Psicología infantil
Necesita adaptarse a un mundo nuevo, Al cual deberá conocer y comprender. Sus capacidades Perceptivas van forjando una Noción de ese mundo, pero su incapacidad motriz Limita su posibilidad de exploración.
Muchos de sus intentos de explorar se hallaran en la base de su futura actividad de juego.
El período que va del nacimiento a la adquisición del lenguaje está marcado por un desarrollo mental extraordinario. Se ignora a veces su importancia, ya que no va acompañado de palabras. No por ello es menos decisivo por toda la evolución psíquica. Ahora bien, esta asimilación o etapa sensorio-motriz, que al comienzo de este desarrollo, el ser nacido lo refiere todo a sí mismo, a su propio cuerpo.
Primer estadio (o a 1 mes)
*Ejercicios de acto reflejo, que son de origen hereditario: los reflejos son una primera y primitiva forma de asimilación del ambiente que rodea al bebé. Es la primera forma de adaptación y equilibrio entre las demandas del organismo y las ofertas del medio.
*La succión es la actividad para conocer al mundo que lo rodea. Es cierto que, rápidamente, ese mismo universo habrá de convertirse en una realidad susceptible del ser, mirado, escuchado y cuando los propios movimientos lo permitan, sacudido.
Desde su nacimiento
El interés del niño se centra casi de modo exclusivo en su madre.
A los pocos días de vida es capaz de reconocerla por la voz y por el olfato.
Ya al nacer sabe mucho sobre ella: puede reconocer entre muchos otros el ritmo de su corazón, al que se habituó durante
Los nueve meses en que vivió dentro de ella.
La vista se desarrolla durante el primer momento; puede fijar los ojos en un objeto
Y distinguir la luz de la sombra.
Su capacidad de gustar y reconocer los sabores es muy notable ya desde las primeras horas de vida, y todas estas experiencias van configurando en su mente la imagen de la madre.
Segundo estadio (1 a 3 y 4 meses)
*Primeros hábitos motores: (visión, prensión, succión, vocalización y audición) y primeras percepciones organizadas: sonrisas ante personas familiares y sigue un objeto con la vista: situaciones placenteras.
*La capacidad de prensión del lactante que más tarde será manipulación, multiplica su poder de formar nuevos hábitos.
*El punto de partida es siempre un ciclo reflejo que en vez de repetirse incorpora nuevos elementos y constituye con ellos totalidades más amplias.
*Esta redacción circular, como se la ha llamado, tiene un papel esencial en el desarrollo del período sensorio motor y representa una forma más evolucionada de asimilación.
Jugar
A los cuatro meses el niño juega con su cuerpo
y con los objetos; desaparece tras
la sabana y vuelve a aparecer;
de este modo el mundo
se oculta momentáneamente y vuelve
a recuperarlo cuando sus ojos
se liberan del objeto tras del cual estaba
escondido. También juega con sus ojos: al cerrarlos y abrirlos tiene el mundo o lo pierde.
Tercer estadio (5 meses a 2 años)
Esta etapa es más importante aún para el ulterior desarrollo: el de la inteligencia práctica o sensorio motriz.
La inteligencia, el efecto, aparece mucho antes que el lenguaje. Pero se trata de una inteligencia exclusivamente práctica, se aplica a la manipulación de objetos en lugar del habla.
Primeramente, las conductas anteriores que se multiplican y se diferencian cada vez más, hasta adquirir una flexibilidad suficiente para registrar los resultados de la experiencia.
Existe una asimilación sensorio motriz comparable a lo que será más tarde la asimilación de la red a través de las nociones y del pensamiento.
Por lo tanto, es natural que esos esquemas de acción se asimilen entre si, que se coordinen de forma tal que asignen un objetivo a la acción total. Ahora bien, el resultado de este desarrollo intelectual es transformar la representación de las cosas.
En el punto de partida, de evolución mental no existe ninguna diferenciación del yo y del mundo exterior.
En la segunda mitad del primer año.
Surge un nuevo interés en sus juegos: ha descubierto que algo hueco puede contener objetos, que algo penetrante puede entrar en un hueco. Juega incesantemente a eso. este gran descubrimiento es el anuncio de la forma adulta de expresar amor: entrar en alguien, recibir a alguien dentro de sí, unirse y separarse. Pasa así a explorar cuanto sea penetrable y a usar todo lo que puede servir para penetrar; los ojos, los oídos, las bocas de las personas que están cerca, le permiten hacer sus primeras experiencias de exploración. Sus objetos preferidos son pequeños: son herederos de sus dedos exploradores.
La conciencia empieza con un egocentrismo inconsciente e integral mientras que los progresos de la etapa sensorio motriz desembocan en la constricción de un universo objetivo dentro del cual el propio cuerpo aparece como un elemento entre otros, y a este universo se opone la vida interior localizada en este cuerpo propio.
Al final del primer año el bebé no busca los objetos cuando acaban de salir de su campo de percepción y este es el criterio que permite reconocer un principio de exteriorización del mundo natural. En resumen, la ausencia inicial de objetos fijos y permanentes, es el primer ejemplo de ese paso de egocentrismo integral primitivo a la elaboración final de un universo interior.
La objetivación de las series temporales es paralela a la causalidad. En todos los terrenos encontramos esa especie de resolución copérnica que permite a la inteligencia sensorial motriz arrancar el espíritu naciente de su egocentrismo inconsciente radical para situarlo en un universo.
La evolución de la afectividad durante los dos primeros años da lugar a un cuadro que corresponde ***
Insospechadas de realidades superiores a el, pero ahora estos mismos seres, revelan sus pensamientos y voluntades y este universo nuevo comienza a imponerse con una incomparable animo de seducción y prestigios.
En 2º lugar están todos los hechos de intercambios estas intercomunicaciones desempeñan igualmente un papel decisivo en los progresos de la acción, trasforma los conductos materiales en pensamientos. Hasta alrededor de los 7 años los niños no saben disentir entre sí, y se limitan a confrontar su afirmaciones contrarias. Es decir, les cuesta darse explicaciones, les cuesta colocarse en el lugar del que ignoran que sé tarta y hablan como para sí mismo.
De ahí una 3ª categoría de hechos: el niño habla así mismo constantemente mediante monólogos, variados que acompañan sus juegos y su acción. Constituyen mas de la tercera parte del lenguaje espontáneo entre niños de 3 y aun 4 años disminuyendo regularmente hasta los 7 años.
b. La génesis del pensamiento:
En función de estas modificaciones generales de la acción se prolongan ahora en pensamientos propios que emiten dicha socialización. Pero se añade el hecho de caracteres de indiferenciación entre lo psíquico y egocentrismo intelectual.
Por esto podemos ver hasta que punto son coherentes entre sí dentro de su prelogismo las diversas manifestaciones de este pensamiento incipiente.
c. La intuición
Hoy una cosa que es sorprendente en el pensamiento del niño: el sujeto afirma constantemente y demuestra ganar, en efecto las pruebas se usan siempre ante y para otras personas.
Cuando preguntamos algo a un niño de 7 años, nos sorprende la pobreza de sus pruebas, la incapacidad para construir respectivamente de la forma en que han llegado a ellos.
Sin duda que el niño de esa edad no se maneja en su totalidad por lo verbal, ya que su verdadero campo es todavía el de la acción y manipulación.
Existe una inteligencia práctica, que desempeña un papel considerable entre 2 y más años que prepara las nociones técnicas que van a desarrollarse hasta la adultez.
La intuición es un equilibrio estable por falta de reversibilidad, pero comparada con los actos prevervales, marca una conquista indudable.
d. La vida afectiva
En el nivel de desarrollo que estamos, considerando que hay actividades afectivas esenciales, es el desarrollo de los sentimientos interindividuales, ligados a la socialización, la aparición de los sentimientos morales y las regulaciones de intereses y valores.
El aspecto elemental en el interés (prolongación de necesidades): la relación entre un objeto y una necesidad ya que el objeto es interesante en la medida en que responde a la necesidad.
En cuanto al amor de los niños hacia los padres, estarían muy lejos de poder explicarlas sin esa comunicación interna de valoración que hace que todos los valores de los pequeños dependan de la imagen del padre o de la madre.
En resumen, interceden auto-valoraciones, valores interindividuales espontáneos y valores morales intuitivos, las principales cristalizaciones de la vida afectiva propia de este nivel de desarrollo.
Fin de la primera infancia.
Después de los 3 años
Cuando un niño dibuja
Su cuerpo o el de los padres, hermanos o abuelos
Logra ya una imagen total del cuerpo, y esto
Lo tranquiliza. Esta tan interesado es reconocer su cuerpo como el de los niños de otro sexo,
El de su padre como el de su madre; por eso, mirando
Sus dibujos es difícil reconocer
A que sexo pertenece el dibujante.
Solo al entrar en la pubertad esta diferencia
Se hace muy llamativa. La niña
Dibuja mujeres con formas marcadas y por lo general cargadas de adornos. El varón, en cambio, dibuja personajes cargados de revólveres, espadas y ametralladoras.
La segunda infancia (siete a doce años)
Los progresos de la conducta y de su socialización
Lo esencial de estas observaciones es que el niño de siete años comienza a liberarse de su egocentrismo social e intelectual y adquiere la capacidad de nuevas coordinaciones que habrán de presentar la mayor importancia a la vez para la inteligencia y la efectividad.
En cuanto a los instrumentos mentales habrán de permitir esta doble coordinación entre lógica y moral.
Los progresos del pensamiento
La propia actividad comienza a declinar bajo la influencia de los factores, surgen nuevas formas de explicación que en cierto sentido proceden de los anteriores.
En lugar de seguir a los niños en sus preguntas acerca de esas realidades lejanas o imposibles de manipular con relación a las cuales el pensamiento no puede explicarse; las preguntas acerca de hechos tangibles y palpables.
A partir de los 7 años es cuando empieza a construirse un espacio racional, y ella mediante las operaciones generales.
La efectividad, la voluntad y los sentimientos morales.
Estas observaciones finales permiten comprender las transformaciones profundas que sufre la afectividad de la segunda infancia: en la medida que la cooperación entre los individuos coordina sus puntos de vista en el marco de sus interrelaciones que asegura su autonomía y su cohesión, y en la medida en que paralelamente, el agrupamiento de las operaciones intelectuales sitúan los diversos puntos de vista intuitivos dentro de un conjunto reversible desprovisto de contradicciones, la afectividad de los 7 a los 12 años se caracteriza la aparición de numerosos sentimientos morales.
Ahora bien, el respeto mutuo conduce a nuevas formas de sentimientos morales, distintas de la obediencia exterior.
Un producto afectivo particularmente notable del respeto mutuo es el sentimiento de la justicia, sentimientos que es muy fuerte entre camaradas y que la marca las relaciones entre niños y adultos hasta modificar a menudo el trato hacia los padres.
La organización de los valores morales que caracterizan a la 2º infancia es, en cambio, comparable a la lógica misma: es una lógica de los valores o de las acciones entre individuos, igual que la lógica es una especie de moral del pensamiento. La honradez, el sentido de la justicia y la reciprocidad en general constituyen, en efectos valores personales.
Es natural que la voluntad se desarrolle durante el mismo periodo que las operaciones intelectuales.
Dándole el fin a la infancia con la formación de ideas propias y opiniones personales desarrollada con posterioridad.
A partir de los 8 años
Y hasta llegar a la pubertad, el cuerpo vuelve
A tener un rol fundamental.
Se intensifica el gusto por la lucha, por las carreras
Por el fútbol; se acentúa el placer por el juego
De la mancha y las escondidas, por los juegos de manos.
La culminación de estos juegos
Es el cuarto oscuro, donde la exploración
Y la búsqueda ya tienen contenidos genitales muy evidentes
La oscuridad, como condición necesaria
En ese juego, nace la medida que se van definiendo mas las capacidades genitales y se hace posible
La utilización de los órganos.
Conclusión
Freud
El primer trabajo publicado de Freud sobre psicopatología, Sobre la afasia, apareció en 1891; era un estudio de este trastorno neurológico en el que la capacidad para pronunciar palabras o nombrar objetos comunes se pierde como consecuencia de una enfermedad orgánica en el cerebro. Su último trabajo sobre neurología, el artículo, ‘Parálisis cerebrales infantiles’, fue escrito para una enciclopedia en 1897. Sus trabajos posteriores se inscriben enteramente en ese terreno, que él mismo había bautizado como psicoanálisis en 1896.
Esta nueva orientación de Freud se dio a conocer por vez primera en su trabajo Estudios sobre la histeria (1893)
Durante el periodo de 1895 a 1900, Freud desarrolló muchos de los conceptos posteriormente incorporados tanto a la práctica como a la doctrina psicoanalítica. Poco después de la publicación de los estudios sobre la histeria, Freud abandonó el uso de la hipnosis como procedimiento catártico, para reemplazarlo por la investigación del curso espontáneo de pensamientos del paciente —llamado asociación libre—, como método idóneo para comprender los procesos mentales inconscientes que están en la raíz de los trastornos neuróticos.
En estos años, desarrolló también la teoría de la transferencia.
En 1902 Freud fue nombrado profesor titular de la Universidad de Viena.
Piaget
Conocido por sus trabajos pioneros sobre el desarrollo de la inteligencia en los niños. Sus estudios tuvieron un gran impacto en el campo de la psicología infantil y la psicología de la educación.
En sus trabajos, Piaget distinguió cuatro estadios del desarrollo cognitivo del niño, que están relacionados con actividades del conocimiento como pensar, reconocer, percibir, recordar y otras.
Entre su vasta obra, destacan: El pensamiento y lenguaje del niño (1926), Juicio y razonamiento en el niño (1928), El nacimiento de la inteligencia en el niño (1954), Seis estudios de psicología (1964), Biología y conocimiento (1967) y Psicología y pedagogía (1970).
Winnicot
Desarrolló los conceptos de objeto y espacio ‘transicional’.
Trabajó en el Paddington Green Children’s Hospital como médico pediatra y se psicoanalizó en la década de 1930 para ser miembro de la Sociedad Británica de Psicoanálisis, lo que consiguió cinco años después. Fue presidente de esta sociedad de 1956 a 1959 y posteriormente desde 1965 hasta 1968.
Su obra, tan amplia como original, demuestra su interés por todo aquello que pueda tener un valor terapéutico con respecto a la relación soñar-soñando.
Destacan sus obras: Escritos de pediatría y psicoanálisis (1957), El niño y la familia (1957), El proceso de maduración y las facilitaciones del medio (1965), Realidad y juego (1971) y La consulta terapéutica y el niño (1971).
Aberastury, Arminda (1910-1972), destacada psicoanalista infantil, profesora y escritora argentina.
Nació el 24 de septiembre de 1910 en la Argentina. Cursó el profesorado de pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Fue miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Internacional (Londres) y miembro didáctico de la Asociación Psicoanalítica Argentina, donde ejerció como analista de control. Dictó cátedra en el Instituto de Psicoanálisis, que dirigió entre 1956 y 1958, teniendo a su cargo la formación de analistas infantiles de su país y extranjeros.
Fue profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires y en otras entidades. Dictó cursos de especialización en la Facultad de Filosofía de Córdoba y en las de Medicina de Buenos Aires y La P
lata. También dictó cursos en las asociaciones psicoanalíticas de Uruguay y Río de Janeiro (Brasil). Internacionalmente se le reconoció como una de las autoridades argentinas en el campo de la psicología infantil.
Sus trabajos fueron publicados en revistas especializadas nacionales y extranjeras. Dedicó sus obras más importantes al estudio de la infancia desde el punto de vista psicoanalítico.
Mahler, Gustav (1860-1911), compositor y director austríaco cuya obra marca el cenit de la evolución de la sinfonía romántica.
Se sitúa en el límite mismo de los recursos de la herencia tradicional. Fue consciente de la desintegración de los valores armónicos y formales que vivió. Las sinfonías de Mahler constituyen un viaje psicológico, por lo general en forma de batalla titánica entre el optimismo y la desesperación expresados de forma irónica. Esta mezcla de alegría y desesperación, cuyo origen son tristes recuerdos de infancia, fue identificada por Sigmund Freud como la faceta central del carácter del compositor. Sin embargo, todas las sinfonías, excepto la nº 6, finalizan en un ambiente de alegría o al menos de serena resignación. Su música transmite en último término una mezcla de vulnerabilidad humana y consumada musicalidad.
HOLA; BUENO MAS QUE UN COMENTARIO QUISIERA HACER UNA PREGUNTA.
EN QUE PUNTO CAMBIA LA EXPLORACIÓN DE UN NIÑO CON SU CUERPO? TENGO UN SOBRINO DE 4 AÑOS QUE HACE COSAS CON OTRO PRIMITO DE LA MISMA EDAD QUE SIMPLEMENTE ME DAN MUCHO QUE PENSAR Y ESTOY PREOCUPADA.
POR FAVOR NECESITO INFORMACIÓN.
GRACIAS.