Acrónimo de radio detecting and ranging (detección y localización por radio).
La finalidad de este dispositivo es encontrar objetos sean cuales sean las condiciones de visibilidad. Para ello, el radar ilumina la zona que rastrea con un haz de radio que él mismo emite de forma que se concentre en una dirección dada (si se quiere un seguimiento muy preciso la antena tiene una forma tal que el haz es un pincel delgado; si se desea explorar zonas más amplias, los haces se abren en abanico).
Normalmente, la radiación empleada cae en la zona de las microondas, de unos 300 MHz (megaherzios, o millones de ciclos por segundo) a unos 10 GHz (gigaherzios, miles de millones de ciclos por segundo), que corresponden a longitudes de onda que caen entre el orden de los metros y el orden de los centímetros, aunque hay radares que también emplean altas frecuencias (HF, de 3 a 30 MHz) y muy altas (VHF, de 30 a 300 MHz).
Las microondas, por su longitud de onda, no son perturbadas por las gotas de agua, así que atraviesan las nubes, y como el radar es su propia fuente de luz, funciona también de noche.
Cuando el haz choca contra un objeto se refleja y vuelve a la antena. La dirección de ese eco dice dónde está el objeto. Un radar puede emitir una señal continua o una serie de impulsos. En el segundo caso es posible saber a qué distancia está el objeto a partir del tiempo que haya tardado en recibirse el eco. Hay radares que pueden medir el corrimiento Doppler del eco, es decir, el cambio que en la frecuencia de emisión ha producido el movimiento del objeto donde se haya reflejado, a partir del cual puede saberse la velocidad del objeto y si se aleja o se acerca.
Si el radar emite impulsos muy breves, serán más cortos que muchos objetos, con lo que el frente del impulso y la cola producirán ecos distintos; así se tiene una indicación del tamaño del objeto.
La antena del radar gira para ir rastreando el espacio. Entre actualización y actualización de la posición de un objeto, pues, pasará tanto como tarde el radar en dar una vuelta (seis segundos un radar de control aéreo, medio segundo algunos modelos militares). El radar puede acompasar su giro a la velocidad de un objeto y seguirlo, pero para seguir a un enjambre hay que utilizar una batería de radares o un tipo de radar denominado «de barrido electrónico», compuesto de agrupaciones de muchos radares en una unidad y que explota las interferencias que se producen entre los ecos de los distintos objetos.
Otra manera de sacar partido de la interferencia de las ondas electromagnéticas es la interferometría por radar desde satélite. Un radar en órbita alrededor de la Tierra manda hacia ésta radiación coherente (es decir, en sus ondas las crestas van con las crestas, los valles con los valles). El eco expresará las irregularidades del suelo en forma de una descomposición de esa coherencia, que el radar registrará como una interferencia, a partir de la cual se puede cartografiar con mucha precisión el terreno.En 1904, Christian Hülsmeyer obtuvo la patente del telemoviloscopio, concebido para vigilar el tráfico rodado con ecos sonoros, pero no llegó a construirse.
En 1922, Marconi propuso que se usasen ecos de ondas de radio para localizar los barcos cuando la visibilidad fuese muy mala. En 1931, los ingleses Butement y Pollard instalan un radar experimental en un barco. En 1936, el barco francés Normandie instala un radar para localizar témpanos de hielo, y por primera vez se llama al dispositivo «radar».
Al principio de la Segunda Guerra Mundial los ingleses instalan, en las costas del sur y del este de la isla, torres de radar de 120 m de altura.