Los espejismos no son más que ilusiones ópticas que se deben a la refracción de la luz.
No hace falta sedientos por un desierto para poderlos ver.
A veces podemos ver objetos lejanos como una imagen invertida, como un reflejo en el agua, o objetos flotando sobre la superficie del mar o sobre el horizonte.
desierto
La refracción no es más que el cambio de dirección que experimenta la luz al pasar de un medio a otro con diferente densidad. Su índice es la relación entre la velocidad de la onda de un medio de referencia y su velocidad en el medio de que se trate.
El típico ejemplo de esto es el de la cuchara sumergida en un vaso de agua: parece torcida.
Los espejismos no dejan de ser un caso extremo de refracción al que normalmente llaman «reflexión total». Depende si está arriba o abajo de la capa de aire caliente estos espejismos pueden ser superiores o inferiores.
Los espejismos superiores se producen cuando el aire que está cerca de la superficie es más frío y por lo tanto más denso.
Estos espejismos se suelen observar en latitudes donde los mares son fríos y la capa de aire cercana al mar es más fría que las capas superiores de aire.
En estos espejismos la luz ascendente es refractada hacia abajo por la capa cálida, lo que provoca una imagen invertida que parece flotar en el cielo.
Por el contrario los espejismos inferiores se dan cuando el aire que está más cerca de la superficie es más caliente que la idea de que tienen encima, y por lo tanto menos denso. Este es el típico espejismo que se dan los desiertos o, un caso mucho más familiar, el espejismo que se da sobre el asfalto en la carretera.
Estos espejismos inferiores suelen tener una apariencia de agua(como un lago o un mar) que se va alejando a medida que nosotros nos vamos acercando hacia él.