mundo, que creció en una aldea rural, que se le dice que se case con quien no quiere casarse, ahora puede reunirse 1 vez al mes con un grupo y rechazar eso y encontrar su vida con sus propios términos.

Es el tipo de cambio que desearía.

PM:

¿Te has sorprendido por la naturaleza global del mensaje?

Porque creo que cuando el libro salió, mucha gente pensó, bueno, esto es un manual muy importante para las mujeres jóvenes.

Tienen que ver esto, anticipar las barreras y reconocerlas, ponerlas afuera al aire libre, tener el diálogo pero eso es para las mujeres que son así.

Que lo hacen.

Buscan el mundo corporativo.

Y sin embargo, está siendo leído el libro, como bien dices, en países en desarrollo rurales.

¿Qué parte de eso te ha sorprendido y tal vez te condujo a una nueva perspectiva?

El libro es sobre confianza en sí mismo e igualdad.

Y resulta que, en todas partes del mundo, las mujeres necesitan más confianza en sí, porque el mundo nos dice no somos iguales a los hombres.

En todo el mundo, los hombres reciben un «y» y las mujeres reciben un «o» Nunca conocí a un hombre que se le pregunte cómo hace todo.


(Risas)
Una vez más, voy a recurrir a los hombres en la platea Por favor, levanta la mano si alguna vez te preguntaron,

¿cómo haces todo?


(Risas)
Solo hombres.

Mujeres, mujeres.

Por favor, levanta la mano si alguna vez te preguntaron cómo haces todo.

Suponemos que los hombres pueden hacerlo todo, tienen puestos de trabajo y niños.

y que las mujeres no y eso es ridículo, porque la gran mayoría de las mujeres en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, trabajan a tiempo completo y tienen hijos.

Y creo que la gente no entiende completamente cuán amplio es el mensaje.

Hay un círculo que se ha iniciado para trabajadoras sexuales rescatadas en Miami.

Están usando «Vamos Adelante» para ayudar a la gente a hacer la transición a lo que sería una vida justa, realmente rescatándolas de sus proxenetas y vivirla.

Hay grupos de Vístete para el Éxito en Texas que utilizan el libro, para mujeres que no han ido a la Universidad.

Y sabemos que hay grupos hasta en Etiopía.

Y estos mensajes de inegualdad, de cómo se les dice a las mujeres no pueden tener lo que los hombres pueden tener, de cómo suponemos que el liderazgo es para hombres, asumimos que la voz es para hombres, eso nos afecta a todos nosotros y es muy universal.

Y es parte de lo que hace TEDWomen.

Une a todos en una causa en la que tenemos que creer, que es más mujeres, más voz, más igualdad.

PM: Si te invitaran a hacer otra charla de TEDWomen,

¿Qué dirías que es el resultado de esta experiencia, para ti personalmente, y qué has aprendido sobre las mujeres y los hombres, mientras has hecho este viaje?

SS: Creo que yo diría, intenté decir esto fuertemente, pero creo que puedo decirlo más fuertemente.

Quiero decir que el status quo no es suficiente.

Que no es suficiente, no está cambiando suficientemente rápido.

Desde que di mi charla en TED y publiqué mi libro, salió otro año de datos del censo de Estados Unidos.

¿Y sabes lo que encontramos?

No hay cambio en la brecha salarial de las mujeres en Estados Unidos.

77 centavos de dólar.

Si eres una mujer negra, 64 centavos.

Si eres una Latina, 54 centavos.

¿Sabes cuándo fue la última vez que estos números subieron?

2002.

Nos estamos estancando, nos estamos estancando en muchos sentidos.

Y creo que no estamos siendo realmente honestos acerca de eso por muchas razones.

Es muy difícil hablar sobre el género.

Nos rehuye la palabra «feminista», una palabra que creo que debemos abrazar.

Tenemos que deshacernos de la palabra mandona y traer de vuelta…


(Aplausos)
Creo que me gustaría decir en una voz más fuerte, que tenemos que deshacernos de la palabra «mandona» y traer de vuelta la palabra «feminista», porque lo necesitamos.


(Aplausos)
PM: Y todos tenemos que hacer mucho más para avanzar.

SS: Mucho más avance.

PM: Gracias, Sheryl.

Gracias por avanzar y decir que sí.

SS: Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/sheryl_sandberg_so_we_leaned_in_now_what/

 

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