Trucos para aprender a resolver ejercicios y problemas de matemáticas o cualquier otro área.
No son muchas las recomendaciones que pueden hacerse con respecto al título que da nombre a este artículo.
La resolución de un ejercicio o de un problema es, naturalmente, una función del conocimiento de la teoría en que ese ejercicio o problema está basado.
Por ello el conocimiento de esa teoría, y más aún, el conocimiento de esa teoría desde la perspectiva concreta de su aplicación a la resolución de problemas, es muy importante.
Esto aparte, algo que con frecuencia se olvida es la lectura atenta y detenida de las instrucciones del ejercicio o problema en cuestión.
Se trata de saber qué es lo que se nos pide, y para ello hay que conocer perfectamente el significado de términos como explicar, justificar, comparar, discutir, evaluar, ilustrar con un ejemplo, enunciar, definir o reconstruir.
Antes de pasar a dar una respuesta al problema que se te plantea, y siempre que ello sea posible, parece muy conveniente intentar su resolución mental, esto es, recordar rápidamente cuáles son las operaciones que nos van a permitir afrontar el problema.
Si éste es particularmente complejo, la anotación escrita de las operaciones que van a ser necesarias puede tener gran utilidad, configurando una una especie de guía o esquema.
Por añadidura, esta guía o esquema nos ayudará a darle a la resolución una presentación ordenada y lógica.
Resaltar por medio de algún procedimiento (subrayados, colores, apartados … ) las distintas etapas y el resultado final tendrá también una gran importancia.
En este orden de cosas el cuidado en la presentación gráfica (tablas, diagramas … ) y en la realización de los signos y abreviaturas facilitará también la comprensión general.
Muchas veces es precisamente el rigor con el que se ofrecen las tablas y los gráficos el mejor indicio de que se ha comprendido a la perfección el mecanismo de resolución de un problema.
El valor ilustrativo de este tipo de técnicas es casi siempre mucho mayor que el de un texto corrido, en el que con frecuencia caen en el olvido algunos de los aspectos más fundamentales.