La población de un país evoluciona cada día. Los nacimientos y las defunciones, la emigración y la inmigración, modificar el número de habitantes. A veces se hace necesario efectuar una gran investigación nacional para fijar, en un día dado, la imagen precisa de todos los habitantes de un país: se trata del censo.
Pero ¿Cómo se hace el censo de población o censo poblacional?
Hoy en día cualquier persona que nace en un país, para poder disfrutar de todos los sistemas que ofrece ese país, es obligatorio que sus progenitores le den de alta en el juzgado y en la seguridad social. Con esto se tiene perfectamente controlado el número de nacimientos de dicho país.
Con las defunciones ocurre lo mismo, cuando cualquier persona muere automáticamente se le da de baja del censo.
Y cuando se emigra o se recibe inmigración de forma legal cualquier persona que entre o salga de un país también queda registrada. El único problema con el censo son las entradas o salidas clandestinas, lo que se llama inmigración ilegal, aunque personalmente no me gusta nada este término.
Estas entradas o salidas clandestinas modifican las cuentas y las estadísticas de población que se intentan establecer. Hace unos años los estados organizarán periódicamente un día un plazo para el censo. Todos los habitantes debían rellenar un formulario en el que figurarán diferentes datos: nombre, edad, sexo, profesión, lugar de nacimiento, tipo de vivienda, propiedades, tipo de vehículo, medios de transporte utilizados, etcétera. Unos especialista
elaboraban a continuación estos datos y, con ayuda de ordenadores, establecían diferentes estadísticas muy precisas como la cifra de la población, número de mujeres y hombres, de trabajadores, de jubilados, de extranjeros, etc. los primeros censos fueron principalmente numéricos. En ciertos países del tercer mundo no se conocen ni tan solo la cifra aproximada de su población. Hubo que esperar a 1953 para qué un primer censo permitirá establecer con precisión el número de habitantes de China: con anterioridad no se sabía, ni con una posibilidad de error de varios millones de personas, la cifra de la población de este país.
Hoy en día todos estos datos también se sacan pero ya no se recurre a hacer rellenar los ciudadanos papeletas con los diferentes datos. Los estados poseen inmensas bases de datos de todo tipo, desde afiliaciones a la seguridad social, el padrón de todas las localidades, datos de compra y venta de viviendas y vehículos, etcétera, porque ya no es necesario hacer estas consultas a los ciudadanos.