El agua que se evapora de las superficies de los mares y continentes no se queda en el aire. Al menor enfriamiento se condensa en nubes que caen seguidamente en forma de gotas de lluvia.
El calor solar es el motor del ciclo del agua: del mar a las nubes, de las nubes a la lluvia, de la lluvia a los manantiales, a los ríos, el mar…, Y vuelta a empezar.
Mediante la erosión, la lluvia modificado considerablemente el relieve del suelo, aunque, en forma, es uno de los fenómenos más útiles, ya que sin lluvia no habría vegetación. Desgraciadamente, es capaz también de provocar inundaciones catastróficas.