Un Microscopio optico es un instrumento que magnifica objetos muy pequeños, apenas visibles o imperceptibles a simple vista, gracias a la acción de una o varias lentes.
Cuando sólo interviene una lente convergente, el microscopio se llama simple o lupa. Su capacidad magnificadora viene a ser de 250 mm (la distancia mínima a la que el ojo sigue viendo con claridad) dividido por la distancia focal de la lente en milímetros, y suele ser entre 1 y 10. Un ojo joven distingue puntos separados al menos un minuto de arco; a 25 cm de distancia eso equivale a una décima de milímetro. Un poder magnificador de 10, pues, quiere decir que la resolución correspondiente, es decir, el detalle mínimo que puede percibirse en el objeto usando la lupa, es como mucho de una centésima de milímetro.
El microscopio compuesto (el microscopio óptico propiamente dicho) se compone de dos lentes y un tubo que las aloja y las mantiene separadas, más un sistema de iluminación que atraviese el objeto que se va a observar o que refleje en él la luz.
Las dos lentes son el ocular, de distancia focal corta (la distancia a la lente a la que convergen los rayos que la atraviesan) y por lo tanto de mayor poder de magnificación, que crea una imagen real en el plano focal de la segunda, el ocular, que actúa entonces como una lupa, creando una imagen virtual ampliada.
El poder magnificador es el producto de los poderes de estas dos lentes. El del ocular no suele ser de más de 10 y su tarea no es sino hacer más cómoda la observación de la imagen creada por el objetivo.
Cuando la resolución del microscopio se acerca a la longitud de onda de la luz (que es del orden de las décimas de millonésima de metro en el caso de la luz visible), la resolución no depende sólo del poder magnificador, sino de los fenómenos de difracción de la luz (desviaciones de su dirección) en las estructuras del objeto de ese orden de magnitud.
Para evaluar ese efecto se emplea la llamada apertura numérica del objetivo: el seno de la mitad del ángulo del cono de luz que entra en el objetivo por el índice de refracción del medio donde esté inmerso (su valor máximo es, pues, uno en el aire). La apertura numérica, pues, será mayor cuanto mayor sea la lente o el índice de refracción del medio, y la resolución, a su vez, es mayor cuanto mayor es la apertura y menor la longitud de onda.
Por eso, dada la longitud de onda de la luz con la que se ilumine la muestra, se aumenta la resolución sumergiendo el ocular en un líquido, un aceite normalmente.
El médico italiano Girolamo Fracastoro ya mencionó, en 1538, la posibilidad de usar dos lentes para observar cosas muy pequeñas. Los fabricantes holandeses de gafas Hans Jansen y su hijo Zacharias crean el microscopio compuesto en 1590, con unas lentes aún muy deficientes.
Las primeras observaciones sistemáticas las efectuó el dibujante flamenco Joris Hoefnagel en Francfort del Main en 1592, de las que sacó una colección de grabados de insectos aumentados.
Muy buena información.