A partir de los 11 o 12 años, se hace necesario tener nuestro propio territorio, a resguardo de las miradas de los demás.
Eso conlleva, además, la necesidad de independencia y el deseo de estar solo sin estar aislado.
También tú vives a menudo las intrusiones como una molesta vigilancia: es, pues, legítimo pedir que llamen a la puerta antes de entrar, como tú lo haces, sin duda, a la puerta de la habitación de tus padres.
En todos los hogares hay que concienciar a los padres de que los niños y niñas que eran antes sus hijos estan dejando de serlo.
Las normas de la casa deben ser claras y SIEMPRE deben llamar los padres antes de entrar en la habitación del hijo o hija.
Los adolescentes necesitan un espacio de privacidad y nunca se debe invadir la habitación de un adolescente sin permiso.
¿Os ocurre esto? Comentar vuestra situación abajo.
Que fuerte, lo de tu madre no tiene nombre.
Y si te pilla…. Bueno ya te imaginas. En fin suerte.
mi consejo es que hables muy seriamente con tu madre. Pero es un adolescente y tienes derecho a tener una intimidad. Si derecho, aunque vivas en casa y tus padres deben entender, y respetar, que en ocasiones quieras estar solo.Háblale sinceramente de intimidad y hacerles ver que es imprescindible para ti que llaman a la puerta antes de entrar.