Los buques corsarios, armados para la guerra del corso, eran propiedad de particulares. El rey los autorizaba atacar, saquear y hundir los barcos enemigos aislados. Los marinos corsarios se lanzaban al abordaje armados con sables hachas y pistolas.
Algunos audaces marinos como Drake, alcanzaron celebridad como corsarios de ciertos reyes.
Atacaban por sorpresa, capturaban que hundían las corbetas y galeones cargados de oro de las potencias enemigas, desorganizado en el aprovisionamiento de sus flotas y ejércitos se apoderaban de las riquezas que transportaban.
Los corsarios estaban autorizados a repartirse el botín.
Su momento estelar de situarse a mediados del siglo XVI.
Historia de los corsarios
Los corsarios que actuaban de acuerdo con su gobierno, nada tenían que ver con los filibusteros.
Los corsarios berberiscos eran corsarios del Imperio Otomano en lugar de los piratas.
Si bien sus hazañas muchas veces se confunden con la piratería, y algunos capitanes y almirantes corsarios habían sido antes piratas, pero el objetivo de sus ataques eran multiples, no solo economicos como los piratas tradicionales.
Los corsarios aparte del saqueo total de los barcos abordados, buscaban la esclavitud de los capturados y ayudar a una guerra santa librada contra Roma y cortra el cristianismo.
Los corsarios eran líderes sarracenos o renegados -Cristianos que se convirtieron al Islam -, ya sea para saquear legalmente barcos mediterráneos o para ganar su libertad de la esclavitud.
La Cristiandad considerará los corsarios berberiscos como piratas y terroristas, y los trató en consecuencia.
En 1584 los venecianos capturaron una galera con destino a Trípoli.
Ellos mataron a todos a bordo – cincuenta moros, setenta y cinco turcos, 174 renegados, y cuarenta y cinco mujeres.
Los corsarios operaban en varios paraísos a lo largo de la costa de África del Norte.
El Puerto natural de Argel les proporcionó un lugar para proteger a sus barcos y sirvió como base de operaciones perfecta desde la cual lanzar sus ataques.
Cuando regresaban a puerto después de un ataque exitoso, los corsarios disparaban sus cañones.
Las defensas en tierra devolvian el saludo. Después de que los corsarios desembarcaban, se celebraba una fiesta.
El Pasha, gobernador de Argel, recibia una séptima parte del tesoro y esclavos capturados.
Los capitanes corsarios y sus socios recibian a los esclavos restantes y la carga, mientras que los soldados, que abordaban los barcos y capturaban los esclavos, se repartian el botín.