Perder el pelo no implica quedarse calvo. A todo el mundo se cae el pelo, y ello no es óbice para que mucha gente luzca una espléndida cabellera.
En condiciones normales perdemos entre 20:50 pelos al día, y no pasa absolutamente nada, porque con el mismo ritmo nos vuelven a nacer, y nos quedan crecer unos 0,4 mm en ese mismo periodo. El problema fundamental de quines padecen alopecia no es que se les caiga el pelo, sino que no reponen el pelo caído. En estos casos, cuando el folículo piloso muere y deja de ser productivo, es cuando es preciso extremar las medidas para evitar perder el cabello difícilmente reemplazable.
Las causas de la pérdida de pelo son muy variadas y sólo están nuestras manos evitar alguna de ellas. El estado general de nuestra salud afecta al cabello, lo mismo que una alimentación pobre un estrés excesivo, que genera desórdenes hormonales. Más allá de recuperar un estilo de vida relajado y comer sana y equilibrada mente, potenciando, si es preciso con suplementos, la ingesta de vitaminas del complejo B, en especial de biotina, poco podemos hacer sin problemas hereditario.
Por otro lado, le das conlleva un alopecia generalizada: se estima que después de los 40 tenemos la mitad de folículos que teníamos al nacer.