La Brújula es un Instrumento de orientación consistente en una caja de material no magnético en cuyo interior se halla una aguja imantada capaz de girar libremente sobre un pivote.
El polo sur de la aguja señala siempre la dirección del polo norte magnético de la Tierra.
El primer instrumento de navegación empleado fue el astrolabio, una representación del firmamento grabada sobre un disco de metal. Fue inventado por Hiparco de Alejandría en el siglo II a.C. y por primera vez permitió la navegación lejos de la línea de costa.
Pocos siglos después, algún navegante chino inventó la brújula, objeto mencionado por primera vez en el diccionario chino de Shon Wey, publicado en el año 120 d.C.
En el siglo VIII, los marineros árabes entraron en contacto por primera vez con aquel magnífico instrumento que permitía mantener fácilmente el rumbo tanto de día como de noche. No tardaron en copiarlo y utilizarlo en el Mediterráneo. Los sicilianos fueron, probablemente, los primeros europeos en utilizarlo, a finales del siglo XIII.
Aquellas primeras brújulas eran muy sencillas y únicamente indicaban el norte.
El compás náutico completo, dotado de una rosa de los vientos, y por lo tanto capaz de determinar el rumbo con mayor exactitud, fue fabricado en Portugal en 1483. Desde entonces, la brújula ha variado muy poco.