Analisis de la repercusion de la ingesta dietetica durante la lactancia sobre la composicion de vitaminas a y e y ácidos grasos de la leche humana

Tesis doctoral de José Luis Gómez Llorente

La leche humana de mujeres sanas y bien nutridas es el método ideal para alimentar a los recién nacidos sanos. Los nutrientes que aporta la leche humana permiten un adecuado crecimiento y desarrollo del bebé. los lípidos de la leche humana representan la mayor fuente de energía para el bebé alimentado al pecho y son fuente de nutrientes esenciales como las vitaminas liposolubles y los ácidos grasos poliinsaturados. los ácidos grasos esenciales, ácido linoléico y alfa-linolenico (la y ala) son precursores de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga incluyendo el ácido araquidónico (aa) y el docosahexaenoico (dha) (koletzko, 2001b). Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (agpi-cl) aportados mediante la leche humana se han relacionado con el desarrollo de diferentes funciones tales como la capacidad visual o el desarrollo cognitivo durante el primer año de vida. Estudios realizados con isótopos estables indican que la mayor proporción de ácidos grasos poliinsaturados en la leche humana no se derivan directamente de la dieta materna, pero son liberados de los depósitos maternos (koletzko, 1999). No sólo la ingesta dietética durante la lactancia, sino también el estado nutricional de la madre antes y durante la gestación derivado de una adecuada ingesta de nutrientes, van a tener una marcada relevancia sobre la composición lipídica de la madre. La suplementación con dha en madres lactantes determina un incremento plasmático y en la leche humana de este ácido graso esencial, y a su vez provoca un incremento en las concentraciones plasmáticas del bebé (jensen, 2000). el periodo de lactancia se ha descrito como uno de los ciclos biológicos que cursa con un estrés fisiológico más alto, en el que se observa un importante incremento de los requerimientos de proteínas y de energía para producir la leche. Sin embargo, el almacén de energía en forma de grasa durante el embarazo puede proveer una tercera parte del coste energético de la lactancia durante los primeros 3 meses (taylor, 1983). El balance de ácidos grasos durante la lactancia está determinado, así como el riesgo de depleción de n-3-agpi-cl, pudiendo verse comprometida la biodisponibilidad de la madre para proveer a su hijo a través de la leche n-3 agpi-cl desde sus depósitos y mediante la síntesis endógena. Makrides et al. (Makrides, 2000) han comprobado cómo durante la lactancia, la madre pierde alrededor de 70-80 mg de dha/día a través de la leche, además del incremento de la oxidación lipídica o de aquellos que son utilizados por la propia mujer para subvenir a sus necesidades incrementadas. los carotenoides son una de las mayores fuentes de vitamina a para la leche humana y pueden contribuir sobre el efecto inmuno protector de la leche de mujer. En países en vías de desarrollo se ha observado una baja ingesta de retinol y beta-carotenos en mujeres no suplementadas (660 equivalentes de retinol/día) lo que supone menos de la mitad de los que ingieren las mujeres en países industrializados (1540 equivalentes de retinol/día), que a su vez son menores que los recomendados para mujeres lactantes (850 equivalentes de retinol/día) (newman, 1994). Los suplementos con beta-carotenos a la madre lactante van a determinar incrementos en las concentraciones de vitamina a en la leche humana y por tanto, una mejor oferta de este nutriente a su hijo (canfield, 1998). Sin embargo, el estudio realizado por gossage et al. (Gossage, 2002) demuestra que los suplementos con beta-caroteno durante la lactancia no modifica de forma significativa las concentraciones en la leche humana de beta-caroteno ni de otros carotenoides, ni tampoco incrementa los niveles de retinol ni de alfa-tocoferol. el presente estudio tiene los siguientes objetivos: 1º.- Determinar la concentración de ácidos grasos poliinsaturados y vitaminas liposolubles en leche de madres lactantes andaluzas. 2º.- Evaluar la evolución de la composición en ácidos grasos poliinsaturados y de vitaminas a y e desde la leche calostral hasta la leche madura. 3º.- Estudiar la ingesta dietética de nuestra población y determinar las deficiencias en la ingesta de macro y micronutrientes respecto a las recomendaciones diarias admisibles más actualizadas. 4º.- Analizar la influencia de la dieta materna sobre la composición de ácidos grasos poliinsaturados y las vitaminas liposolubles a y e en leche calostral, leche de transición y leche madura de madres lactantes de nuestra región. resultados y discusion en el presente trabajo se ha realizado la determinación en los 3 periodos de la lactancia (calostro, transición y madura) de ag saturados (c10:0; c12:0; c14:0; c16:0; c18:0; c20:0; c22:0; y c24:0), monoinsaturados (c16:1,n-9; c18:1,n-9), poliinsa-turados (c18:2,n-6; 18:3,n-3; c20:4,n-6; c20:5,n-3 y c22:6,n-3) y los ag trans (c14:1-trans y c18:1-trans). La composición en ácidos grasos presentes en las muestras de leche recogidas en nuestro estudio en los tres periodos de la lactancia, es comparable a la referida en otros estudios (domínguez, 1996; barbas, 1998 francois, 1998; scopesi, 2001). el bajo % de ag saturados obtenido en el presente estudio, parece reflejar los hábitos alimentarios de los países mediterráneos, que, dado el consumo mayoritario de aceites vegetales, las proporciones de ácidos grasos saturados se mantienen más bajas en la leche humana. Al mismo tiempo se observa un incremento significativo del % ag saturados conforme avanza la lactancia (p<0,000), que se produce a expensas de un incremento porcentual estadísticamente significativo de los ácidos grasos saturados de cadena media, cáprico, laúrico y mirístico, desde la leche calostral a la leche madura (figura 10) y, que reflejaría un aumento de la síntesis de novo en la glándula mamaria, tal y como ha sido publicado por otros autores (barbas, 1998). La distribución porcentual de los distintos ag saturados estudiados en la leche humana en el presente estudio, son comparables a las descritas en países de nuestro entorno (domínguez, 1996, scopesi, 2001). se observa una disminución estadísticamente significativa en la distribución porcentual del ácido palmítico desde la leche calostral a la madura, hecho que quedaría justificado por la disminución de la fracción grasa en la leche madura respecto a la leche calostral. los ácidos grasos monoinsaturados aparecen en un 37% en leche calostral, en un 33% en la leche de transición y en un 40% en la leche madura. El porcentaje de distribución del ácido oleico del total de ácidos grasos en las muestras de leche de las madres del presente estudio es muy superior al % descrito en países subdesarrollados (boersma, 1991), debido a un menor consumo de ácidos grasos provenientes de grasas animales, aceites de oliva y colza (koletzko, 1992b), y más parecida a estudios realizados en nuestro país (barbas, 1998), aunque ligeramente inferior a estudios realizados en italia (scopesi, 2001). En el presente estudio se observa una disminución del % de ácido oleico, respecto al total de ácidos grasos, conforme avanza la lactancia en lo que se refiere a los ácidos grasos poliinsaturados (agpi), el porcentaje total en la leche de calostro es de 18%, en la leche de transición de 17,1% y en la leche madura de 18,3%, no habiendo diferencias significativas para el conjunto de los agpi a lo largo de la lactancia. El más abundante con diferencia es el ácido linoleico {leche madura: 16,59+/-3,35 %} hecho coincidente con otros estudios (domínguez, 1997; scopesi, 2001). La alta proporción en ácido linoleico en la leche humana de mujeres españolas, se explica por el alto consumo de agpi presentes en los aceites vegetales y en el pescado respecto a otros países europeos (michaelsen, 1994). el ácido linolénico (ala) se incrementa a lo largo de la lactancia, mientras el ácido linoleico (al) se mantiene sin variaciones significativas (figura 7), lo que determina un descenso del cociente al/ala conforme avanza la lactancia. No obstante, las madres españolas participantes en el estudio presentan un índice al/ala muy por encima de 15:1 (coincidente con las estimaciones para los países industrializados que están entre 15-20:1, cuando deberían ser inferiores a 10:1). Esto sugiere un cambio en los hábitos alimentarios con un consumo creciente de grasas con mayor contenido en ácido linoleico y menor en ácido linolénico, hecho ya observado y puesto de manifiesto en otros países europeos (michaelsen, 1994; xiang, 2005). de los agpi de cadena larga (agpi-cl), el ácido araquidónico (aa) oscila entre 0,23%-0,75% y el ácido docosahexaenoico (dha) oscila entre 0,15%-0,56%, siendo el rango de dha superior al de otros estudios (koletzko, 1992b). Se observa un descenso de los niveles de aa y dha conforme avanza la lactancia, ya descrito en diversos estudios (domínguez, 1997, agostoni, 2001, scopesi 2001; lópez-lópez, 2002), probablemente debido a la maduración de los sistemas enzimáticos de las desaturasas conforme crece el bebé, siendo éste capaz de forma progresiva de sintetizar dha y aa a partir de los agpi precursores. La preservación del cociente al/ala a favor de los omega-3 en la leche humana conforme avanza la lactancia también podría estar relacionado con el efecto antiinflamatorio y antialérgico de la serie omega-3, lo que explicaría alguno de los efectos beneficiosos de la leche materna sobre el desarrollo del sistema inmune (calder, 2006). el contenido en ácidos grasos trans de la leche humana varia reflejando la ingesta diaria de estos ácidos grasos. En nuestro estudio se ha determinado el ácido graso c18:1 trans, que constituye el principal ácido graso trans de la dieta, y el ácido c14:1 trans; ambos se mantuvieron estables en su eliminación tanto en calostro como en leche de transición o leche madura. En el presente estudio se han podido establecer correlaciones positivas entre el c:14-trans y los ácidos grasos linoleico, linolénico, aa y dha {n:81, r:0,36, p=0,001; r:0,41, p=0,000; r:0,39, p=0,000; r:0,41, p=0,000, respectivamente}. Estos resultados indican que un alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados se acompaña simultáneamente de altas concentraciones de c:14-trans. También se ha demostrado una correlación positiva entre el % de 18:3n-3 y el c18:1trans (n: 23, r:0,87, p=0,0000), al igual que correlaciones inversas entre el contenido de c:18-1 trans en la leche humana y el contenido en aa y dha {n:81, r:-0,28, p=0.010; r:-0,30, p=0.007, respectivamente}, probablemente debido a una inhibición de la desaturación del ácido linoleico hacia aa. El potencial efecto perjudicial de este ácido graso sobre el organismo en desarrollo del lactante es aún desconocido y requiere más estudios. en el presente estudio se ha podido establecer una correlación positiva entre la ingesta de grasa total (%) y las concentraciones de vitamina e (r:0.423, p=0.016) en la leche de transición, así como entre el % de ingesta de ácidos grasos poliinsaturados y las concentraciones de vitamina a en la leche de transición de las muestras estudiadas (r: 0.45, p=0.010). el análisis de la dieta de las madres lactantes andaluzas del presente estudio muestra que en el 93% de los casos, la ingesta energética es muy inferior a las recomendaciones y, por el contrario, es hiperglucídica (77%) e hiperproteica (94%) según la rda 2002. Igualmente, el 40.6% de las mujeres lactantes participantes presentan un déficit de ingesta de agpi respecto a las recomendaciones (rda). Casi ninguna mujer ingiere la cantidad recomendada de vitamina e (99%), lo cual indica un déficit considerable en los sistemas de antioxidación no enzimática natural. La media de ingesta diaria fue de 7.6±2.8 mg, cifra muy por debajo de las recomendaciones del 2002 sobre ingesta diaria adecuada de esta vitamina (19 mg/día). Por otro lado, las necesidades diarias de vitaminas a y c son cubiertas por el 79,7% de las mujeres.  

Datos académicos de la tesis doctoral «Analisis de la repercusion de la ingesta dietetica durante la lactancia sobre la composicion de vitaminas a y e y ácidos grasos de la leche humana«

  • Título de la tesis:  Analisis de la repercusion de la ingesta dietetica durante la lactancia sobre la composicion de vitaminas a y e y ácidos grasos de la leche humana
  • Autor:  José Luis Gómez Llorente
  • Universidad:  Granada
  • Fecha de lectura de la tesis:  25/05/2009

 

Dirección y tribunal

  • Director de la tesis
    • Cristina Campoy Folgoso
  • Tribunal
    • Presidente del tribunal: Juan Antonio Molina font
    • Manuel Martin gonzalez (vocal)
    • estrella Ruiz requena (vocal)
    • Antonio Miguel Poyatos andujar (vocal)

 

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