Acarnania, antigua región de Grecia, separada de Epiro en el norte por el golfo de Ambracia, de Etolia en el este por el río Aqueloo, y limitada al sur y al oeste por el golfo de Corinto y el mar Egeo.
Los habitantes de Acarnania apoyaron a Atenas en la guerra del Peloponeso (431-404 a.C.). En el 390 a.C. Acarnania fue conquistada por Esparta, y gobernada consecutivamente por Esparta, Atenas y Tebas hasta el 338 a.C., fecha en que cayó bajo el control de Macedonia con la victoria del rey Filipo II en Queronea. Casi un siglo después, formando parte del Imperio macedónico, Acarnania fue dividida entre los estados de Etolia y Epiro, pero la zona epirota recuperó su independencia en el 230 a.C.
Acarnania se unió al rey Filipo V de Macedonia en su fracasada guerra contra el poder romano; se vio obligada a enviar rehenes a Roma en el 167 a.C., la cual sin embargo permitió a Acarnania conservar su propio gobierno hasta cerca del 22 a.C., cuando el emperador romano Augusto reorganizó las provincias romanas. Algunos habitantes de la región fueron trasladados como colonos a Nicópolis, la nueva ciudad del emperador en Epiro, mientras el resto se quedó en la provincia de Acaya, que había absorbido a Acarnania. La región forma parte en la actualidad del nomo (departamento) griego de Etolia-Acarnania.