Trastorno de angustia en niños y adolescentes (trastorno de pánico) (TA)
El diagnóstico del trastorno de angustia, con o sin agorafobia, no se a realizado en la población infantil y adolescente hasta la pasada década.
Una crisis de angustia es la aparición aislada y temporal de miedo o malestar de carácter intenso, que se acompaña de síntomas somáticos y cognoscitivos.
Se inicia de forma brusca y sus síntomas son:
- Palpitaciones, sacudidas o elevación de la frecuencia cardiaca.
- Sudoración, temblores o sacudidas.
- Sensación de ahogo o falta de aliento
- Sensación de atragantarse.
- Opresión o malestar torácico
- Nauseas o malestar abdominal
- Inestabilidad, mareo de desmayo
- Desrealización o depersonalización
- Miedo a perder el control o volverse loco.
- Miedo a morir
- Parestesias
- Escalofríos o sofocaciones.
Tres tipos de crisis: inesperadas, situacionales, más o menos relacionadas con una situación.
El diagnóstico requiere la presencia de crisis de angustia inesperadas.
La existencia de ataques de pánico espontáneos y trastorno de angustia en niños y adolescentes se ha convertido actualmente en un motivo de controversia.
Los niños que sufren este trastorno a menudo son remitidos inicialmente a pediatras o médicos y solo secundariamente a psiquiatras y psicólogos infantiles.