En las costas africanas existen pequeños puertos en los cuales sólo pueden atracar las piraguas, pues no siempre es posible construir puertos con suficiente calado para los grandes barcos. El problema se soluciona con unos pantalanes, que son unas escolleras que se adentran en el mar.
Los estados africanos ribereños del Atlántico cuentan con varios puertos de grandes dimensiones. Pero las costas bajas y arenosas los buques no pueden atracar. Como tiene poco fondo del oleaje es intenso, es muy difícil cruzar la barra. Para solucionar este problema se construye un pantalán sobre resistentes pilotes de metal y cemento armado y se adentra en el mar. De este modo, los camiones y los vagones pueden avanzar hasta más de 500 m de la costa y situarse junto a grandes grúas que cargan y descargan los barcos mercantes.