Acadia (en francés Acadie), nombre original de la antigua región de Canadá, que ahora se halla dividida entre las provincias marítimas de Nueva Escocia, New Brunswick y la isla del Príncipe Eduardo. La región fue colonizada por primera vez por los franceses en 1604, pero los ingleses la reclamaron, en virtud de las exploraciones del navegante italiano Giovanni Caboto, en 1497 y 1498. Jacobo I Estuardo de Inglaterra concedió Acadia al poeta y político escocés sir William Alexander en 1621, pero el control sobre ella cambió varias veces de mano durante el posterior enfrentamiento anglo-francés por la supremacía en América del Norte. Los británicos obtuvieron el dominio de Acadia mediante el Tratado de Utrecht (1713), que puso fin a la guerra de Sucesión española.
En 1755, debido al nuevo inicio de la guerra con Francia (la fase norteamericana de la guerra de los Siete Años) y a las dudas acerca de la lealtad de los habitantes de Acadia, las autoridades coloniales británicas expulsaron a los acadios de sus tierras, les arrebataron sus propiedades y les dispersaron por las demás colonias británicas de América del Norte. La historia del exilio acadio fue relatada en el poema Evangeline (1847) del poeta estadounidense Henry Wadsworth Longfellow.