Aeronave con alas rígidas capaz de volar gracias a la acción de un motor. La forma del fuselaje provoca una corriente de aire que eleva al aparato y lo mantiene suspendido mientras viaje a suficiente velocidad.Los primeros diseños intentaron copiar a las aves sin ningún éxito.
En 1809, el inglés George Cayley llegó a la conclusión de que el hombre sólo podría volar utilizando aparatos con alas rígidas. Siguiendo este razonamiento, el alemán Otto von Lilienthal construyó en 1891 el primer planeador. Posteriormente, el estadounidense Samuel Langley hizo volar diversos modelos de pequeño tamaño dotados de hélices accionadas mediante motores de combustión interna. Sin embargo, fracasó en la construcción de un avión capaz de elevar a un hombre.
En 1903, su compatriota Orville Wright voló por primera vez a bordo del Kitty Hawk, un biplano con dos hélices y un motor de 16 cv construido con la ayuda de su hermano Wilburg.
El vuelo duró 56 segundos y recorrió 266 metros. Dos años después, lograron recorrer 39 km. Durante la Primera Guerra Mundial se empezaron a utilizar aviones en misiones de reconocimiento y rápidamente aparecieron aparatos de caza para interceptarlos y derribar los globos cautivos de observación. Inicialmente empleaban fusiles y pistolas normales, pero, en 1915, el británico Roland Garros utilizó por primera vez el dispositivo de Morane-Saulnier, que sincronizaba los disparos de la ametralladora con el giro de la hélice.
Ese mismo año aparecieron los bombarderos. Alemania fabricó el primer avión a reacción en 1939 y en 1947 la aeronave estadounidense Bell XI logró superar la velocidad del sonido (340 m/s). La aviación comercial inició su expansión tras la Segunda Guerra Mundial.