El reloj es un dispositivo que mide el paso del tiempo o divide el día en unidades temporales menores.
Su sistema de conteo ha de estar para ello sincronizado a un fenómeno cíclico de período regular.
Hoy en dia los relojes digitales estan controlados por mini-ordenadores que llevamos en la muñeca, el móvil,… que funcionan a base de uns programitas muy sencillos , pero en este articulo vamos a tratar sobre ¿como funcona un reloj de toda la vida. Los relojes cásicos?
A cada ciclo el sistema de conteo ha de avanzar siempre el mismo número de las unidades que ese sistema tenga establecidas. El reloj de Sol da la hora con la sombra que, según la posición del Sol a lo largo del día, una varilla o gnomon proyecta sobre un superficie graduada.
El reloj de arena consiste en dos botellas cónicas unidas por sus vértices; la arena cae de la superior a la inferior a un ritmo determinado, a partir del cual se gradúa una escala.
En un reloj mecánico moderno la fuente de movimiento regular es un peso que desciende lentamente o un muelle que va descargando la tensión que se le acumula cuando se da cuerda al reloj.
Ese movimiento regular se transmite mediante un juego complejo de engranajes (ruedas dentadas y varillas giratorias) a las manecillas que dan horas y minutos. Un reloj de péndulo, por ejemplo, funciona en líneas generales como sigue: un peso impulsa una rueda principal, que hace girar el piñón unido a la varilla que transmite ese movimiento a las ruedas encargadas de las agujas; tras el piñón, en la misma varilla, está la rueda central, engranada a la rueda de escape, sobre la que actúa el péndulo que regula las desviaciones en el funcionamiento del reloj (la rueda de escape, a su vez, lo mantiene en movimiento).
Cuando el arco que describe un péndulo es pequeño, su período depende sólo de su longitud; así, si se acorta en 0,025 mm el reloj perderá alrededor de un segundo por día. La fuente mecánica puede sustituirse por una batería eléctrica.
El más perfecto de los relojes mecánicos es el reloj de péndulo eléctrico de Shortt: está formado en realidad de dos relojes; uno de ellos es un péndulo que oscila libremente en un recipiente cerrado, a baja presión, y no actúa sobre ningún mecanismo, pero cada medio minuto recibe un impulso de una palanca accionada por una señal eléctrica enviada desde el reloj esclavo; éste recibe entonces una señal sincronizadora que garantiza que la palanca volverá a caer de nuevo medio minuto más tarde exactamente.
Estos relojes se retrasan sólo unos segundos al año (alrededor de una parte en 10 millones) y se empleaban en los laboratorios y observatorios.Pero los relojes mecánicos han sido desplazados por los relojes de cuarzo en el uso personal y en los laboratorios (con un retraso de 0,1 milisegundos por día, alrededor de una parte en mil millones), los cuales, a su vez, han sido sustituidos por los relojes atómicos en los experimentos científicos más sensibles. Un cristal de cuarzo vibra de forma natural, y sus vibraciones tienen un período de 32.768 hercios.
Se talla dándole forma de lámina o de diapasón de unos pocos milímetros de longitud, y se conecta a un circuito de corriente alterna cuya frecuencia se acopla a la del cristal gracias a la retroalimentación eléctrica de éste, debida al fenómeno de la piezoelectricidad, la generación de electricidad en ciertos materiales sometidos a tensiones.
La corriente alterna del circuito pasa a un dispositivo digital llamado divisor de frecuencias, que genera una señal de salida por cada cierto número prefijado de impulsos de entrada y gobierna, además, el sistema mecánico o electrónico que presenta la medición del tiempo.El primer reloj público que daba las horas se construyó en Milán, en 1335.
Los relojes de finales de la Edad Media podían retrasarse hasta media hora por día. Los movía un peso y tenían un mecanismo de regulación poco eficaz. Avanzado el siglo XIV aparecieron los primeros relojes domésticos, versiones reducidas de los públicos. El alemán Peter Henlein empezó a hacer relojes movidos por muelles hacia 1500; fueron los primeros relojes portátiles.
Sólo tenían aguja horaria, sin esfera (el minutero apareció en 1670 y el cristal protector en el siglo XVII). El gran paso en la precisión de los relojes fue la creación del reloj de péndulo por el físico holandés Christiaan Huygens, en 1656 (la regularidad temporal del péndulo ya había sido observada por Galileo Galilei hacia 1582).
Por entonces empiezan a colgarse relojes de péndulo corto y caja de madera de las paredes. En 1906 apareció el primer reloj movido por una batería eléctrica, y en 1918 el primero con un motor eléctrico enchufado a la red, que es la que, con la frecuencia de la corriente eléctrica, le marca el paso del tiempo.
En los años veinte, William H. Shortt creó el reloj que lleva su nombre; a finales de ese decenio Joseph W. Horton y Warren A. Marrison fabricaron el primer reloj basado en osciladores de cuarzo. I.I. Rabi elabora, en los años treinta, los primeros relojes atómicos. A finales del siglo XX se generaliza el uso personal de los relojes de cuarzo gracias a la fabricación de diapasones de cuarzo diminutos y a la existencia de componentes digitales baratos de bajo consumo.