Recopilación de citas y frases célebres de BERTRAND RUSSELL
«Cuando nos percatamos de que las fantásticas sumas de dinero que se gastan en armamentos se transfieren por contratos industriales en cuyos consejos de administración figuran los mismos generales que piden las armas, podemos comprobar que los militares y la gran industria han formado una alianza de juntas directivas entrelazadas en provecho propio.
BERTRAND RUSSEL
Podrías considerar la tierra como tu enemigo, porque ofrece a duras penas una subsistencia miserable. Podrías considerar la madre naturaleza en general como tu enemigo, y concebir la vida humana como una lucha para sacar el mejor provecho de la madre naturaleza. Si los hombres vieran la vida de esta forma, la cooperación entre toda la raza humana sería fácil. Y se podría hacer que los hombres vieran la vida de esta forma si los colegios, los periódicos y los políticos se dedicaran a este fin. Pero los colegios se dedican a enseñar patriotismo, los periódicos a fomentar la excitación y los políticos a ser reelegidos. Ninguno de estos tres, por tanto, puede hacer nada para salvar a la raza humana del suicidio recíproco.
BERTRAND RUSSELL
Lo que se necesita no es la voluntad para creer, sino el deseo de averiguar, que es exactamente lo contrario.
BERTRAND RUSSELL
La percepción, sin comprobación ni fundamento, no es garantía suficiente de verdad
BERTRAND RUSSELL
William James solía predicar la ‘voluntad de creer’. Yo, por mi parte, quisiera predicar la ‘voluntad de dudar’ (…) lo que se persigue no es la voluntad de creer, sino el deseo de descubrir, que es exactamente lo opuesto
BERTRAND RUSSELL
Algunas veces, en momentos de horror, me he sentido tentado de dudar de que haya alguna razón para desear que siga existiendo una criatura como el hombre. Es fácil ver al hombre como oscuro y cruel, como una encarnación del poder diabólico y como un borrón sobre la hermosa faz del universo. Pero esta no es toda la verdad, y no es la ultima palabra de la sabiduría
BERTRAND RUSSELL
Los hombres han creado belleza; han tenido visiones extrañas que parecían el primer atisbo de un país maravilloso; han sido capaces de amor, de solidaridad con toda la raza humana, de grandes esperanzas para la humanidad en su conjunto. Es cierto que estos han sido logros de hombres excepcionales, y que con frecuencia han tropezado con la hostilidad de toda la comunidad. Pero no hay ninguna razón para que el tipo de hombre que hoy es excepcional no sea normal en los siglos venideros
BERTRAND RUSSELL
Tengo ante mi una visión luminosa: un mundo donde nadie pase hambre. Donde haya pocos enfermos, donde el trabajo sea agradable y no excesivo, donde sea corriente un sentimiento bondadoso y, donde las mentes liberadas del temor creen placeres para los ojos, los oídos y el corazón. No digáis que es imposible. No es imposible. No digo que se pueda hacer mañana, pero si digo que se podría hacer dentro de mil años, si los hombres dirigieran sus mentes a lograr ese tipo de felicidad que seria propia del hombre
BERTRAND RUSSELL
¿Es que toda esta esperanza no va a contar para nada? ¿Vamos a seguir confiando nuestros asuntos a hombres sin compasión, sin conocimiento, sin imaginación y que no tengan nada que los acredite excepto un odio metódico y habilidad para vituperar?
BERTRAND RUSSELL
Los sacerdotes han considerado siempre a la mujer como la tentadora, la inspiradora de deseos impuros.
BERTRAND RUSSELL
El concepto de pecado, tal como lo presenta la ética cristiana, provoca un enorme daño: ofrece a la gente una vía de escape para su sadismo considerada legítima e incluso noble. Pongamos como ejemplo el asunto de la prevención de la sífilis. Se sabe que si se toman algunas precauciones el peligro de contraer la enfermedad es mínimo; sin embargo, los cristianos se oponen a la difusión de estos conocimientos médicos porque sostienen que los pecadores deben ser castigados. Mantienen su actitud hasta tal punto que están dispuestos a que el castigo se extienda a las esposas y a los hijos de los pecadores. Actualmente hay en el mundo muchos miles de niños con sífilis congénita que nunca deberían haber nacido, de no haber sido por ese deseo de los cristianos de ver castigados a los pecadores. No comprendo como este tipo de doctrinas promotoras de la más diabólica crueldad pueden ser consideradas moralmente beneficiosas.
BERTRAND RUSSELL
Nadie que piense que los sufrimientos de este mundo son por nuestro bien puede tener intactos sus valores éticos, porque siempre está tratando de hallar excusas para el dolor y la miseria.
BERTRAND RUSSELL
La gran mayoría de los hombres y de las mujeres, en tiempo normal, pasan a través de la vida sin contemplar ni criticar, en general, ni sus condiciones propias ni la de los demás. Se encuentran colocados en cierto lugar de la sociedad y aceptan lo que cada día aquélla les ofrece, sin hacer algún esfuerzo por pensar mas allá de lo que requiere el momento inmediato.
BERTRAND RUSSELL
Los precursores del socialismo, anarquismo y sindicalismo, en su mayoría, han sufrido prisión, destierro y miseria, sufriéndolos deliberadamente por no avenirse a abandonar la propaganda de sus ideales; han demostrado que la esperanza que les anima no es el logro personal, sino el bien de la humanidad. No obstante, a pesar de que el deseo por el bienestar humano es lo que, en el fondo, determina la línea general de la vida de estos hombres, no resulta muy raro que en los pormenores de sus palabras y escritos el odio sea mas evidente que el amor. Es seguro que un idealista impaciente aumentará aún mas su odio al ver la oposición y fracasos que sufre su anhelo por acrecer la felicidad del mundo. Un hombre sin ninguna inquietud no podrá desempeñar un papel eficaz
BERTRAND RUSSELL
Otra razón por la que los reformadores radicales son mal apreciados por los hombres corrientes es que contemplan la sociedad actual desde afuera, con hostilidad hacia sus instituciones. A pesar de que, en su mayor parte, tienen mas fe que sus contemporáneos en la capacidad inherente al hombre de vivir una buena vida, sienten tan agudamente la crueldad y la opresión que causan las instituciones existentes, que dan la impresión de cinismo, lo que es completamente falso. La mayoría de los miembros de sus mismo grupo; otro, para los que juzgan como enemigos, parias o peligrosos para la sociedad. Los reformadores radicales están dispuestos a concentrar toda su atención en la conducta que la sociedad tiene para con este segundo grupo, por el que sienten una gran repulsión y enemistad
BERTRAND RUSSELL
Los adversarios del capitalismo han aprendido, por medio del estudio de ciertos hechos históricos, que los capitalistas y el Estado han mostrado frecuentemente esa ferocidad hacia los trabajadores, especialmente cuando éstos se han atrevido a protestar contra la execrable miseria a que el industrialismo les ha generalmente condenado
BERTRAND RUSSELL
Es difícil no odiar a los que torturan el objeto de nuestro amor; sin embargo, no es imposible. Pero para no odiar hace falta una liberalidad de perspectiva y una amplitud de comprensión que en medio de la lucha desesperada es casi imposible conservarlos; aun si los socialistas y los anarquistas no hubieran guardado siempre la pureza fundamental de sus doctrinas o en sus prácticas, en ello no se diferencian mucho de sus adversarios; y en cuanto a la fuente de su inspiración se han mostrado superiores a aquellos que consienten, ignorantes o negligentes, las injusticias y agresiones que sirven para defender el actual sistema
BERTRAND RUSSELL
Según el concepto vulgar, un anarquista es un hombre que tira bombas y perpetra otros atropellos, o porque es mas o menos loco, o porque se sirve del pretexto de tener opiniones políticas extremistas para disimular tendencias criminales. Estos conceptos son, naturalmente, de todos modos, inadecuados
BERTRAND RUSSELL
Hay anarquistas que creen en la eficacia de las bombas: hay otros que no creen en ella. Hay hombres de casi todos los matices de opinión que creen en el bien de tirar bombas en circunstancias convenientes
BERTRAND RUSSELL
Los anarquistas, asi como los socialistas, generalmente tienen fe en la doctrina de la lucha de clases, y si se sirven de las bombas es del mismo modo que los gobiernos se sirven de la guerra; por cada una de las bombas fabricadas por un anarquista se fabrican por los gobiernos muchos millones de bombas, y por cada uno de los hombres muertos por la violencia de Estados. Por consiguiente, podemos dejar de pensar en la violencia, que tiene tanta importancia en la imaginación popular, pues no es ni esencial ni particular para los que adoptan la posición anarquista
BERTRAND RUSSELL
Anarquismo, como su etimología indica, es una teoría que se opone a todo género de autoridad impuesta. Se opone al Estado por ser la suma de las fuerzas empleadas en el gobierno de la comunidad. Para el anarquista es un gobierno tolerable el que es libre, no meramente en el sentido que tiene la mayoría, sino en el que conviene a la totalidad
BERTRAND RUSSELL
La doctrina esencial del sindicalismo es la lucha de clases, que debe ser conducida por los métodos industriales mas que por los políticos. Los principales métodos industriales que ellos predican son la huelga, el boicot, el sabotaje y el label
BERTRAND RUSSELL
La actitud del anarquismo frente al movimiento sindicalista es simpatizante, con la reserva de que métodos tales como la huelga general no deben ser considerados como sustituto de la revolución violenta, que la mayoría de los anarquistas consideran necesaria
BERTRAND RUSSELL
Gente que tiene un concepto optimista de la humanidad hubiera podido suponer que los deberes de un magistrado estarían entre los oficios desagradables, como el de limpiar las cloacas; pero un cínico puede sostener que los placeres de ser vengativo y sentirse moralmente superior son tan grandes que no hay ninguna dificultad para encontrar ancianos que sin recibir un céntimo como remuneración de sus servicios envíen a unos infelices desamparados a la tortura de la cárcel
BERTRAND RUSSELL
Los socialistas de Estado discuten como si no hubiese peligro alguno para la libertad dentro de un Estado que no estuviera basado en el capitalismo. Eso me parece un perfecto error. Dado que habrá una clase social de oficiales, sea cual sea el sistema de escogerlos, es inevitable que haya un grupo de hombres cuyos instintos les impulsen hacia la tiranía. Además del deseo natural del poder, tendrían una convicción fija 8como se ve ahora en las filas mas altas de los empleados del Estado) de que ellos solo saben lo suficiente para poder juzgar de lo que es bueno para la comunidad. Así como todos los hombres que administran un sistema llegarán hasta creer que el sistema en sí mismo es sagrado
BERTRAND RUSSELL
Hay ciertos defectos que parecen innatos a la naturaleza misma de las instituciones representativas. Hay un sentido de altivez, consecuencia inevitable del éxito en el campeonato por ganar el favor del público. Hay una costumbre casi inevitable de hipocresía, puesto que la experiencia demuestra que la democracia no descubre la falsedad de un orador, y, por otra parte, se ofenderá por cosas que aún el hombre mas sincero pueda creer necesarias. De ahí nace un tono de cinismo entre los diputados y un sentido de que nadie puede conservar su posición en la política sin hacer rampas
BERTRAND RUSSELL
La prensa es el segundo gran factor que los hombres que critican el capitalismo indican cuando quieren probar que el capitalismo es el origen de las guerras modernas
BERTRAND RUSSELL
La mayoría de los hombres no son suficientemente sagaces para estar alerta contra las influencias de la prensa, y mientras sigan sin tener un sentido crítico, el poder de la prensa continuará siendo muy grande
BERTRAND RUSSELL
El hombre que está acostumbrado a ver siempre la gente someterse a su voluntad, se indigna cuando encuentra oposición. Instintivamente está convencido de que la oposición es mala y tiene que ser suprimida
BERTRAND RUSSELL
No solamente la concentración del poder sostiene la tendencia de causar las guerras, sino igualmente las guerras y el miedo de ellas necesitan la concentración del poder
BERTRAND RUSSELL
En la vida cotidiana de la mayoría de las personas el miedo desempeña un papel de mayor importancia que la esperanza; están preocupados pensando mas en lo que pudieran crear en sus propias vidas y en las vidas de los que están en contacto con ellas
BERTRAND RUSSELL
El consejo de -hazte niño- sería bueno para mucha gente en muchos aspectos; va unido con el otro de -no pienses en el mañana-, lo que es difícil obedecer en un mundo de competencia
BERTRAND RUSSELL
Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos, por hacer imposible lo posible
BERTRAND RUSSELL
Todo el problema con el mundo es que los tontos y los fanáticos están siempre seguros de sí mismos mientras los más sabios están llenos de dudas
BERTRAND RUSSELL