Cualquier motor de combustión interna intermitente en el que los productos gaseosos calientes de la combustión periódica de la mezcla de una determinada cantidad de aire y de combustible (gasolina, gas-oil, gas) accionan las partes móviles que propulsan el vehículo, y todo el correspondiente ciclo ocurre dentro del propio motor.
Que sea de combustión interna lo diferencia de la máquina de vapor, donde no se hace reaccionar químicamente el fluido propulsor, sino que tan sólo se le transfiere calor –generado en una caldera externa al motor– mediante un intercambiador; que sea intermitente, de los cohetes o de los reactores, donde el oxidante y el combustible fluyen continuamente al motor.
En casi todos los motores de explosión la ignición del combustible se produce dentro de un cilindro, donde empuja un pistón; una biela comunica ese movimiento lineal a una transmisión que lo convierte en el movimiento circular de las ruedas (una excepción son los motores rotativos, como el Wankel o el Tri-Dyne, en los que el gas generado por la combustión actúa sobre las superficies de un rotor de tres lados).
Son especialmente importantes los motores de explosión que usan gasolina y cuyo ciclo consta de cuatro partes o tiempos, porque de este tipo son los de la mayoría de los automóviles; en ellos produce la ignición una chispa eléctrica, y eso los diferencia de los motores diesel, muy empleados también en los automóviles y sobre todo en los camiones, y en los que la ignición de la mezcla de aire y de combustible no la produce una chispa eléctrica, sino el calentamiento del aire cuando lo comprime el pistón. Los motores de explosión alimentados por gas o por alcohol son muy similares al de gasolina; la única diferencia está en el sistema de carburación.Los cuatro tiempos son la admisión, la compresión, la ignición y el escape, y corresponden a cuatro golpes de pistón.
En la admisión el pistón desciende, y la gasolina y el aire mezclados en el carburador entran en el cilindro por la válvula de admisión abierta, empujados por el vacío parcial que se crea; en la compresión sube el pistón y comprime la mezcla con las válvulas cerradas; a punto de finalizar este golpe de pistón la bujía enciende la mezcla; en la ignición siguen cerradas y la expansión de los gases de ignición empuja el pistón hacia abajo; en el escape, el pistón ascendente expulsa los gases por la válvula de escape abierta.
Un ciclo de dos tiempos se usa en motores pequeños, de poca potencia.Se sabe que los metalúrgicos ya usaban pistones para bombear aire hacia el 150 a.C. En la antigüedad hubo ya intentos de crear máquinas térmicas, pero no se consiguió satisfactoriamente hasta el siglo XVIII; aun así, aquellas máquinas de vapor de combustión externa eran pesadas, voluminosas, de bajo rendimiento térmico, de ahí que se emprendiese la búsqueda de un sistema que no dependiera de una fuente de calor exterior. Christiaan Huygens y Denis Papin ya concibieron, en 1673, un motor de explosión de pólvora. En 1820 se montó en Inglaterra un motor que hacía explotar una mezcla de aire e hidrógeno en una cámara. Su venta, pese a ser deficiente, pesado y peligroso, empezó en 1823; tenía ya muchas de las características de futuras máquinas más desarrolladas. El francés Sadi Carnot esbozó la teoría de la combustión interna en 1824. En 1860, tras los intentos fracasados de muchos inventores, el francés Étienne Lenoir ponía a la venta un motor de dos tiempos, útil aunque de bajo rendimiento, alimentado con gas de alumbrado, en realidad una máquina de vapor modificada. En los cinco años siguientes vendió cientos de unidades para mover bombas de agua e imprentas. En 1862, el francés Alphonse Beau de Rochas describía el ciclo de un motor de cuatro tiempos ideal, que llevó a la práctica el alemán Nikolaus Otto en 1876; pese a su peso, vendió en 17 años 50.000 unidades.
En 1884, Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach, antiguos colaboradores de Otto, crearon el primer motor de cuatro tiempos de alta velocidad con un carburador de gasolina. Con su motor, más ligero que los anteriores, propulsaron una bicicleta y un carruaje. Por aquel entonces, Carl Benz construía un motor de gasolina de un cilindro que movió el que se considera primer automóvil. El esquema de los motores de Daimler y Benz es, en esencia, el de los motores actuales.