La miel es un fantastico producto natural que a los niños y los mayores les suele encantar, pero ¿Como se obtiene la miel? o mejor dicho ¿De donde sale la miel?. Las flores de numerosas plantas segregan un jugo espeso y azucarado que mantiene adherido el polen a los órganos de la flor. Éste líquido, llamado néctar, es muy apreciado por ciertos insectos, sobre todo las abejas, las cuales hacen gran consumo de él. Mediante la regurgitación del néctar, después de haber pasado por el estomago, las abejas producen la miel.
La miel es un producto natural, espeso, dulce y alimenticio, que las abejas almacenan como reserva para el período de invierno en el que me dieran flores para alimentarse con el que el frío las impedirá volar por el exterior. El almacenamiento se efectúa en las celdillas de los panales de cera que confeccionan estos insectos. Cada celdilla, después de haber sido llenada de miel, es cerrada con cera, con lo que queda al abrigo del aire.
Durante la época de la floración, y principalmente se está sido abundante, las reservas se acrecientan y superan las necesidades de la colmena. El apicultor, o creador de abejas, se aprovecha de esta abundancia y extrae de cada colmena determinado número de panales de cera, a los que recorta sus celdillas.
Con ayuda de su máquina centrifugadora extraerá toda la miel sin estropear el soporte de cera, el cual, una vez vacío, será devuelto la colmena, donde los trabajadores insectos esforzarán en volver a llenarlo de miel.
Según las regiones, y por consiguiente según la naturaleza de las flores que se encuentran en la cercanía de la colmena, el apicultor puede obtener tipos de miel muy diferentes: blanca o amarilla, perfumada o neutra. La miel de la alcarria goza de gran reputación y se emplea en la elaboración de numerosos dulces. Antes de que apareciera el azúcar en Europa, la miel era el único producto que permitiendo usar las comidas. Así, el primer chocolate que se tomó en la corte de España estaba hecho con cacao mezclado con miel.