Se pueden evaluar por anticipado las posibilidades de un candidato unas elecciones con los resultados de una votación nacional. Existen organismos especializados que sondean la opinión de establecer sus pronósticos aparte de datos bien calculados: así, el resultado de las elecciones en ocasiones puede ser anunciado cuando apenas empiezan a ser escrutadas las papeletas de voto.
Ya en 1935, el periodista norteamericano Gallup había creado un instituto para sondear la opinión pública. Después nacieron institutos semejantes en numerosos países como España, Francia, Alemania,…
En política, los sondeos de opinión pública sirven de base artículos y comentarios periodísticos y mide la popularidad de un proyecto, de un partido o de un personaje. Para acercarse lo más posible a la realidad, los encuestadores efectúan unas investigaciones serias a través de personas elegidas científicamente; estas personas constituyen una muestra básica llamada panel, la cual comprende a personas cuya fortuna, profesión, edad y opiniones reflejen tan fielmente como sea posible la imagen de conjunto de la población. Cuanto mayor es el número de personas que integran el panel, mayor será la posibilidad de que el sondeo sea exacto y preciso. En ciertos casos, los encuestadores se fían al azar: se elige un número bastante elevado de personas que proceden de los más diversos lugares y se la somete a un cuestionario. Cuando se trata de elecciones, los institutos de opinión pública han descubierto que ciertas aldeas constituyen una muestra perfecta, pues reflejan exactamente el voto de la nación entera. Así, para establecer el pronóstico les basta con interrogar a los habitantes de estos lugares.