En invierno las noches son largas. En verano son muy cortas. Pero a principios de la primavera y el otoño las noches y los días tienen la misma duración: es el equinoccio.
En una época determinada del año, la duración de la insolación no es la misma en todos los puntos de la tierra, ya que el eje terrestre está inclinado siempre en el mismo sentido. Por ejemplo, en verano, cuando el Norte del eje de la tierra está frente al sol, Europa recibe durante más tiempo luz solar que en el invierno, ya que en esta última estación del año el eje de la tierra cambiado de posición. Los equinoccios son el momento en el que el día y la noche tienen una misma duración, ya que el eje de la tierra se halla en un plano perpendicular a los rayos del sol. Es la época de las grandes mareas equinocciales.