La aguja imantada de una brújula gira en una esfera en la que está representada la Rosa de los vientos. La punta de la aguja señala siempre el norte. La brújula permite al viajero orientarse y seguir la dirección correcta.
Los imanes se orientan siempre la dirección norte-sur de la tierra. Para ser más exactos, tenemos que se mantienen en la dirección norte-sur magnética, por lo que, si desea conocer la situación exacta del norte geográfico, es preciso efectuar una ligera corrección en la brújula. La aguja de la brújula es un imán. En alta mar, en la selva virgen, en una noche sin estrellas,… Permite seguir un camino determinado sin error posible. Prefiere tener en cuenta que la proximidad de masas metálicas trastornan aguja, con lo que deja de señalar el norte y puede confundir a quien confiaba en.
Hoy en día con sistemas como los GPS lógicamente muy poca gente utiliza brújulas, pero ha sido durante cientos de años un objeto indispensable para los viajeros.