La clorofila proporciona las hojas y a la hierba su bonito color verde. Las plantas viven gracias a la clorofila. Cuando una planta amarilla es que está perdiendo su clorofila, y no tardará en morir.
La clorofila constituye el principal elemento de la vida vegetal: permite la planta laboral y digerir productos que, sin ella, no serían asimilables. Por medio de su acción de fotosíntesis, la clorofila extrae de los rayos solares la energía necesaria para transformar el carbono y el agua en hidratos de carbono, base de la celulosa vegetal, un azúcar nutritivo. Las plantas que carecen de clorofila, como las setas, por ejemplo, pueden vivir a expensas de otros plantas verdes, a las que se aferran.