A Juan Ramón Jiménez de Antonio Machado
Era una noche del mes
de mayo, azul y serena.
Sobre el agudo ciprés
brillaba la luna llena,
iluminando la fuente
en donde el agua surtía
sollozando intermitente.
Sólo la fuente se oía.
Después, se escuchó el acento
de un oculto ruiseñor.
Quebró una racha de viento
la curva del surtidor.
Y una dulce melodía
vagó por todo el jardín:
entre los mirtos tañía
un músico su violín.
Era un acorde lamento
de juventud y de amor
para la luna y el viento,
el agua y el ruiseñor.
«El jardín tiene una fuente
y la fuente una quimera…»
Cantaba una voz doliente,
alma de la primavera.
Calló la voz y el violín
apagó su melodía.
Quedó la melancolía
vagando por el jardín.
Sólo la fuente se oía.
Añade tus comentarios sobre A Juan Ramón Jiménez de Antonio Machado y consulta los comentarios de otros lectores interesados en este poema.
En los comentarios inferiores puedes consultar (o añadir si no están) el resumen, análisis y estructura de «A Juan Ramón Jiménez», figuras literarias que se utilizan en «A Juan Ramón Jiménez», tema, métrica y rima utilizada, comentarios estilísticos, contextualización de la poesía, interpretaciones, valoraciones personales sobre A Juan Ramón Jiménez de Antonio Machado y todo lo que desees aportar.