Generalmente, a primeras horas de la mañana, los árboles del bosque, las hierbas y las plantas están cubiertos de gotitas de agua. Esta se deben a la expiración de la planta, la condensación del vapor de agua del aire, que entonces reciben el nombre de rocío.
A menudo suele confundirse el rocío con la transpiración de las plantas. El rocío es producido por la condensación del aire húmedo sobre los cuerpos fríos. Por ello, las gotas de rocío parecen tanto las hojas de las plantas como las piedras del camino y en las telarañas. Sin embargo, cuando las noches son cálidas, las plantas expulsan el agua en forma de gotitas, para conservar su frescor. Esta agua, impropiamente llamada rocío, cubre las plantas y las flores, pero no las piedras del camino.