El uranio, que hace 60 años se apreciaba por sus sales fluorescentes, se ha convertido en una de las grandes estrellas de la actualidad desde que es el detonante de las bombas atómicas y, sobre todo, el combustible de los reactores nucleares.
Se trata de la fuente de energía que dijeron estaba llamada a sustituir al petróleo, pero sigue sin ser una energía limpia.
De cualquier forma, hoy por hoy, las energías renovables no son suficientes, ni de lejos, para abastecer la demanda de energía, por lo que, queramos o no, el uranio y la energía nuclear seguirá siendo durante muchos años imprescindible para la progresión del nivel de vida de los países industrializados.
El uranio es un metal muy pesado cuyo aspecto semejante al del hierro.
Se obtiene uranio natural a partir de su mineral más corriente, la pecblenda, después de numerosas y delicadas operaciones.
Este uranio natural se compone de dos isótopos (tienen las mismas propiedades químicas de masas atómicas diferentes): el uranio 238 y el uranio 235.
Solamente el uranio 235 es fisible, solamente este uranio puede desintegrarse y producir calor.
Desgraciadamente, el uranio sólo contiene un 0,7% de uranio 235, por lo que el problema reside en enriquecerlo, es decir, en aumentar esta proporción de uranio 235 para obtener mayores probabilidades de energía.
Después de haber transformado el metal en gas se pueden seguir los procedimientos.
El primero se hace pasar a través de miles de tabiques porosos, dispuestos en grupos a lo largo de casi 2 km de longitud.
Estos tabiques porosos actúan como filtros y conservan el uranio 235, el más pesado.
En el segundo procedimiento, se introduce el gas en una especie de taza que gira con altísima velocidad, con lo que se concentra el uranio pesado en el centro.
Éste es el mismo procedimiento utilizado en la centrifugadora las para separar la crema de la leche. De hecho los aparatos que llevan a cabo esta función se llama así, centrifugadoras.
Para mejor utilización del uranio 238, que es el más abundante, se han inventado los súper generadores, en los cuales es transformado en plutonio.
El plutonio es un metal que no se encuentra en estado natural y es tan fisible como el uranio 235.
Su desintegración pone en funcionamiento los reactores atómicos, lo que produce una inmensa cantidad de energía.
Muy muy interesante . El tiempo en el que vivimos cada vez está más de moda oír que sí el enriquecimiento de uranio de Irak, el peligro de las centrales nucleares, las energías limpias, etc.
Vosotros que opináis de todas estas cosas?