El renacimiento explicado para niños de primaria, secundaria y bachillerato.
La palabra Renacimiento significa "volver a nacer" y se aplica al movimiento intelectual que tanta influencia tuvo en el sistema de vida, en las artes y en las ciencias de los siglos XV y XVl.
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¿Qué quiere decir “Renacimiento”?
Durante la Edad Media se prestaba muy poca importancia al pasado. Las ruinas de Grecia y Roma estaban cubiertas de hierbajos.
En las bibliotecas de castillos y conventos podían todavía encontrarse manuscritos que trataban de la ciencia y el arte, pero estaban cubiertos por espesas capas de polvo…
A nadie parecía interesante conocer la historia de los pueblos.
Al crearse la ciudades, la gente se independizó más de sus señores. Ya no eran subordinados.
Los sabios pudieron realizar toda clase de investigaciones y volvieron a interesarse en el pasado. Se volvieron a estudiar los antiguos manuscritos y hubo personas que se trasladaron a Roma e incluso a Grecia para estudiar las fuentes de nuestra civilización.
La antigua gloria de Grecia y de Roma volvía a renacer en Europa y todo lo relacionado con la Antigüedad clásica interesaba a los hombres.
En Italia vivía Francesco Petrarca, auténtica revelación pre-renacentista, que nació en 1304.
Desde temprano se reveló como un muchacho inteligente. En la escuela se mostraba descontento con sus aburridos maestros y con los todavía más aburridos libros que tenía que estudiar.
Encontrando que había perdido de esta manera siete valiosos años de vida, se dedicó a viajar para descubrir el mundo por si mismo. Durante estos viajes aprendió mucho sobre los romanos y los griegos.
Viajó de ciudad en ciudad y en cada una de ellas se dedicó a buscar viejos manuscritos.
Hasta su muerte, acaecida en 1374, se mostró continuamente interesado en nuevos temas, no siempre relacionados con la ciencia.
Ante la extrañeza de muchísima gente, era capaz de subirse a una montaña nada más que para gozar del paisaje: se trataba sencillamente de una manifestación de la nueva forma de pensar.
Petrarca fue el primer humanista.
Este término designa a quien, en filosofía, parte del estudio del hombre.
Principales ciudades renacentistas
¿Qué ciudades fueron las primeras en sentir la influencia del Renacimiento?
En primer lugar, Florencia.
Los ricos mercaderes que gobernaban la ciudad quisieron demostrar a toda Italia que una ciudad de burgueses podía ser no solamente bella, sino también tan gloriosa como una ciudad gobernada por nobles. Gracias a los Médicis, familia de banqueros inmensamente ricos, los florentinos lo consiguieron y colocaron a Florencia en el cúspide del arte y de las ciencias.
Otras ciudades italianas de mayor antigüedad, como Milán, Pavia, Ferrar y Venecia, se negaron a cederle la supremacía y construyeron espléndidas catedrales, bibliotecas y palacios.
Roma se transformó en una esplendorosa ciudad y el Papa tenia a su disposición los mejores arquitectos, pintores y escultores.
En nada se parecían los nuevos artistas a los desconocidos artesanos de la Edad Media que participaban anónimamente en la realización de una obra maestra.
Todo el mundo conocía sus nombres, eran huéspedes bienvenidos y sus ciudades natales les rendían homenaje.
Se esperaba tanto de ellos, que a menudo tenían que recurrir a miembros de su familia para satisfacer todos los encargos.
Entre los grandes artistas de fama internacional, podemos citar a Leonardo de Vinci, Miguel Angel y Rafael.
Llegó a ocurrir que artistas italianos aceptaran la invitación de trabajar en la corte de un rey extranjero, extendiendo así su arte por los más diversos países.
El renacimiento en Europa
¿Cómo se extendió el Renacimiento por Europa?
Francisco I, rey de Francia, era ferviente admirador de todo lo que procediese de Italia.
No solamente coleccionaba obras de arte de origen italiano, sino que invitaba a artistas italianos a trabajar para él en su propio país. Su amor por todo lo italiano llegaba tan lejos que hubiera deseado conquistar toda Italia para sí mismo.
Y he aquí que un ejército pacifico cruzó los Alpes e invadió Europa entera. Primeramente, fueron los mercaderes con sus rollos de seda y lana.
A continuación, los artistas y los sabios. Con sus pinturas y libros aportaban sus nuevas ideas sobre el hombre. Asi, empujaron a los demás a que también investigasen.
Algunos países enviaron a Italia sus sabios para que allí trabajasen y estudiasen.
Otros, como Francia, sus ejércitos. A pesar de ello, Leonardo de Vinci acepto el ofrecimiento de Francisco I de trabajar para este por siete mil monedas de oro y un castillo privado en Francia.
Tanto los comerciantes como los banqueros italianos hicieron buenos negocios con los Países Bajos, Flandes y Alemania gracias a estos beneficios se construyeron palacios espléndidos en todas las ciudades italianas.
Los artistas italianos descubrieron en las catedrales del norte un tesoro de obras de arte que bien valía el suyo.
Se consiguió de esta manera un intercambio de ideas que tuvo como inevitable consecuencia la mezcla de las formas artísticas de los diferentes países.
Los italianos, por ejemplo, aprendieron la técnica de la pintura al óleo, mientras Alberto Durero aprendía en Italia la manera de dibujar una figura de proporciones perfectas.
Erasmo, hombre del norte y exhaustivo viajero, recibió el titulo de “Príncipe del Humanismo".
En España, en esta época, el pintor más importante era el Greco, mientras Cervantes escribía su Don Quijote.
En Inglaterra, la reina Isabel sostenía una conversación en italiano con el duque florentino Orsini.
Ejemplo típico del espíritu del renacimiento fue Sir Philip Sidney, quien manejaba la pluma con la misma habilidad que la daga.
Como punto final, Shakespeare, como autor dramático, hizo suyos muchos temas de relatos románticos italianos.
El Renacimiento fue, sin duda alguna, una fase brillante tanto para las artes, como para la literatura y las ciencias.