En lugar de limitarse a enseñar a los niños sobre la seguridad en Internet y a reducir su huella digital, también deberíamos animarles a conservar una «huella digital» positiva que será un activo para ellos en su futuro.
Los niños de hoy en día son usuarios prolíficos de Internet.
Se ha expresado preocupación por el impacto futuro de las huellas digitales que están generando. Aunque gran parte del debate sobre este tema se centra en la seguridad de los niños, se sabe poco sobre la forma en que los niños gestionan sus huellas digitales.
Si bien las huellas digitales se consideran un pasivo, si se gestionan bien pueden ser una ventaja.
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Las huellas digitales pueden mostrar identidad, habilidades e intereses.
Esto es importante en una época en la que los empleadores «googlean» a los candidatos para comprobar su identidad y verificar su idoneidad.
En este contexto, no tener una huella digital puede ser una desventaja tan grande como tener una huella mal gestionada.
El proyecto «Best Footprint Forward» exploró lo que los niños saben sobre huellas digitales.
Los grupos focales estaban formados por 33 niños de entre 10 y 12 años de tres escuelas de la región de Nueva Gales del Sur.
El análisis de los grupos focales revela que los niños tienen estrategias para mantenerse seguros en línea, pero necesitan más orientación sobre cómo construir una huella digital positiva.
Lo que los niños saben y hacen sobre las huellas digitales
El proyecto descubrió que, mientras que los niños usan Internet para una variedad de propósitos (como hacer la tarea, jugar, ver videos), la comunicación con los amigos era la actividad en línea más popular.
La mayoría de los niños en el grupo de enfoque usaron Instagram sólo para hablar entre ellos.
Los niños sabían lo que eran las huellas digitales:
- lo que pones en línea se queda en línea
- la gente podría encontrarlo si dejara información de identificación, como su dirección o nombre completo
- los empleadores revisarían tus medios sociales.
Hablaban de la seguridad de las contraseñas, de no poner datos personales en línea (como su nombre, dirección y fecha de nacimiento), de bloquear a las personas que las acosaban, de recibir consejos de los padres, de no hacer clic en nada tonto, de no publicar fotos de sus rostros. Mostraron conciencia de las consecuencias potenciales de sus acciones.
Las implicaciones de su conciencia de la huella digital los llevó a tratar de minimizar la suya, a tratar de ser invisibles en línea.
Se comunicaban entre sí principalmente a través de Instagram, utilizándolo como servicio de mensajería. Todos menos uno de los niños tenían su cuenta configurada como privada y muy pocas fotos publicadas. Lo usaron sólo para hablar.
Aunque los niños en el estudio tenían un alto nivel de conciencia de la huella digital, sólo son conscientes de esto como una responsabilidad.
Sus respuestas no incluyeron ninguna discusión sobre los beneficios que ofrecen las huellas digitales.
Su reorientación de Instagram como servicio de mensajería sugiere un enfoque inteligente y pragmático del problema de, en palabras de una de las chicas del estudio, «internet siempre manteniéndolo».
Las intervenciones educativas deben ser diseñadas para empoderar y proteger a los niños, para complementar sus estrategias existentes de gestión de la huella digital.
Cómo enseñar para lograr huellas digitales positivas
A los niños se les podría enseñar cómo curar su presencia en línea. Es decir, se les podría enseñar explícitamente, no todo lo que hacen en línea tiene que estar oculto. La curaduría consiste en saber qué mostrar públicamente y qué debe permanecer privado.
Aunque las conversaciones apropiadas con sus amigos no sean públicas, se podría enseñar a los niños que los artefactos digitales que demuestren sus intereses, logros y habilidades podrían ser públicos e identificables. Los proyectos escolares, los premios, las obras de escritura y las obras de arte digitales son ejemplos de cosas adecuadas que se les pueden atribuir.
Poner los proyectos escolares en línea puede contribuir a una huella digital positiva para los niños.
Enseñar a los niños a defender sus logros, habilidades y algunos aspectos de su identidad digital les ayudaría a prepararse para la mayor libertad en línea que vendrá con la escuela secundaria.
¿Cuándo debe comenzar la educación sobre la huella digital positiva?
Hay cuatro razones por las que los dos últimos años de la escuela primaria serían un momento ideal para empezar a enseñar a los niños sobre las huellas digitales positivas:
- Carecen de esta información y no son conscientes de que una huella digital podría ser un activo positivo para su futuro
- Los niños a esa edad están pasando de jugar a juegos y ver videos a usos más creativos y generativos de Internet y los medios sociales
- Diferentes estilos de crianza significa que no todos los niños recibirán esta información en casa
- La fuerza del mensaje de seguridad cibernética que están recibiendo de las escuelas sugiere que este conocimiento podría ser aprovechado para dar a los niños opciones sobre qué actividades en línea deberían permanecer invisibles y qué sería beneficioso tener ahí fuera.
Cuando se le preguntó qué le gustaría saber sobre Internet, una niña del estudio preguntó:
¿Cómo puede cambiar tu futuro?
Esto llega al corazón de lo que está en juego.
Las huellas digitales pueden ser una ventaja o una desventaja para los niños.
Aprovechar sus conocimientos, dándoles orientación en la creación de una presencia positiva en línea, podría ayudar mucho a los niños a dar forma a su propio futuro.
Artículo de Rachel Buchanan
Profesora Titular de Educación el la Universidad de Newcastle