Tesis doctoral de Luis Javier Calvo Tello
En la actual praxis médica de cualquier servicio de alergia cuando un paciente es diagnosticado de alergia a crustáceos se eliminan de la dieta todos los crustáceos. tras la realización de pruebas cutáneas de alergia in vivo (prick test) e in vitro (cuantificación de proteínas, ige específica y total, sds page e inmunoblotting) se demuestra que el 10% de los pacientes que acuden a un servicio de alergia pueden tolerar algunas especies. Para diferenciar a éstos del resto, existe una sencilla práctica clínica que lo predice con una gran fiabilidad. por otra parte, se analizaron por separado, tanto las cabezas como los cuerpos de 13 especies y variedades diferentes de crustáceos mediante sds page. En todos ellos, existen bandas comunes y otras específicas de cada especie. Del mismo modo, el suero de los 9 pacientes seleccionados detectó bandas diferentes, excepto una que fue reconocida por 7 pacientes con un peso molecular de 30 kda, que no se corresponde con la tropomiosina. es un estudio descriptivo, transversal realizado en el hospital santiago apostol de vitoria y terminado en la facultad de ciencias de zaragoza. las conclusiones obtenidas han sido: 1. El rango de edad por el que se acude a un servicio de alergia por sospecha de alergia alimentaria por marisco está entre 30 y 39 años, con una mayor proporción de mujeres que de hombres. 2. Para establecer la posibilidad de una tolerancia selectiva a algunas especies de crustáceos, los pacientes deben cumplir previamente los siguientes requisitos: o no sean atópicos, o prick test a anisakis: negativo o prick test con la bateria de ácaros*: negativa. *este último requisito hace referencia a que sólo en los casos en los que dichas pruebas fueran negativas indicaría que el paciente no está sensibilizado a la tropomiosina, proteina muscular presente en todos los crustáceos, algunos bivalvos y gasterópodos. 3. Las proteínas contenidas en los cuerpos de los crustáceos ofrecen una respuesta cutánea más intensa que las contenidas en la cabeza. 4. La sensibilización a las cabezas de los crustáceos (56,93%) son más frecuentes que a la de los cuerpos (48,46%), por lo que para evitar cualquier tipo de reacción alérgica, independientemente de la intensidad de la clínica que produzca, sería más aconsejable evitar el contacto o la ingesta de las cabezas de los crustáceos, que los cuerpos de éstos. 5. En los pacientes estudiados, los crustáceos del género penaeus son los menos alergénicos y por tanto los que podrían producir menos probabilidad de sensibilización. Por el contrario, el parapenaeus longirostris es el más alergénico y el que potencialmente puede producir reacciones alérgicas más severas en estos pacientes. 6. No existe una buena correlación entre los resultados obtenidos con la ige específica in vitro (cap) y los resultados obtenidos in vivo. Los resultados in vivo son mucho más fidedignos y presentan pruebas de mayor intensidad que las pruebas in vitro. 7. Los pesos moleculares de las bandas proteicas que reconocen los pacientes son diferentes entre sí, aunque todos están por debajo de 80 kda. No se ha encontrado ninguna banda de alto peso molecular que haya sido reconocida por el suero de los pacientes. 8. Si un paciente reconoce una banda proteica de un determinado peso molecular, no reacciona a todas las especies que contengan dicha banda proteica, por lo que son necesarios otros factores asociados para desencadenar una reacción alérgica.
Datos académicos de la tesis doctoral «Estudio sobre la alergenicidad in vivo e in vitro a diferentes especies y variedades de crustáceos«
- Título de la tesis: Estudio sobre la alergenicidad in vivo e in vitro a diferentes especies y variedades de crustáceos
- Autor: Luis Javier Calvo Tello
- Universidad: Zaragoza
- Fecha de lectura de la tesis: 25/06/2009
Dirección y tribunal
- Director de la tesis
- Carlos Colas Sanz
- Tribunal
- Presidente del tribunal: Luis Larrad mur
- María natividad Longo areso (vocal)
- María teresa Audicana berasategui (vocal)
- Luis Alberto Anel bernal (vocal)