El aspecto subliminal
Nuestra memoria y recuerdos, así como tomo su carga emocional, no sólo están formados por los contenidos que hemos almacenado de forma consciente, sino especialmente y sobre todo por aquellos que han sido adquiridos de forma inconsciente.
Los estímulos subliminales (ya sean visuales, auditivos, olfativos o de cualquier otra naturaleza perceptual) son aquellos reproducidos o emitidos con ‘baja intensidad’ (alude tanto a la captación de estímulos por debajo del umbral sensorial mínimo como por extensión a los que se hallan por encima del umbral absoluto superior) o de forma más o menos soslayada, semi-oculta o con breve exposición para que no sean captados de forma totalmente consciente. Siendo si captados a nivel inconsciente y almacenados en nuestra «mente profunda» donde surtirán un efecto que en mayor o menos medida va a condicionar nuestro comportamiento futuro, en base a las emociones que nos desencadenarán asociados con otros recuerdos que sí pueden haber sido conscientes y con los que se emitieron conjuntamente.
Por tanto se denomina percepción subliminal a la captación de dichos estímulos subliminales, que no alcanzan la representación consciente pero que sin embargo determina la conducta de la persona al margen de su voluntad consciente.
Entonces dado que es un efecto que se produce debido a la actuación del subconsciente, se debe definir este término como: el conjunto dinámico de deseos, sentimientos e impulsos fuera de nuestro campo de percepción consciente; se le puede comparar con un gran banco de memoria que almacena, por tiempos variables, la mayor parte de la información que recibimos.
Bryan Key afirma que “existe algo en el cerebro humano y en el sistema nervioso que responde a las etiquetas del inconsciente o subconsciente. Puede demostrarse empíricamente y sin lugar a dudas que esta maquinaria existe como un aspecto vital del comportamiento humano en todas sus manifestaciones. Cómo trabaja esta máquina es desconocido”.
Los experimentos demuestran que los seres humanos reciben, procesan y transmiten información que no aparece conscientemente en ninguna de las etapas de su camino a través del sistema nervioso. Sin duda, el mecanismo inconsciente puede operar independientemente del mecanismo consciente del cerebro.
Se llama subliminal a toda aquella percepción que llega al subconsciente sin pasar antes por el consciente, es decir, cuando es percibida sin que el sujeto se de cuenta. La publicidad subliminal consiste pues en exponer a los consumidores a estímulos que no se perciben conscientemente.
Subliminal, según el diccionario, es la percepción de un estímulo cuando el sujeto no llega a ser consciente de aquel a causa de la rapidez o de la poca intensidad con que se le ofrece.
Todo mensaje que es transmitido en un nivel inferior a la percepción consciente es considerado subliminal, sea éste auditivo o visual, etc.