El concepto de final en los espectáculos fragmentarios del teatro occidental: el atelos

Tesis doctoral de Diana González Martín

La pregunta que impulsa este trabajo de investigación se enmarca dentro del teatro contemporáneo occidental y, dentro de sus múltiples manifestaciones, en los espectáculos fragmentarios. Este marco concreto implica ya varias decisiones, pues el teatro contemporáneo occidental del que me ocupo es sólo una fracción del teatro que se escribe y se representa en nuestros días. Sólo tengo en cuenta, por tanto, una ínfima parte del teatro contemporáneo pero la que, en mi opinión, es más representativa de nuestra contemporaneidad. Centro mi investigación, pues, en aquella fracción del teatro contemporáneo más radical y novedosa: los espectáculos de teatro que pertenecen a la poética de la fragmentación. Desde principios del siglo xx con el arte experimental de las vanguardias y, antes incluso, con la crisis del drama moderno en el cambio de siglo xix al xx, el fragmento se propone como el recurso más honesto de presentar la realidad en el arte. Esta opción artística responde, obviamente, a un cambio profundo en la mentalidad occidental, descrito por la filosofía de la postmodernidad. La pregunta que planteo y que intento resolver en este trabajo de investigación es la de qué lugar ocupa la noción de final en unos espectáculos cuya fragmentación niega tanto el inicio como el acabamiento. Una pregunta así sería ilegítima a un nivel abstracto, pues la poética de la fragmentación ideal defiende exclusivamente el entretanto. Sobre la escena, sin embargo, los espectáculos empiezan y terminan de algún modo. Siempre existe un instante que abre el espectáculo y siempre aquél que lo cierra. como advierte heidegger bien avanzado ser y tiempo, antes de emprender cualquier estudio debemos preocuparnos por la legitimidad de la pregunta que justifica nuestra labor. La necesidad de terminar cualquier obra artística sigue acuciando a cualquier artista, también a aquéllos que pretenden elaborar textos fragmentarios. En mayor medida incluso (pienso) porque el final clásico cerrado era respaldado por unas pautas bien definidas y avalado por una estructura igualemente concisa. Hasta bien avanzada la modernidad y sin temor a caer en generalizaciones que simplificaran lo que trato de aclarar, las estructuras artísticas se fundamentan en occidente en la teoría aristotélica dando lugar a obras con un planteamiento, un nudo y un desenlace perfectamente localizables en el texto. Habrá excepciones, claro, como siempre, pero para que aparecieran alternativas a una estructura así era necesario un cambio de mentalidad consistente sobre todo en el surgimiento de una nueva concepción del tiempo en occidente. para elaborar un estudio convincente cualquiera que sea el tema que se trate, es necesario separar cada concepto y analizarlo por separado. Con esta finalidad he estructurado este trabajo de investigación, pero apelando siempre a la inextricable relación que guardan los conceptos planteados entre ellos. Términos clave en este trabajo son sin duda: ateleología, temporalidad, mímesis, linealidad, fragmentariedad, género y, por supuesto, final. De cada uno de ellos se derivan ramificaciones que llevan a otros nuevos conceptos: realidad y ficción, escisión y confluencia, síntesis y a-sincronía, parataxis y rizoma, postdramático, drama y tragedia, simulación, umbral y liminalidad, cierre y desenlace, repetición y recurrencia, apocalipsis, escatología y ciclicidad, aleatoriedad, destino y azar, forma y fondo, plétora, casualidad y causalidad, sentido y retórica, khrónos, aión y kairós, aporía, personaje y figura. Infinidad de nociones por tratar se abren a cada intento de definición, precisándola o ilegitimándola. Y en eso consiste en el fondo una investigación, en organizar una amalgama de conceptos como la que he enumerado más arriba. la estructura que propongo en este trabajo de investigación parte de la dificultad de separar varias nociones fundamentales que se explican mutuamente. El primer capítulo de este trabajo pretende ser una exposición del problema del final desde una perspectiva filosófica, histórica y artística. En él asocio, pues, distintas categorías como son tragedia y apocalipsis, género dramático y trágico, linealidad y fragmentación, temporalidad y a-temporalidad. En mi opinión, el cambio en la concepción temporal que supusieron las teorías de la relatividad y del caos a principios del siglo xx y el escepticismo cada vez más generalizado ante la cosmovisión judeocristiana es inseparable de las tensiones entre los géneros dramático y trágico y su superación emprendida en la llamada crisis del drama moderno. Cada género encierra una determinada concepción del mundo y de su temporalidad. Así pues, en el primer capítulo relaciono varias teorías de la filosofía de la postmodernidad que abordan los temas del tiempo, del individuo y de la sociedad, con determinadas formas artísticas que reflejan tales temas. He intentado, por tanto, esclarecer el asunto del final en los espectáculos fragmentarios contemporáneos mediante la vinculación de la temporalidad, del individuo y de la sociedad que plantean los filósofos postmodernos, con los recursos temporales, la identidad y la crítica a la sociedad que se expresan en los espectáculos del teatro contemporáneo occidental. La principal intención, por tanto, del primer capítulo de este trabajo de investigación es la de contextualizar el final de los espectáculos contemporáneos fragmentarios mediante un estudio interdisciplinar. La razón por la cual emprendo este trabajo con un capítulo así responde a mi convicción de que es indispensable una toma de conciencia del problema del final en la contemporaneidad, antes de focalizar el estudio exclusivamente en el arte. En la elaboración de este primer capítulo me he visto en la necesidad de elegir y descartar constantemente a filósofos y a científicos cuyas teorías son igualmente útiles para contextualizar e indagar en el sentido de objeto de investigación de este trabajo. Sé que esta necesidad es obvia y ocurre inevitablemente en cualquier trabajo, a cada paso, a cada nueva idea. De todos modos si insisto en este aspecto es porque me parece crucial, antes de embarcarse en la lectura de este trabajo, tener claro que se trata de un estudio alrededor de un concepto y éste es el aspecto que sí debe quedar perfectamente investigado. ésta no es una tesis doctoral sobre filosofía o ciencia o historia del teatro, pretender una empresa así sería, en mi caso, pretender algo muy distinto. Soy consciente, por tanto, de los riesgos que entraña un estudio multiperspectivista. Muchas teorías colindantes que son útiles para profundizar en el estudio del tema principal quedan lamentablemente irresueltas e incluso su mera presentación puede conferir un aspecto superficial a la teoría central sobre el final en la poética de la fragmentación del teatro contemporáneo. He querido, pese a todo, correr este riesgo con la seguridad de que un enfoque interdiciplinar es el mejor método para investigar cualquier tema concreto. en el segundo capítulo de este trabajo de investigación, por el contrario, centro mi estudio en la definición y la terminología de ese final propio de las obras enmarcadas en la poética de la fragmentación. Se trata de un capítulo fundamentalmente teórico y conceptual, a diferencia del primero. Uno de los problemas fundamentales que entraña el estudio del final de los textos fragmentarios es el de su nombre. La escasa bibliografía que he hallado sobre el particular no propone un nombre general para este final concreto, sino que se apoya en sus manifestaciones sobre el papel o sobre la escena. Así pues, siendo el principal objeto de estudio de este trabajo de investigación, me he visto en la necesidad de nombrarlo de algún modo. Tras varias cavilaciones que explico en el segundo capítulo de este trabajo, el término que de momento me parece más adecuado para este final novedoso que pretende sabotear veinticinco siglos de tradición teatral es el de final ateleológico. Los argumentos que explican tal elección están expuestos en el segundo capítulo y, paralelamente a ellos, la concreción de su sentido mediante las distintas composiciones fragmentarias empleadas en la escena contemporánea. Propuestas como la parataxis y el rizoma abren líneas en la investigación que son útiles para definir las composiciones contemporáneas. Asimismo los recursos de repetición y alternancia, simultaneidad y plétora, son imprescindibles para comprender los recursos que los directores contemporáneos llevan a cabo en la escena. en el tercer y cuarto capítulo de este trabajo de investigación propongo un método de análisis performativo de espectáculos contemporáneos. Este tipo de análisis no es el más usual en nuestro país, cuya teoría de teatro sigue centrándose, en su mayoría, en el análisis de textos. Mi análisis tiene en cuenta únicamente espectáculos, porque este trabajo de investigación entiende el teatro exclusivamente como arte escénico. No ha sido fácil conseguir vídeos de los espectáculos contemporáneos que pueden verse hoy en día en los teatros. Y para llevar a cabo un análisis riguroso es necesario observar un mismo espectáculo hasta la saciedad. También es cierto que la filmación de un espectáculo no es el espectáculo verdaderamente, así que he intentado, en la medida en que me ha sido posible, conseguir vídeos cuyos espectáculos he presenciado en el teatro. mi criterio para la selección de los espectáculos que conforman el análisis performativo que propongo ha sido, obviamente, que se tratara de espectáculos fragmentarios. Sin este requisito sería imposible que el análisis performativo me proporcionara las distintas formas que toma el final ateleológico en la escena. Cuáles son éstos espectáculos es otro asunto, pues la poética de la fragmentación abarca infinidad de ejemplos, aunque se trate de una mínima fracción del teatro contemporáneo. Al margen de la cantidad de nombres de directores de teatro y de espectáculos que menciono a lo largo de este trabajo de investigación, aquéllos que son rigurosamente analizados son los siguientes: schwarz auf weiss y eraritjaritjaka de heiner goebbels; la historia de ronald, el payaso de mcdonalds, de rodrigo garcía; die drei schwestern, de christoph marthaler; drei schwestern de michael thalheimer; leonce und lena, de robert wilson; no comment, images of affection, isabellas room y the lobster shop, de jan lauwers; the real fiction, de cuqui jerez; ein sommernachtstraum de thomas ostermeier y constanza marcas; y 4.48 psychose de thomas ostermeier. De la selección de estos trece espectáculos me interesa remarcar dos aspectos: la antigí¼edad de los espectáculos y la nacionalidad de cada uno de los directores. Con respecto al primer aspecto, ninguno de los espectáculos tiene más de doce años. Este criterio es coherente con mi intención de elaborar un estudio del teatro que se está representando en nuestros días. Algunos de ellos pueden verse todavía en la programación de los teatros y el resto ha podido presenciarse recientemente. El segundo aspecto sobre el que quiero insistir tiene que ver con mi voluntad de ofrecer un análisis del teatro contemporáneo occidental. La mayoría de los directores que propongo son de origen germano: goebbels, marthaler, thalheimer y ostermeier. Es indudable que hoy la capital del teatro contemporáneo occidental es berlín, pues en él se están llevando a cabo proyectos de teatro que reúnen las particularidades básicas del teatro postdramático, recurriendo al término de hans-thies lehmann. Habrá quien no esté de acuerdo con este término, pero es más difícil estar en desacuerdo con el teatro que describe. Robert wilson es estadounidense, rodrigo garcía proviene de argentina, jan lauwers es la figura central de la escena belga contemporánea y cuqui jerez es española. Todos ellos, sin excepción, se encuentran entre los directores de teatro más reconocidos de nuestro tiempo. No es mi intención en este trabajo de investigación descubrir un nuevo tipo de teatro contemporáneo, sino contribuir a su definición, pues quedan todavía muchos aspectos pendientes en la teoría que se ocupa del teatro contemporáneo y, especialmente, en la ciencia performativa, que todavía requiere de nuevos métodos para instituirse como válida. Así pues, con esta selección de espectáculos me he asegurado de no tener que entrar en cuestiones de calidad, ya que la reputación de todos estos directores está fuera de duda, pues lo que me interesa es elaborar un estudio de un tema que atañe tanto al sentido como a la estética del espectáculo. No es, pues, objeto de estudio en este trabajo de investigación defender la calidad de determinados espectáculos, sino trabajar a partir de espectáculos que funcionan en la escena bajo la opinión unánime de teóricos, críticos y espectadores. asimismo, si bien la calidad del teatro alemán contemporáneo me hubiera proporcionado material suficiente, he querido que el análisis que propongo para explicar el final ateleológico desde la escena fuera lo más representativa posible del teatro occidental. Robert wilson no podía faltar en un estudio de este tipo, ni tampoco algún director de la escena argentina, como el polémico rodrigo garcía, en donde la actividad teatral es abrumadora. El prestigio de jan lauwers y la needcompany está fuera de duda. Lauwers es uno de los directores occidentales contemporáneos que mejor lleva a la escena los requisitos del teatro postdramático. También he querido algún representante del teatro de nuestro país, como la sevillana cuqui jerez, cuyo trabajo es equiparable a los directores más prestigiosos de occidente. Muchos países quedan fuera y muchos directores, por ejemplo, el canadiense robert lepage, el lituano alvis hermanis, el grupo italiano societas raffaello sanzio, el griego theodoros terzopoulos, el polaco krystian lupa, el grupo británico forced entertainment y otros tantos más. La razón por la cual se han quedado fuera de este trabajo se debe a motivos menos teóricos y más logísticos: o bien no he podido presenciar sus trabajos, o bien no me ha sido posible conseguir sus vídeos para analizarlos con rigor. No pienso que estas circunstancias resten rigor o legitimidad a este trabajo de investigación, porque no pretende ser un compendio del teatro contemporáneo occidental más radical, sino que, mediante una muestra representativa de éste, tiene la finalidad de indagar en el tema del final ateleológico mediante un estudio multiperspectivista. partiendo de un concepto como objeto de estudio, lo importante es que la problemática que entraña este concepto del final ateleológico se resuelva del modo más completo y convincente posible. En este sentido bastaría un solo espectáculo analizado en profundidad, como me aconsejó un profesor del instituto de teoría de teatro de la universidad libre de berlín el día que expuse el material que hasta el momento tenía para elaborar este trabajo. Si no seguí su propuesta y decidí llevar adelante el análisis de varios espectáculos fue porque la variedad que aporta cada uno de ellos me ha sido útil para estudiar el final ateleológico en sus múltiples manifestaciones. Este criterio ha sido clave también en la selección de espectáculos para el análisis: cada uno de ellos aporta una nueva forma dentro de la poética de la fragmentación y un nuevo aspecto del final ateleológico. Así que si he decidido tomar cuatro espectáculos de jan lauwers y sólo uno de michael thalheimer, se debe a que cada uno de los espectáculos de lauwers abría nuevas preguntas y nuevos problemas a mi investigación. el análisis performativo propuesto en este trabajo ocupa dos capítulos. La razón por la que he dividido el análisis responde a que el primero de ellos se centra en las posibles composiciones fragmentarias dentro de la poética de la fragmentación, es decir, en las múltiples formas que pueden adoptar los fragmentos en un espectáculo de este tipo. En el segundo capítulo, en cambio, focalizo el análisis en el último fragmento del espectáculo, es decir, en la relación que establecen los distintos componentes performativos (temporalidad, espacialidad, corporalidad, sonoridad) en la ejecución del último instante antes del cierre del espectáculo. Esta división del análisis me ha permitido tener en cuenta la globalidad del espectáculo y al mismo tiempo la ejecución de su final. En un estudio como el que aquí presento, centrado en la poética de la fragmentación, sería contradictorio tener en cuenta únicamente el último fragmento del espectáculo, pues uno de los principios fundamentales de la poética de la fragmentación se basa en la ausencia de jerarquía entre los distintos fragmentos. No obstante, la necesidad de cerrar el espectáculo por parte del director y de planear un cierre adecuado es igualmente obvia, por muy fragmentada que sea su propuesta. Es posible y frecuente hallar el final ateleológico diseminado a lo largo de todo el espectáculo, pues el valor de cada uno de los fragmentos que integran un espectáculo coherente en su estética es equivalente en todos ellos. Del mismo modo, a no ser que el espectáculo pueda considerarse un happening (y ninguno de los espectáculos que conforman el análisis de este trabajo puede ser estrictamente entendido así), el último fragmento, sólo por el hecho de ser irremediablemente posterior a todos los demás, cobra una importancia insoslayable. Los pasos previos a él no se organizan en una secuencia lineal de causa-efecto, pero lo preceden y, de algún modo, llevan hasta él. así pues, este trabajo de investigación está estructurado en cuatro capítulos principales, titulados del modo siguiente: i. La ateleología de la postmodernidad y la temporalidad en la escena contemporánea; ii. Definición y terminología del final ateleológico; iii. Estrategias performativas para romper la linealidad: tipos de composiciones fragmentarias; iv. Ejecución performativa del fragmento último. El recorrido a través de ellos se emprende con una cantidad abrumadora de nociones filosóficas, históricas y teóricas, se detiene en una reflexión conceptual sobre el final ateleológico, y termina con su aplicación en la escena. Desde el abismo que plantean preguntas sobre el final de la humanidad y sobre el individuo en occidente, llegamos al aquí y ahora del escenario de una sala de teatro.

 

Datos académicos de la tesis doctoral «El concepto de final en los espectáculos fragmentarios del teatro occidental: el atelos«

  • Título de la tesis:  El concepto de final en los espectáculos fragmentarios del teatro occidental: el atelos
  • Autor:  Diana González Martín
  • Universidad:  Autónoma de barcelona
  • Fecha de lectura de la tesis:  19/02/2009

 

Dirección y tribunal

  • Director de la tesis
    • Manuel Aznar Soler
  • Tribunal
    • Presidente del tribunal: José Antonio Sánchez martínez
    • hans-thies Lehmann (vocal)
    • (vocal)
    • (vocal)

 

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